Iglesias Cristianas de Dios

 

[CB22] 

 

 

 

 

Días Santos de Dios [CB22]

(Edición 1.0 20020512-20020512)

 

 

La mayoría de la gente en el mundo observa varios días sagrados y días feriados nacionales que no han sido impuestos por Dios en la Biblia. Este artículo revisa lo que Dios nos dice que deberíamos estar haciendo. 

 

 

Christian Churches of God

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(Derechos de propiedad literaria ã 2003 Diane Flanagan y Wade Cox)

Tr. 2005 Rev. por François Sylvain

 

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Días Santos de Dios [CB22] 

 


La mayoría de la gente en el mundo observa días feriados y celebraciones distintos a los que Dios encomienda en la Biblia. Algunos de esos días que observa la gente son días feriados nacionales en los cuales algo importante sucedió en su país. Algunas personas observan varios días basados en creencias religiosas particulares. Pero debemos ver en la Biblia lo que Dios nos pide que consagremos.

 

Verdaderos Cristianos veneran al Único Dios Verdadero (Deut. 6:4; Juan 17:3; 1Tim. 6:16; 1Juan 5:20) y observan Sus Leyes y Mandamientos (Apo. 12:17; 14:12; 22:14). Dios delineó Su plan de Salvación en los Días Santos. Si obedecemos a Dios y seguimos Su Ley, le agradaremos a Dios y Él nos protegerá.

 

El Sábado Semanal

 

El cuarto mandamiento dice claramente: Recuerden el Sábado y manténganlo santo (Éxodo 20:8-11; Deut. 5:12-15). El Sábado es una señal entre Dios y Su pueblo. Es para recordarnos que Dios es nuestro Creador (Éxodo 31:15-17). El Sábado sirve come un acuerdo especial (alianza) entre Dios y Su pueblo para siempre. Es un placer observar el Sábado porque es un día que pasamos con nuestra familia y con otros que creen igual que nosotros. El Sábado es el séptimo día de la semana. No es el primer día de la semana, domingo, como la mayoría de las iglesias nos hacen creer.

 

La Biblia dice que debemos trabajar seis días de la semana (Éxodo 20:9,11), pero en el Sábado del séptimo día (el sábado) es el día de descanso de nuestro trabajo normal (Éxodo 20:8,11). Debemos mantener este día como santo, y cuando sea posible, nos juntamos con otros para aprender a obedecer completamente a Dios. Si observamos el Sábado correctamente, entonces aprenderemos a observar los otros Días Santos de Dios. Nunca compraríamos, venderíamos o trabajaríamos en el Sábado semanal (Jeremías 17:21-22, Amós 8:5; Nehemías 10:28-31; 13:15-19). Para mayor información sobre como observar correctamente el Sábado y porqué es importante, ve el artículo El Día de Sábado[CB21].

 

La Luna Nueva

 

Tal y como pasamos un tiempo muy especial con Dios en Sábado, cada semana, también hay un día especial cada mes que pasamos orando y aprendiendo sobre Dios. Ese día se llama la Luna Nueva. Hay 12 Lunas Nuevas cada año. Sin embargo, siete veces en 19 años, hay una treceava Luna Nueva,  la cual se añade para mantener el calendario en su estación. Nuestro Dios es un Dios de ley y de orden y todo está perfectamente organizado. Para poder observar los Días Santos de Dios correctamente, necesitamos un calendario. Para ver los detalles sobre el Calendario de Dios, ve el artículo Calendario Sagrado de Dios [CB20].

 

La Luna Nueva es el primer día de cada mes. Es un día Sabático y no trabajamos en la Luna Nueva (Amós 8:5). La Luna Nueva cae en cualquier día del mes, pero tenemos que ver el calendario para saber cuando es ese día, para prepararnos de antemano. Las Iglesias Cristianas de Dios tiene un calendario que muestra estos días para cada mes del año.

 

En los tiempos del Antiguo Testamento, la gente iba a hablar con los profetas en la Luna Nueva (1Samuel 20:5,18; 1Reyes 4:23). La primera Iglesia observó las Lunas Nuevas y los Sábados por siglos (Colosenses 2:16). Las Lunas Nuevas forman parte de cada restauración y todo el mundo irá a observarlas cuando Cristo regrese en el futuro para tomar el reino del planeta (Isaías 66:23; Ezequiel 45:17; 46:1,3,6). Si la gente no obedece, entonces como castigo no recibirá lluvia cuando la necesiten.

 

En varias ocasiones a través de la historia, algunos pueblos de Dios dejaron de observar Su calendario correctamente y además empezaron a venerar a dioses paganos. Pero el Único Dios Verdadero siempre envió a un nuevo profeta para que la gente volviera a seguir Sus Leyes. Por consiguiente, cuando ellos volvían a leer la ley, todos podían ver lo que hacían incorrectamente. Y así podían empezar de nuevo y hacer las cosas a la manera de Dios. Por lo tanto, podemos decir que una restauración implica la re-introducción de la Ley de Dios. Esto incluye observar los Sábados, las Lunas Nuevas, las Fiestas y los Días Santos correctamente y seguir el calendario de Dios cómo Él lo manda en la Biblia.

 

Hay dos Lunas Nuevas sumamente especiales en el año lunar. La Luna Nueva del mes de Abib (marzo/abril) comienza el Nuevo Año en el Calendario de Dios. Esta fecha, por supuesto, es una fecha distinta cada año. Algunas veces cae en marzo y otras en abril. Así que podemos ver que el Año Nuevo del primero de enero, que la mayoría del mundo celebra, no tiene nada que ver con el Calendario de Dios.

 

Al leer la Biblia sabemos que muchos acontecimientos importantes ocurrieron en el primer día del mes. Hubo la restauración de la tierra bajo Noé cuando las aguas se secaron después del diluvio (Génesis 8:13). Luego vemos que Moisés construyó el tabernáculo en el primer día del mes. (Éxodo 40:2). También Esdras restauró el segundo templo en el primer día del mes (Esdras 7:9).

 

Otra Luna Nueva especial es el Día de las Trompetas. Es la séptima Luna Nueva del año y es un Día Santo. Ese día se explica a continuación en este artículo.

 

Los Días Santos Anuales

 

Se puede hallar información sobre los Días Santos anuales en Levítico 23:1-44, Números 28, 29 y Deuteronomio 16:1-16. Los Días Santos de Dios nos explican el plan de salvación de Dios año tras año. Ve el artículo El Plan de Salvación de Dios [CB30]. Los Días Santos están agrupados en tres periodos de cosecha. Tres veces al año, todos los varones son comandados ante Dios y presentan una ofrenda (Éxodo 23:14-17; 34:23,24; y Deut. 16:16). Durante estas tres ocasiones, vamos a donde Dios colocó Su nombre. Eso significa que los líderes de la Iglesia deciden en donde vamos a observar las Fiestas. No podemos observarlas en nuestros hogares (Deut. 16:2,15,16).

 

Sin embargo, hay una excepción a esto en el tercer año del ciclo de siete años. En ese año, el dinero que normalmente usaríamos para ir a las Fiestas se lo damos a la Iglesia (o sacerdote) y observamos las Fiestas en nuestras zonas locales. Este dinero se recauda y se guarda en una cuenta especial para utilizarlo en el cuidado de los pobres durante el siguiente periodo de siete años (Deut. 14:28-29).

 

El primer periodo de cosecha es la Pascua. En éste recordamos el sacrificio y la muerte del Mesías en la estaca. El segundo es Pentecostés, el cual es la cosecha de la Iglesia y de los llamados “elegidos”. La última cosecha es el periodo que abarca la Fiesta de los Tabernáculos. Este banquete representa al resto de la humanidad y la hueste caída, cambiando de idolatría a la obediencia del Único Dios Verdadero. Esto quiere decir que se han reconciliado con Dios.

 

Los Días Santos consisten en:

 

·  La Pascua y la Fiesta de los Panes sin Levadura

·  Pentecostés

· La Fiesta de  las Trompetas

·  Expiación

·  La Fiesta de los Tabernáculos o Cabinas

·  El Último Gran Día

 

Estos días deben de consagrarse y ser tratados como un día Sábado. Son señales entre Dios y Su pueblo para siempre (Éxodo 31:13,17; Ezequiel 20:12, 20).

 

La Pascua

 

El cuento de la Pascua nos presenta imágenes de la salvación de la nación de Israel. Pero eso en realidad representa la salvación del planeta entero. Dios nos mostró que al sacar a Israel de Egipto, Él nos sacaba del pecado. Él sacaría al mundo entero del pecado en un tiempo futuro. El proceso completo en realidad es un proceso de santificación de 21 días, el cual comienza el primer día del primer mes (Abib). A esto se le designa como “la limpieza del templo”. Si somos adultos bautizados, ahora somos ese templo.

 

Los adultos bautizados de la Iglesia ayunan en el séptimo día del primer mes para aquellos quienes no conocen el camino de Dios (Ezequiel 45:17-20). Durante el décimo día del primer mes, el cordero fue escogido y apartado para ser el cordero de la Pascua (Éxodo 12:3). Israel recibió instrucciones de que el cordero debería ser un cordero macho perfecto del primer año (Éxodo 12:5).

 

A través del Ángel de Yahovah, Moisés le dijo a los israelitas cómo observar la Pascua. A los israelitas se les dijo que si sus familias eran demasiado pequeñas para comerse al cordero entero, debían compartirlo con otra familia (Éxodo 12:4). Durante la tarde del 14 de Abib, los israelitas comenzaron a matar los corderos de la Pascua (Éxodo 12:6). Recibieron instrucciones de recolectar parte de la sangre y marcar en cada lado de la puerta y arriba de la puerta de la casa donde comerían el cordero de la Pascua (Éxodo 12:7). La gente tenía que quedarse dentro de la casa donde comieran el cordero de la Pascua (Éxodo 12:7-13).

 

La sangre del cordero fue puesta sobre las vigas de las puertas como una señal de que esa casa y toda la gente adentro de ella serían inmunes a la hora de que la plaga de muerte atacase a Egipto esa noche (Éxodo 12:13). Se les dijo que hornearan al cordero entero y que se lo comieran con hierbas amargas y panes sin levadura (Éxodo 12:8,9). No debía sobrar nada del cordero la mañana siguiente; lo que sea que sobrara, tendría que ser quemado en la hoguera (Éxodo 12:10). Por la noche del 15, como a la medianoche, el Señor atacó al primer-nacido de Egipto. No había una sola casa en donde no hubiera un animal u hombre muerto (Éxodo 12:29). A partir de ese momento, el Faraón permitió que los israelitas partieran de Egipto y veneraran a Dios, como fueron instruidos. Se nos dice que mantengamos esta noche como una conmemoración para siempre (Éxodo 12:24). Ve el artículo Moisés y el Exodus [ CB16].

 

Las cosas que suceden en el pasado sirven como ejemplos y ayudan a explicar las cosas en un futuro. El cordero fue sacrificado en la noche de Pascua como una muestra de cómo Jesucristo vendría y sería nuestro cordero de sacrificio (Juan 1:29-30; 1Pedro 1:19). Él se convertiría en el sacrificio perfecto (Hebreos 7:27; 9:12; 10:10-14; 1Pedro 3:18) y nos otorgaría una reconciliación con Dios Padre. Esta fue la primera visita terrenal de Cristo como hombre y vino para cumplir con el papel  de nuestro Sumo Sacerdote.

 

Durante su vida, Jesucristo observó la cena de Chagigah o Chagigoh el catorceavo día del primer mes (Mateo 26:20-25; Marcos 14:12-26; Juan 13:26). Esta cena era la víspera de la cena actual de la Pascua, cuando el cordero sería sacrificado. En la última cena de Cristo en la tierra, Él introdujo símbolos nuevos para los miembros bautizados de la Iglesia (Mateo 26:26-30; Marcos 14:22-26; Lucas 22:15-20; Juan 6:53-58). Esto incluye la ceremonia de lavarles los pies (Juan 13:1-5) y el comer y beber el cuerpo y la sangre de Cristo. Esto se conoce como la Cena del Señor.  Es un servicio en el cual sólo asisten los adultos bautizados. La Cena del Señor es la reanudación anual de nuestro acuerdo bautismal con Dios. Es uno de los sacramentos de la Iglesia.

 

Por lo que solamente una vez al año debemos comer el pan y tomar el vino de la Cena del Señor. No es algo que podemos hacer cada semana o cada día, como muchas iglesias creen cuando toman la “santa comunión”.

 

En la actualidad, en la porción diurna del día 14 de Abib, la gente prepara la cena para la Noche de Vigilia. A las 15h00 del 14 de Abib, también tenemos un servicio para conmemorar el sacrificio de Cristo. Cuando el primer cordero de la Pascua se mató en el año 30 EC (era actual), Cristo murió en la estaca. Algunos de los amigos íntimos de Cristo pidieron enterrarlo en una tumba cerca del lugar donde murió (Mateo 27:57-66). Lo enterraron antes del anochecer (ve el artículo ¿Quién es Jesús? [CB2]).

 

En el anochecer del 15 del primer mes, tenemos la Noche de Vigilia. Ésta fue la noche en la cual el destructor pasó por las tierras de Egipto (Éxodo 12:12, 29-30). Es muy importante que nos juntemos con aquellos quienes crean como nosotros y tengamos una cena con cordero, hierbas amargas y panes sin levadura. Es una noche de rezos y de estudio; es una noche importante porque los niños nos podrían preguntar, “¿Qué significa ese rito?” (Éxodo 12:26). Entonces la gente presente puede explicarles el significado de esa noche y sus símbolos para que todos escuchen y aprendan a temer a Dios (Deut. 4:10; 10:12, 20; 14:23; 17:19; 31:12,13).

 

El 15 de Abib es un Día Santo anual y somos comandados a juntarnos (Éxodo 12:16). El 15 es también el comienzo de los días de Panes sin Levadura. Dios nos dice que saquemos toda la levadura fuera de las casas antes de que salgamos a observar la Pascua (Éxodo 12:15). Luego tenemos que remover todas esas cosas como la harina con levadura, la levadura, el polvo de hornear, la soda y el pan de las repisas, hornos y refrigeradores, etc. Debemos limpiar los hornos tostadores, las repisas y lugares donde estas cosas se guardaron, cocinaron o comieron. Esto es un ejercicio físico y no debemos ocuparnos tanto con esto que olvidemos la verdadera razón de la Pascua y los Días de los Panes sin Levadura.

 

Se nos dice que debemos comer panes sin levadura durante siete días (Éxodo 12:17-20). Por lo tanto, no comamos pan, o galletas, o bizcochos porque contienen levadura. La levadura es una sustancia que hace que se alce la comida. Una vez que se incluye la levadura en otra cosa, se convierte en parte de la cosa completa.

 

Cristo murió en un miércoles por la tarde. Estuvo en la tumba 3 días y 3 noches, justamente como la Señal de Jonás nos dice. Ve el artículo ¿Quién es Jesús? [CB2].Cristo se levantó de los muertos a una hora tardía del Sábado semanal. Él ascendió o fue al cielo en las 9 en punto de la mañana del domingo. Jesucristo fue aceptado como el sacrificio perfecto. Cada año, durante la Fiesta de los Panes sin Levadura, observamos la Ofrenda de la Gavilla Mecida a las 9h00 del domingo, para conmemorar este acontecimiento (Lev. 23:10-14).

 

La Gavilla Mecida no es un Día Santo, y podemos regresar a casa a seguir con nuestras actividades normales después del servicio de las 9 en punto. Desde la Gavilla Mecida, empezamos a contar 50 días hasta Pentecostés (Lev. 23:15,16). En un calendario podemos enumerar los días desde la Gavilla Mecida, para contar estos 50 días hasta Pentecostés.

 

Hay servicios para cada uno de los siete días de la fiesta de los Panes sin Levadura. El séptimo día de la fiesta es también un Día Santo. Éste cae el 21 de Abib y es considerado como un Sábado (Éxodo 12:15-18; Lev. 23:8, Deut. 16:8).

 

Si una persona no puede observar la Pascua porque está teniendo a un bebé o viajando, él o ella puede celebrar la segunda Pascua que cae un mes después de la primera Pascua (Números 9:6-13).

 

Alrededor del tiempo en que observamos la Pascua, nos enteramos que muchas iglesias observan la Semana Santa (las Pascuas Floridas). Vamos a hablar de esta Semana Santa en otro artículo porque allí aprendemos que es un festival pagano para el dios Ishtar. La Pascua se cambió a la Semana Santa en el segundo siglo cuando hubo un argumento en la Iglesia acerca de la fecha de la Cena del Señor. Este acontecimiento se llegó a conocer como la Controversia Cuartodecimana. Cuarto décima significa catorceavo. Sin embargo, sabemos bien que no todos los Cristianos estaban de acuerdo con esto y algunos siguieron observando la fecha correcta de la Cena del Señor, como la conocemos hoy en día.

 

Pentecostés

 

Pentecostés describe la segunda cosecha. Representa a los elegidos. Esta gente son aquellos a quienes Dios llama ahora y aquellos quienes fueron llamados durante sus vidas, pero que ya fallecieron. Ellos entienden el plan de Dios y obedecen todo lo que Él les dice que deban hacer. Como se mencionó anteriormente, Pentecostés se cuenta a partir de la Gavilla Mecida y sucede el día 50 después de la Gavilla Mecida. Por lo tanto, también cae en domingo. Eso nos muestra que Dios nos da un periodo de jubileo de 50 años en nuestra vida para comprender completamente Su plan. También contiene siete Sábados completos o perfectos (Lev. 23:15,16, Deut. 16:9).

 

En el año 30 EC, fue el día en que los apóstoles estaban todos unánimes juntos, como Cristo les había dicho que hicieran. A las 9h00 de la mañana, el Espíritu Santo se vino sobre ellos (Hechos 2:14). Los apóstoles fueron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablarles a las masas de gente. Cada persona los escuchó en su lengua materna. Ese día, 3,000 personas fueron bautizadas (Hechos 2:41).

 

En la actualidad, nosotros también vamos a los lugares donde Dios pone Su nombre a observar Pentecostés (Deut. 16:6; Mateo 26:17-19). Es una de las tres veces en el año en que a nosotros se nos ordena tomar una ofrenda (Deut. 16:10). A esta hora, observamos el Sábado semanal y el Día de Pentecostés con el pueblo de Dios. Ambos días se observan como Sábados (Núm. 28:26). Entonces tenemos dos Sábados seguidos y debemos prepararnos para ellos el viernes anterior. Todas nuestras compras y limpieza deben hacerse el viernes. Tal y como la Gavilla Mecida se ofreció a las 9h00, también el servicio (o sacrificio) de Pentecostés comienza a las 9 en punto.

 

Trompetas

 

La primera Luna Nueva del séptimo mes es también el Día de las Trompetas. Se observa como un Sábado y nos juntamos con aquellos quienes creen igual que nosotros (Lev. 23:24,25; Núm. 29:1). Representa la séptima trompeta que se toca y el regreso del Mesías al planeta para reemplazar a Satanás, como la Estrella de Día o el rey del planeta. En esta ocasión, Cristo sí regresará a la tierra con la función de Rey y va a implementar el sistema de Dios de ley y orden. Hay un periodo de tiempo desde que Cristo regresa al planeta hasta que Satanás sea sometido al gran abismo (Apo. 20:1-3).

 

Cuando Cristo regrese al planeta, habrá una reunión con los elegidos. Esto se conoce como la cena de bodas (Apo. 19:7-10). Los evangelios nos dicen acerca de la gente llamada “elegidos”. Algunos de los elegidos se determinan por ser aquellos quienes estén dormidos (1Cor. 15:6,18; 1Tes. 4:13-16; 2Pedro 3:4). Estas personas murieron después de aprender y adorar al Único Dios Verdadero y por haber obedecido las leyes de Dios durante sus vidas. Con ellos estarán los de la Iglesia que todavía vivan cuando regrese el Mesías. Estas personas cambiarán de humanos físicos a seres espirituales (1Cor. 15:51-52). Es igual a la muerte pero va a suceder en un instante. Toda esta gente irá con el Mesías a Jerusalén en su retorno, para ayudarlo a reinar sobre el planeta (ve también Apo. 20:4-6). Serán seres espirituales. Este acontecimiento se refiere como la primera resurrección. La Biblia dice que es una mejor resurrección (Hebreos 11:35).

 

Expiación

 

El décimo día del séptimo mes, observamos el Día de Expiación como un Sábado (Lev. 23:27,28; Núm. 29:7). Representa el atar o encerrar Satanás (Apo. 20:1-3). Éste es otro día en el cual los miembros bautizados de la Iglesia ayunan a partir del anochecer del 9 hasta el anochecer del 10 del séptimo mes (Lev. 23:27-32). Quien sea que no ayune va a ser separado de Dios (Lev. 23:29).

 

Hay un período de tiempo en el cual Satanás es encerrado, cuando el Mesías y los santos asisten en preparar el planeta para el nuevo Milenio, o 1,000 años. La gente debe estar organizada en sus tribus; el templo debe construirse en Jerusalén y algunos de los niños y adultos jóvenes, los cuales no son seres espirituales todavía, van a tener que organizarse para ser reyes y sacerdotes en el sistema milenial.

 

Fiesta de los Tabernáculos o Tiendas de Campaña

 

En el día 15 del séptimo mes (Tishri), celebramos la Fiesta de los Tabernáculos o Tiendas de Campaña. El 15 es un día Sábado y nosotros otra vez nos reunimos con el pueblo de Dios (Lev. 34-35; Núm. 29:12). Es la tercera vez que nos mandan a lugares donde Dios pone Su nombre y tomamos una ofrenda. La tomamos antes del amanecer del día del 15 (Deut. 16:16-17). La Fiesta de las Tiendas de Campaña representa el tiempo cuando Cristo, con todos los santos, va a restaurar el sistema de leyes de Dios en el planeta. Durante 1,000 años, el planeta no tendrá la influencia de Satanás. La gente va a recibir bendiciones, si obedecen la Ley de Dios, pero será maldecida si desobedecen Su Ley.

 

Al cumplir los 1,000 años, Satanás será puesto en libertad el tiempo que fue interrumpido bruscamente antes del Milenio (Apo. 20:7). Otra vez Satanás intentará influenciar a la gente en contra del Único Dios Verdadero (Apo. 20:8). Luego la gente se va a rebelar en contra de la Ley de Dios y del gobierno del Mesías en el planeta. El Mesías y los santos van a eliminar la rebelión por última vez. Todos los malos conceptos, como el mentir, robar, matar, etc., serán tirados en al lago de fuego. Se quemarán y servirán como conmemoración para todos (Apo. 20:10). Le recordará a toda la gente que todas estas cosas malas están ahora destruidas.

 

Algunos creen que esto es el fuego del infierno y que las almas de las personas que no obedezcan a Dios se quemarán para siempre. Pero esto no es verdad. Nuestro Dios es un Dios misericordioso y Él no dejaría a nadie sufrir para siempre.

 

Ya que Dios creó todas las cosas, Él también puede destruir a seres. Tal y como Jesucristo fue un ser espiritual que reencarnó como humano, Satanás y la hueste caída serán humanizados (Isaías 14:16; Ezequiel 28:16-19). Ellos (Satanás y la hueste caída) tendrán la oportunidad de convertirse en seres espirituales, como todos aquellos que vivieron sin conocer el camino de Dios. Sin embargo, no tendrán el mismo puesto de trabajo o cargo que tenían antes de la rebelión.

 

El Último Gran Día

 

El Último Gran Día se observa como un Sábado (Lev. 23:36; Núm. 29:35). Representa la segunda resurrección. Sucede después de que se cumplan los 1,000 años (Apo. 20:5). Es una resurrección a la corrección o enseñanza (Juan 5:19). Todos los muertos van a revivir o existir con 20 años de edad.  ¡Imagínate eso! Aún los que murieron como bebés, o los ancianos, van a tener 20 años de edad cuando sean resucitados. Tendrán dos periodos de jubileo, o 100 años, para aprender el camino de Dios y a seguirlo (Isaías 65:20). Dios no quiere que nadie perezca (1Pedro 3:9; 1Timoteo 2:4; Tito 2:11) o muera la segunda muerte. No habrá ninguna resurrección después de la segunda muerte. Como Dios creó todas las cosas, nos puede parecer que todos los humanos descendientes de Adán y Eva y de la hueste caída podrán tomar un lugar en el gobierno de Dios.

 

Habrá un nuevo cielo y tierra, pero ya no habrá mares (Apo. 21:1). La Nueva Jerusalén bajará de los cielos de Dios (Apo. 21:10). No habrá ni sol ni luna, porque la gloria de Dios nos dará luz, y el cordero (Cristo) será la lámpara de la ciudad. El templo tiene 12 portillas y toda la gente de la tierra entrará al templo por una de ellas, cada una representando a una tribu y a un apóstol. Dios será todo en todos (1 Corintios 15:28; Efesios 4:6); El Hombre y la Hueste trabajarán juntos en el plan de Dios. La Biblia no aclara cual sería la siguiente etapa del plan. Dios nos lo aclarará cuando sea el momento en que debamos saberlo.

 

Mucha gente cree que se han eliminado las Fiestas y los Días Santos mencionados en la Biblia. Algunas veces se conocen como Días Santos hebreos o judíos, pero fueron otorgados a Israel, y Judá es sólo una de las tribus de Israel. Algunas personas creen que el plan de Dios para la humanidad terminó cuando Jesucristo fue crucificado. Pero Su muerte fue el primer acontecimiento en el plan para regresar al hombre al lado de Dios después del pecado de Adán y Eva. Por lo tanto, sabemos que con su muerte y resurrección, Jesucristo fue el primero de los primeros frutos en unirse a Dios.

 

Cada Fiesta representa una parte del plan de Dios que está todavía ocurriendo, así que debemos observarlas. Dios concedió las Fiestas a Cristo y Cristo nos las otorgó a nosotros. Cristo y los apóstoles observaron todos los Sábados, las Lunas Nuevas y las Fiestas (Col. 2:16). Durante dos mil años, la Iglesia ha observado los Sábados, las Lunas Nuevas y las Fiestas. Y en el Milenio, también las naciones van a observar los Sábados, las Lunas Nuevas y las Fiestas (Isaías 66 23; Zacarías 14:16-19).

 

Las Fiestas son ocasiones para regocijarse. Podemos anhelar el momento en que Cristo regrese y el planeta sea restaurado al Único Dios Verdadero. Para entonces, todos observarán las mismas Fiestas y Días Santos que Nuestro Padre nos encomienda. 

 

 

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