Iglesias Cristianas de Dios

 

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Santificación del Templo

de Dios

 (Edición 2.0 19980307-20000408-20071110)

 

 

Israel fue ordenado a santificar el Templo antes de la Pascua. Hubo un proceso de santificación conduciendo hasta la Pascua. En algunos casos, la Pascua fue de hecho demorada porque esta santificación no se hizo correctamente. El significado del proceso tiene implicaciones serias para la Cristiandad.

 

 

 

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Santificación del Templo de Dios

 


Antes de la Pascua, recibimos instrucciones de guardar el primer día de Nisan como un día de asamblea solemne (vea el artículo La Luna y el Año Nuevo [213]).

 

La restauración del culto del Dios vivo comienza con la Casa de Dios y del sacerdocio. La preparación principia de 1 Nisan.

 

La historia de Ezequías demuestra que el Templo a menudo decayó en suciedad. Cuando él empuñó el cetro, él empezó su restauración del primer día del año sagrado.

 

2Crónicas 29:1-11 Comenzó a reinar Ezequías a los veinticinco años de edad, y reinó veintinueve años en Jerusalén. El nombre de su madre era Abías, hija de Zacarías. 2 E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David, su padre. En el primer año de su reinado, en el mes primero, abrió las puertas de la casa de Jehová y las reparó. 4 Hizo venir a los sacerdotes y levitas, los reunió en la plaza oriental 5 y les dijo: ¡Oídme, levitas! Santifica os ahora, y santificad la casa de Jehová, el Dios de vuestros padres; saca del santuario la impureza. 6 Porque nuestros padres se han rebelado y han hecho lo malo ante los ojos de Jehová, nuestro Dios; porque le dejaron, apartaron sus rostros del tabernáculo de Jehová y le volvieron las espaldas. 7 Y aun cerraron las puertas del pórtico, apagaron las lámparas y no quemaron incienso ni sacrificaron holocausto en el santuario al Dios de Israel. 8 Por tanto, la ira de Jehová ha venido sobre Judá y Jerusalén, y los ha entregado a turbación, espanto y burla, como veis vosotros con vuestros ojos. 9 Por eso nuestros padres han caído a espada, y nuestros hijos, nuestras hijas y nuestras mujeres fueron llevados cautivos. 10 Ahora, pues, yo he determinado hacer pacto con Jehová, el Dios de Israel, para que aparte de nosotros el ardor de su ira. 11 Hijos míos, no os engañéis ahora, porque Jehová os ha escogido a vosotros para que estéis delante de él y le sirváis, seáis sus ministros y le queméis incienso. (RV)

 

Ezequías comenzó con la Casa de Dios y con los sacerdotes de la casa de Dios porque está donde el problema surgió en primer lugar. Él empezó del Este porque estaba donde el príncipe debió entrar al santuario y eso tiene un aspecto simbólico en relación con el Mesías y el Espíritu Santo.

 

2Crónicas 29:16-19 Después entraron los sacerdotes dentro de la casa de Jehová para limpiarla. Sacaron toda la impureza que hallaron en el templo de Jehová al atrio de la casa de Jehová; y de allí los levitas la llevaron fuera al torrente Cedrón. 17 Comenzaron a santificarse el día primero del mes primero, y a los ocho del mismo mes vinieron al pórtico de Jehová; y santificaron la casa de Jehová en ocho días, y en el día dieciséis del mes primero terminaron. 18 Entonces fueron ante el rey Ezequías y le dijeron: Ya hemos limpiado toda la casa de Jehová, el altar del holocausto y todos sus instrumentos, y la mesa de la proposición con todos sus utensilios. 19 Asimismo hemos preparado y santificado todos los utensilios que en su infidelidad había desechado el rey Acaz, cuando reinaba; y ahora están delante del altar de Jehová. (RV)

 

La restauración tuvo que tener lugar porque el proceso en curso no estaba vigente, y el Templo se había vuelto profanado. El sacerdocio fue la causa principal de este error en la nación y la parte norteña de la nación estaba en cautividad virtual por eso.

 

La santificación fue rendida muy difícil porque el estado del Templo y del sacerdocio se había vuelto tan impuro. Era la responsabilidad del rey asegurar que los Levitas no le permitieron esto de ocurrir. Ezequías fue traído para rectificar este asunto.

 

Habían santificado la casa del Señor en ocho días; Pero los tomó dieciséis días para hacer una santificación completa y así es que fueron dos días retrasados para la Pascua. Ofrecieron los sacrificios de la nación pero fue todavía muy tarde.

 

2Crónicas 29:20-33 El rey Ezequías se levantó de mañana, reunió los principales de la ciudad y subió a la casa de Jehová. 21 Y presentaron siete novillos, siete carneros, siete corderos y siete machos cabríos para expiación por el reino, por el santuario y por Judá. Y dijo a los sacerdotes hijos de Aarón que los ofrecieran sobre el altar de Jehová. 22 Mataron, pues, los novillos, y los sacerdotes recibieron la sangre y la esparcieron sobre el altar; mataron luego los carneros, y esparcieron la sangre sobre el altar; asimismo mataron los corderos y esparcieron la sangre sobre el altar. 23 Después hicieron llevar delante del rey y de la multitud los machos cabríos para la expiación, y pusieron sobre ellos sus manos; 24 los sacerdotes los mataron e hicieron ofrenda de expiación con la sangre de ellos sobre el altar, para reconciliar a todo Israel; porque por todo Israel mandó el rey hacer el holocausto y la expiación. 25 Puso también levitas en la casa de Jehová con címbalos, salterios y arpas, conforme al mandamiento de David, de Gad, vidente del rey, y del profeta Natán, porque aquel mandamiento procedía de Jehová por medio de sus profetas. 26 Y los levitas estaban con los instrumentos de David, y los sacerdotes con trompetas. 27 Entonces mandó Ezequías sacrificar el holocausto en el altar; y cuando comenzó el holocausto, comenzó también el cántico de Jehová, con las trompetas y los instrumentos de David, rey de Israel. 28 Toda la multitud adoraba, los cantores cantaban y los trompeteros tocaban las trompetas; todo esto duró hasta consumirse el holocausto. 29 Cuando esto terminó, se inclinó el rey y todos los que con él estaban, y adoraron. 30 Entonces el rey Ezequías y los príncipes dijeron a los levitas que alabaran a Jehová con las palabras de David y de Asaf, el vidente; y ellos alabaron con gran alegría, se inclinaron y adoraron. 31 Luego Ezequías dijo: Vosotros os habéis consagrado ahora a Jehová; acercaos, pues, y presentad sacrificios y alabanzas en la casa de Jehová. Y la multitud presentó sacrificios y alabanzas; y todos los generosos de corazón trajeron holocaustos. 32 El número de los holocaustos que trajo la congregación fue de setenta bueyes, cien carneros y doscientos corderos, todo para el holocausto de Jehová. 33 Y las ofrendas fueron seiscientos bueyes y tres mil ovejas. (RV)

 

No sólo si hubieran dejado el Templo decaer en un estado inadecuado, el número de sacerdotes fue también pocos y los Levitas tuvieron que ayudarlos. Los Levitas fueron de hecho más rectos de corazón que los sacerdotes. Esto ha sido el caso en el siglo veinte.

 

2Crónicas 29:34-36 Pero como los sacerdotes eran pocos y no bastaban para desollar los holocaustos, sus hermanos los levitas les ayudaron, hasta que acabaron la obra, y hasta que los demás sacerdotes se santificaron, pues los levitas estaban más dispuestos a santificarse que los sacerdotes. 35 Así, pues, hubo abundancia de holocaustos, con la grasa de las ofrendas de paz y libaciones para cada holocausto. De este modo se restableció el servicio de la casa de Jehová. 36 Y se alegró Ezequías con todo el pueblo de que Dios hubiera preparado al pueblo; porque la cosa fue hecha rápidamente. (RV)

 

Dios restauró a Judá sin previo aviso. Cuando Dios actúa, se hace según Su voluntad en Su cronometraje. Dios preparó al pueblo. No fue solamente el acto de las personas mismas.

 

El rey y la congregación tomaron la decisión de celebrar la Pascua en el segundo mes tan provisto en la ley (vea el artículo El Momento de la Crucifixión y de la Resurrección [159]).

 

2Crónicas 30:1-6  Después Ezequías envió mensajeros por todo Israel y Judá, y también escribió cartas a Efraín y a Manasés, para invitarlos a la casa de Jehová, en Jerusalén, a fin de celebrar la Pascua a Jehová, Dios de Israel. 2 Pues el rey había consultado con sus príncipes y con toda la congregación en Jerusalén, para celebrar la Pascua en el mes segundo; 3 porque entonces no la podían celebrar, por cuanto no había suficientes sacerdotes santificados, ni el pueblo se había reunido en Jerusalén. 4 Esto agradó al rey y a toda la multitud. 5 Y determinaron hacer pasar pregón por todo Israel, desde Beerseba hasta Dan, para que vinieran a celebrar en Jerusalén la Pascua a Jehová, Dios de Israel; porque en mucho tiempo no la habían celebrado al modo que está prescrito. 6 Salieron, pues, mensajeros con cartas de parte del rey y de sus príncipes por todo Israel y Judá, como el rey lo había mandado, que decían: Hijos de Israel, volveos a Jehová, el Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, y él se volverá al resto que ha quedado de manos de los reyes de Asiría. (RV)

 

Los asirios habían derrotado a los israelitas y las tribus norteñas fueron matadas en gran número. Judá llamó a Israel al arrepentimiento celebrando la Pascua y santificándose, pero las diez tribus no harían eso. Si hiciesen ellos así, otra vez habrían regresado a Israel. No hicieron eso y, como consecuencia, fueron en cautividad más allá del Araxes.

 

La mayor parte de los restos de las tribus, mayormente de Efraín y Manasés, y de Zabulón, ridiculizaron a Judá cuando fueron pedidos arrepentirse.

 

No obstante, allí congregaron un gran número de judíos y una cierta cantidad de las tribus de Isacar, y Manasés, y Zabulón vino a Jerusalén y se humilló ante Dios (2Crónicas 30:9-11).

 

2Crónicas 30:13-20 Se reunió en Jerusalén mucha gente para celebrar la fiesta solemne de los Panes sin levadura en el mes segundo; fue una gran reunión. 14 Y levantándose, quitaron los altares que había en Jerusalén; quitaron también todos los altares de incienso, y los echaron al torrente Cedrón. 15 Entonces sacrificaron la Pascua, a los catorce días del mes segundo; y los sacerdotes y los levitas, llenos de vergüenza, se santificaron y trajeron los holocaustos a la casa de Jehová. 16 Y tomaron su lugar en los turnos de costumbre, conforme a la ley de Moisés, varón de Dios; y los sacerdotes esparcían la sangre que recibían de manos de los levitas. 17 Porque había muchos en la congregación que no estaban santificados, y por eso los levitas sacrificaban la Pascua por todos los que no se habían purificado, a fin de santificarlos para Jehová. 18 Porque una gran multitud del pueblo de Efraín y Manasés, y de Isacar y Zabulón, no actuaron conforme a lo que está escrito, pues comieron la Pascua sin haberse purificado. Pero Ezequías oró por ellos diciendo: Jehová, que es bueno, sea propicio a todo aquel que ha preparado su corazón para buscar a Dios, 19 a Jehová, el Dios de sus padres, aunque no esté purificado según los ritos de purificación del santuario. 20 Jehová oyó a Ezequías, y sanó al pueblo. (RV)

 

Dios hizo esta sanación a instancia de los líderes espirituales de Israel.

 

2Crónicas 30:21-22 Así los hijos de Israel que estaban en Jerusalén celebraron la fiesta solemne de los Panes sin levadura por siete días con grande gozo; y glorificaban a Jehová todos los días los levitas y los sacerdotes, cantando con instrumentos resonantes a Jehová. 22 Y habló Ezequías al corazón de todos los levitas que habían mostrado buena disposición en el servicio de Jehová. Comieron de lo sacrificado en la fiesta solemne por siete días, ofreciendo sacrificios de paz, y dando gracias a Jehová, el Dios de sus padres. (RV)

 

Vemos, aquí, que la fiesta de la Pascua fue siete días con servicios.

 

2Crónicas 30:23-26 Y toda aquella asamblea determinó que celebraran la fiesta por otros siete días; y la celebraron otros siete días con alegría. 24 Porque Ezequías, rey de Judá, había dado a la asamblea mil novillos y siete mil ovejas; y también los príncipes dieron al pueblo mil novillos y diez mil ovejas; y muchos sacerdotes ya se habían santificado. 25 Se alegró, pues, toda la congregación de Judá, como también los sacerdotes y levitas, y toda la multitud que había venido de Israel; asimismo los forasteros que habían venido de la tierra de Israel, y los que habitaban en Judá. 26 Hubo entonces gran regocijo en Jerusalén, porque desde los días de Salomón hijo de David, rey de Israel, no había habido cosa semejante en Jerusalén. (RV)

 

La santificación del sacerdocio hoy es hecha con un sacrificio – a saber, Jesucristo. (Ver el artículo El Mesías y la Novilla Roja [216]).

 

La restauración comenzó con la santificación del Templo como la Casa de Dios y se extendió a lo largo del sacerdocio y los Levitas hasta la nación. Luego, de la Pascua, la nación fue purificada de su idolatría.

 

2Crónicas 31:1-12  Hechas todas estas cosas, todos los de Israel que habían estado allí salieron por las ciudades de Judá, quebraron las estatuas, destruyeron las imágenes de Asera y derribaron los lugares altos y los altares por todo Judá y Benjamín, así como en Efraín y Manasés, hasta acabarlo todo. Después regresaron todos los hijos de Israel a sus ciudades, cada uno a su posesión. 2 Arregló Ezequías la distribución de los sacerdotes y de los levitas conforme a sus turnos, cada uno según su oficio sacerdotal o levítico, para ofrecer el holocausto y las ofrendas de paz, para que ministraran, dieran gracias y alabaran dentro de las puertas de los atrios de Jehová. 3 El rey contribuyó de su propia hacienda para los holocaustos de la mañana y de la tarde, y para los holocaustos de los sábados, nuevas lunas y fiestas solemnes, como está escrito en la ley de Jehová. 4 Mandó también al pueblo que habitaba en Jerusalén que diera la porción correspondiente a los sacerdotes y levitas, para que ellos se dedicaran a la ley de Jehová. 5 Cuando este edicto fue divulgado, los hijos de Israel dieron muchas primicias de grano, vino, aceite, miel, y de todos los frutos de la tierra; trajeron asimismo en abundancia los diezmos de todas las cosas. 6 También los hijos de Israel y de Judá, que habitaban en las ciudades de Judá, dieron del mismo modo los diezmos de las vacas y de las ovejas; y trajeron los diezmos de lo santificado, de las cosas que habían prometido a Jehová, su Dios, y los depositaron en montones. 7 En el mes tercero comenzaron a apilar aquellos montones, y terminaron en el mes séptimo. 8 Cuando Ezequías y los príncipes vinieron y vieron los montones, bendijeron a Jehová y a su pueblo Israel. 9 Entonces preguntó Ezequías a los sacerdotes y a los levitas acerca de esos montones. 10 Y el Sumo sacerdote Azarías, de la casa de Sadoc, le contestó: Desde que comenzaron a traer las ofrendas a la casa de Jehová, hemos comido y nos hemos saciado, y nos ha sobrado mucho, porque Jehová ha bendecido a su pueblo; y ha quedado esta abundancia de provisiones. 11 Por tal motivo mandó Ezequías que prepararan depósitos en la casa de Jehová. Los prepararon, 12 y en ellos metieron fielmente las primicias, los diezmos y las cosas consagradas. Nombraron a cargo de ello al levita Conanías, el principal, y Simei, su hermano, fue el segundo. (RV)

 

Por fe en el sistema de diezmo, el sacerdocio es alimentado. Si seguimos la ley de Dios, Dios nos protegerá.

 

De la restauración de la Pascua que siguió la santificación, las ofrendas diarias y los Sábados, las Lunas Nuevas y los Días Sagrados fueron observados. Los diezmos y las ofrendas fueron dados y las personas prosperaron en las cosechas del tercer mes (el Pentecostés) y del séptimo mes (los Tabernáculos) y hubo abundancia sobrante para ser almacenado en los cuartos de la Casa de Dios.

 

El séptimo año, era la responsabilidad de las personas proveer bastante mediante ofrendas voluntarias para el funcionamiento de la obra de Dios.

 

Hubo siete grandes Pascuas de la Biblia (ver el artículo Las Siete Grand Pascuas de la Biblia [107]) y diez referencias o instancias significativas de observancias de la fiesta (Éxodo 12:28; Números 9:5; Josué 5:10; 2Crónicas 30:13-15; 2Reyes 23:22 (2Crónicas 35:1); Esdras 6:19; Mateo 26:17; Lucas 2:41; Juan 2:13; 6:4).

 

El primer proceso para la Pascua es, sin embargo, la santificación y principia el primer día del primer mes, lo cual es un día de asamblea solemne. Es un día de importancia, como veamos del Génesis 8:13.

 

Hay seis acontecimientos principales que comenzaron en el primer día del primer mes. Este calendario por mucho tiempo precedió la ley en Sinaí.

 

El primer acontecimiento fue la restauración de la Tierra bajo Noé y el secamiento de las aguas permitiéndole las cubiertas ser removidas del arca. Este concepto entero hace unos disparates de las así llamada leyes Noahide (de los hijos de Noé) de los fariseos y nosotros nos ocuparemos de estos asuntos separadamente.

 

Génesis 8:13 Sucedió que en el año seiscientos uno de Noé, en el mes primero, el primer día del mes, las aguas se secaron sobre la tierra; y quitó Noé la cubierta del arca, miró y vio que la faz de la tierra estaba seca. (RV)

 

Dios restauró el planeta del primer día del primer mes – ahora vemos qué tan importante el Abib (Nisan) es en el plan de Dios. Vea el artículo El Vegetarianismo y la Biblia [183] para el sistema de diezmo de los primeros frutos desde Adán.

 

El siguiente acontecimiento principal fue la instalación del tabernáculo por Moisés (Éxodo 40:2).

 

Éxodo 40:1-17 Luego Jehová habló a Moisés y le dijo: 2 En el primer día del mes primero harás levantar el Tabernáculo, el Tabernáculo de reunión; 3 pondrás en él el Arca del testimonio y la cubrirás con el velo. 4 Meterás la mesa y la pondrás en orden; meterás también el candelabro y encenderás sus lámparas. 5 Pondrás el altar de oro para el incienso delante del Arca del testimonio y colgarás la cortina a la entrada, delante del Tabernáculo. 6 Después pondrás el altar del holocausto ante la entrada del Tabernáculo, del Tabernáculo de reunión. 7 Luego pondrás la fuente entre el Tabernáculo de reunión y el altar, y la llenarás de agua. 8 Finalmente, alrededor levantarás el atrio y colgarás la cortina a la entrada del atrio. 9 Después tomarás el aceite de la unción, ungirás el Tabernáculo y todo lo que está en él; lo santificarás con todos sus utensilios, y será santo. 10 Ungirás también el altar del holocausto y todos sus utensilios; santificarás el altar, y será un altar santísimo. 11 Asimismo ungirás la fuente y su base, y la santificarás. 12 Luego llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del Tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua. 13 Harás vestir a Aarón las vestiduras sagradas, lo ungirás y lo consagrarás, para que sea mi sacerdote. 14 Después harás que se acerquen sus hijos, y los vestirás con túnicas; 15 los ungirás como ungiste a su padre, y serán mis sacerdotes. Su unción les conferirá un sacerdocio perpetuo a lo largo de sus generaciones. 16 Moisés hizo conforme a todo lo que Jehová le mandó. Así lo hizo. 17 En el primer mes del año segundo, el día primero del mes, fue erigido el Tabernáculo. (RV)

 

Vemos aquí a lo ominoso del bautismo y de las ropas blancas lavadas en la sangre de Jesucristo, lo cual santificó y estableció el tabernáculo o el Templo y las vasijas para su uso.

 

Así, la restauración y la santificación del sacerdocio y del Templo comienzan el primer día del primer mes. El período de catorce días es la purificación del Templo.

 

Esta restauración de Ezequías comenzó en el primer día del primer mes designado Abib o Nisan (2Crónicas 29:17).

 

La siguiente restauración fue la partida de Esdras (Esdras 7:9) para la restauración del segundo Templo. El dejamiento de las esposas forasteras fue también efectuado como una parte de la restauración en este mismo día bajo Esdras (Esdras 10:17). La importancia de esto es porque las esposas eran idólatras y somos las prometidas de Cristo adentro y como el Templo.

 

Ezequiel requiere que este día sea el día del sacrificio del Templo y del novillo (Ezequiel 45:18).

 

Ezequiel 45:16-25 Todo el pueblo de la tierra estará obligado a dar esta ofrenda para el gobernante de Israel. 17 Pero al gobernante corresponderá proveer para el holocausto, el sacrificio y la libación en las fiestas solemnes, en las lunas nuevas, en los sábados y en todas las fiestas de la casa de Israel; él dispondrá la expiación, la ofrenda, el holocausto y las ofrendas de paz, para hacer expiación por la casa de Israel. 18 Así ha dicho Jehová, el Señor: El mes primero, el día primero del mes, tomarás de la vacada un becerro sin defecto y purificarás el santuario. 19 El sacerdote tomará de la sangre de la expiación y pondrá sobre los postes de la casa, sobre los cuatro ángulos del descanso del altar y sobre los postes de las puertas del atrio interior. 20 Así harás el séptimo día del mes para los que pecaron por error y por engaño, y harás expiación por la casa. 21 El mes primero, a los catorce días del mes, tendréis la Pascua, fiesta de siete días; se comerá pan sin levadura. 22 Aquel día el gobernante ofrecerá por sí mismo y por todo el pueblo de la tierra, un becerro en sacrificio por el pecado. 23 Y en los siete días de la fiesta solemne ofrecerá como holocausto a Jehová siete becerros y siete carneros sin defecto, uno cada día de los siete días; y por el pecado ofrecerá un macho cabrío cada día. 24 Con cada becerro ofrecerá ofrenda de un efa, y con cada carnero, un efa; y por cada efa, un hin de aceite. 25 En el mes séptimo, a los quince días del mes, en la fiesta, hará como en estos siete días en cuanto a la expiación, en cuanto al holocausto, en cuanto al presente y en cuanto al aceite. (RV)

 

Vemos aquí que los siete días de los Panes sin Levadura principian en 15 de Nisan.

 

Este templo futuro de Ezequiel incluirá la restauración de los Sábados, las Lunas Nuevas y las Fiestas.

 

Las Lunas Nuevas se ven claramente como y con los Sábados como días inhábiles de culto en el sistema bíblico.

 

Ezequiel 46:1-6 Así ha dicho Jehová, el Señor: La puerta del atrio interior que mira al oriente estará cerrada los seis días de trabajo, y el sábado se abrirá; y se abrirá también el día de la luna nueva. 2 El gobernante entrará por el camino del portal de la puerta exterior, y estará en pie junto al umbral de la puerta mientras los sacerdotes ofrecen su holocausto y sus ofrendas de paz, y adorará junto a la entrada de la puerta. Después saldrá, pero no se cerrará la puerta hasta la tarde. 3 Asimismo adorará el pueblo del país delante de Jehová, a la entrada de la puerta, en los sábados y en las lunas nuevas. 4 El holocausto que el gobernante ofrecerá el sábado a Jehová será de seis corderos sin defecto y un carnero sin tacha; 5 y por ofrenda, un efa con cada carnero; y con cada cordero una ofrenda conforme a sus posibilidades, y un hin de aceite con el efa. 6 Pero el día de la luna nueva ofrecerá un becerro sin tacha, de la vacada, y seis corderos y un carnero; deberán ser sin defecto. (RV)

 

Así, las Lunas Nuevas tienen que ser observadas como días inhábiles y el comienzo del proceso de santificación del Templo empezó con la primera Luna Nueva del año, la cual era la Luna Nueva de Abib. Este proceso de santificación luego continuó hasta el séptimo día del primer mes que fue la santificación para esos que eran simples o en el error y no se pudieron santificar. Así todo Israel luego podría participar en la Pascua. Si el sacerdocio no hizo eso correctamente, como fue el caso con la restauración de Ezequías, la segunda Pascua tuvo que ser celebrada.

 

La segunda Pascua es mencionada en el Números 9:6-13.

 

Números 9:6-13 Pero ocurrió que algunos estaban impuros a causa de un muerto, y no pudieron celebrar la Pascua aquel día. Aquellos hombres se presentaron ese mismo día delante de Moisés y delante de Aarón, 7 y les dijeron: Nosotros estamos impuros a causa de un muerto. ¿Por qué seremos impedidos de presentar la ofrenda a Jehová a su debido tiempo con los demás hijos de Israel? 8 Moisés les respondió: Esperad, y oiré lo que ordena Jehová acerca de vosotros. 9 Entonces Jehová dijo a Moisés: 10 Habla a los hijos de Israel, y diles: Cualquiera de vosotros o de vuestros descendientes que esté impuro a causa de un muerto, o esté de viaje lejos, celebrará la Pascua a Jehová. 11 La celebrarán el segundo mes, el día catorce del mes, al atardecer; con panes sin levadura y hierbas amargas la comerán. 12 No dejarán nada del animal sacrificado para la mañana, ni le quebrarán ningún hueso; conforme a todos los ritos de la Pascua la celebrarán. 13 Pero el que esté limpio y no se encuentre de viaje, si deja de celebrar la Pascua, la tal persona será eliminada de en medio de su pueblo. Tal hombre cargará con su pecado, por cuanto no ofreció a su debido tiempo la ofrenda de Jehová. (RV)

 

Cada persona debe celebrar la Pascua y debe prepararse. Si un miembro bautizado es adecuado y no en un viaje y no celebra la Pascua, él o ella debe ser segado y quitado de su pueblo. La respuesta apropiada en las eras de la iglesia es de ser removido de la iglesia.

 

Esta preparación comienza con el primer día de Abib como un día solemne de fiesta (ver Salmo 81:3-5).

 

El sacerdocio del Templo observó las Lunas Nuevas como Sábados durante el período entero del Templo hasta su destrucción en 70 EC (Era corriente). Josephus (Josefo) registra esto en su obra The Wars of the Jews (Las guerras de los judíos) (Libro V, C. V, 7). Ezequiel demuestra que la Luna Nueva es considerada como un Sábado o un día inhábil (como vemos de Ezequiel 46:1 y también de Amós 8:5 donde ningún comercio fue admitido). Isaías demuestra que las Lunas Nuevas serán guardadas en el sistema milenario bajo Mesías (Isaías 66:23).

 

La Luna Nueva del primer mes es el comienzo necesario del proceso de santificación del Templo.

 

El Templo de Dios como la Iglesia

La pregunta luego surge: ¿Cómo somos nosotros, la iglesia, santificados?

 

La santificación se origina de Dios.

 

Éxodo 31:13 Tú hablarás a los hijos de Israel y les dirás: "En verdad vosotros guardaréis mis sábados, porque es una señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico. (RV)

 

Así, los Sábados del Señor son una señal que el Señor nos santifica.

 

Los primogénitos de Israel son santificados.

 

Éxodo 13:2 Conságrame todo primogénito. Todo lo que abre la matriz entre los hijos de Israel, tanto de los hombres como de los animales, mío es. (RV)

 

Pero vemos que todo Israel es de hecho santificado.

 

Éxodo 19:10-14 y Jehová le dijo: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana. Que laven sus vestidos 11 y estén preparados para el tercer día, porque al tercer día Jehová descenderá a la vista de todo el pueblo sobre el monte Sinaí. 12 Señalarás límites alrededor del pueblo, y dirás: "Guardaos, no subáis al monte ni toquéis sus límites; cualquiera que toque el monte, de seguro morirá". 13 No lo tocará mano alguna, porque será apedreado o muerto a flechazos; sea animal o sea hombre, no quedará con vida. Cuando resuene la bocina, subirán al monte. 14 Descendió, pues, Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo y ellos lavaron sus vestidos. (RV)

 

Moisés podría ir a la montaña pero la gente no lo puede hacer. Nosotros en la Iglesia podemos ir atrevidamente antes del trono de Dios pero ellos quien no son llamados segun la volutad del padre en ese tiempo, no pueden hacer esto. Sin embargo, nosotros de la iglesia, oramos y ayunamos por los no bautizados y ellos en ignorancia, especialmente en el dia 7 de Abib. Esto que piden los miembros bautizados de la iglesia es fijado en el cielo y la tierra. Eso que piden los no bautizados es usado para llevarlos al bautismo y al recivimiento del espiritu santo si cae dentro el plano de dios. El  distinción entre Moises y la congregacion de Israel ayuda para ilustrar ese distinción entre los elegidos y el gente de las naciones.

 

Que hay una secuencia de santificación. El primogénito de Israel es santificado y luego Israel mismo es santificado íntegramente para encontrar la cara de Dios o el ángel de la Presencia que conocemos como Jesucristo.

 

El Templo es santificado del primer día del primer mes porque somos ese Templo.

 

1Corintios 3:16-17 ¿Acaso no sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios está en vosotros? 17 Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es. (RV)

 

El Templo es el templo en el cual Dios mora mediante el Espíritu Santo.

 

1Corintios 6:19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual habéis recibido de Dios, y que no sois vuestros?, (RV)

 

Entonces luego el Templo físico anheló el Templo espiritual, cual templo somos. El Templo físico no tiene derecho a participar del altar del cual participamos, siendo participantes de Cristo. Moisés anheló a Cristo y su casa, la cual nosotros somos.

 

Hebreos 3:1-6 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considera al apóstol y Sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús, 2 el cual es fiel al que lo constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios. 3 Porque de tanta mayor gloria que Moisés es estimado digno este, cuanta mayor honra que la casa tiene el que la hizo. 4 Toda casa es hecha por alguien; pero el que hizo todas las cosas es Dios. 5 Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir; 6 pero Cristo, como hijo, sobre su casa. Y esa casa somos nosotros, con tal que retengamos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza. (RV)

 

Así, somos el grupo familiar de Dios siendo del grupo familiar de Cristo.

 

El grupo familiar del rey está destinado a convertirse en elohim, como el ángel de Yahovah en nuestra cabeza (Zacarías 12:8).

 

Zacarías 12:8 En aquel día Jehová defenderá al habitante de Jerusalén; el que entre ellos sea débil, en aquel tiempo será como David, y la casa de David será como Dios, como el ángel de Jehová que va delante de ellos. (RV)

 

Así, la santificación del Templo físico mira hacia la santificación del templo espiritual y, entonces, es la responsabilidad de toda persona santificarse a sí misma del primer día del primer mes para la Pascua.

 

En el séptimo día del primer mes, toda persona debe santificarse a sí misma para los simples y los erróneos de la nación a fin de que todos puedan vivir para Dios en Cristo (vea el artículo Santificación de los Simples y Erróneos [291]). Hebreos sigue adelante:

 

Hebreos 3:7-19 Por eso, como dice el Espíritu Santo: Si oís hoy su voz, 8 no endurezcáis vuestros corazones como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, 9 donde me tentaron vuestros padres; me pusieron a prueba y vieron mis obras cuarenta años. 10 Por eso me disgusté contra aquélla generación y dije: "Siempre andan vagando en su corazón y no han conocido mis caminos". 11 Por tanto, juré en mi ira: "No entrarán en mi reposo".12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón tan malo e incrédulo que se aparte del Dios vivo. 13 Antes bien, exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: «Hoy», para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado, 14 porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio. 15 Por lo cual dice: Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones como en la provocación. 16 ¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, lo provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés? 17 ¿Y con quiénes estuvo él disgusta do cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? 18 ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron? 19 Y vemos que no pudieron entrar a causa de su incredulidad. (RV)

 

Las citas aquí eran de la Septuaginta del Salmo 95:7b-11.

 

Así, el descanso de Dios es derivado de la libertad del pecado en rebelión. Yerran en sus corazones y ellos no han conocido los caminos de Dios.

 

Así, el proceso de santificación no es uno de purificación exterior sino uno de purificación interior. Eso es lo más duro de todo.

 

Las cosas materiales son santificadas ungiendo (Éxodo 40:9-11). Sin embargo, el Señor nos santifica (Éxodo 31:13; Levítico 20:8; 21:8; 22:9). El altar santifica el regalo.

 

Éxodo 29:37 Durante siete días harás expiación por el altar y lo santificarás; será un altar santísimo: cualquier cosa que toque el altar quedará santificada. (RV)

 

Los utensilios que sirven el altar se vuelven también santos y lo que fuere que los toque.

 

Éxodo 30:29 Así los consagrarás, y serán cosas santísimas; todo aquello que los toque será santificado. (RV)

 

Sin embargo, es el tabernáculo que es santificado por la presencia de Dios (Éxodo 29:43).

 

Éxodo 29:43 Allí me reuniré con los hijos de Israel, y el lugar será santificado con mi gloria. (RV)

 

Éxodo 40:34-35 Entonces una nube cubrió el Tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el Tabernáculo. 35 Moisés no podía entrar en el Tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba. (RV)

 

Así, la presencia de Dios es la cosa que santifica el Templo y lo hace sagrado. Así, la presencia de Dios en los elegidos, como el Espíritu Santo, y el cuerpo del Mesías, como el Templo de Dios, son sagrados en todo sus aspectos. Hace a quienes vienen en contacto con eso santos.

 

Así, el cuerpo de Cristo como el Templo de Dios debe ser santificado antes de tomar la Pascua. Por eso el primer día del primer mes es el comienzo del proceso de santificación. Este proceso de purificación, santificación, ofrenda y conmemoración dura 21 días.

 

Antes de la Pascua Cristo purificó este Templo como una advertencia y un signo para nosotros que también tenemos que purificar el Templo para ser dignos de compartir el sacrificio del Mesías que es su cuerpo y su sangre. Los días de la purificación del templo son de los que se trató en el artículo El Momento de la Crucifixión y de la Resurrección [159].

 

Todas las Escrituras acerca de santificación y la legislación de la purificación (diga, por ejemplo, en Levítico 21:1-23) se relacionan a, y miran adelante hacia, los conceptos de la muerte y la vida en la resurrección. Así, los aspectos de salud de la cuarentena son secundarios a los conceptos de la vida y la muerte a través del bautismo y del arrepentimiento y la inducción en el cuerpo de Cristo a través del Espíritu Santo.

 

Así es que también Dios ordenó y santificó a los profetas y los elegidos antes de que fuesen formados en el vientre al igual que con Jeremías (Jeremías 1:5).

 

Efesios 1:3-4  Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de él. (RV)

 

Por esto, somos elegidos y santificados.

 

1Pedro 1:2 elegidos según el previo conocimiento de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas. (RV)

 

Y, por lo tanto, participantes de la naturaleza divina (2Pedro 1:2-4). A través del amor de Cristo, somos llenos de Dios.

 

Efesios 3:19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. (RV)

 

Dios asimismo santifica Israel a través de Cristo como un ejemplo para los Gentiles cuando Su santuario estará entre ellos eternamente (Ezequiel 37:28). Ese ejemplo es ahora, pero no será completamente comprendido hasta el regreso del Mesías.

 

Todos nosotros recibimos gracia según el don de Cristo.

 

Efesios 4:7 Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. (RV)

 

Recibimos este don para el perfeccionamiento de todos nosotros.

 

Efesios 4:12-16  a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. 14 Así ya no seremos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error; (RV)

 

Si confesamos nuestros pecados, él perdona nuestros pecados.

 

1Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. (RV)

 

Él puede librar nosotros de caer y presentarnos antes de Dios en ese día (Judas 1). Él que santifica y nosotros quienes somos santificados son todos de un origen y por esto es que no está avergonzado de llamarnos hermanos.

 

Hebreos 2:11 porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos, (RV)

 

Somos santificados en la verdad en el amor. Para nuestros bienes, Cristo se santificó y asimismo debemos santificarnos también en la verdad, la cual es la palabra de Dios (Juan 17:17).

 

Hechos 26:15-18 nos muestra la santificación de la oscuridad bajo Satanás hasta la luz y el perdón y la herencia entre ellos que son santificados por la fe.

Hechos 26:15-18 Yo entonces dije: "¿Quién eres, Señor?" Y el Señor dijo: "Yo soy Jesús, a quien tú persigues. 16 Pero levántate y ponte sobre tus pies, porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto y de aquellas en que me apareceré a ti, 17 librándote de tu pueblo y de los gentiles, a quienes ahora te envío 18 para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados" (RV)

 

Así, cuando somos perseguidos, Cristo es perseguido. Él llama a quien Dios le da para ejecutar el trabajo y cada uno de nosotros es santificado por la fe. Debemos darnos a cada otro y no sólo como socios pero como los elegidos.

 

Efesios 5:25-27 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviera mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa y sin mancha. (RV)

 

Esta santificación está extendida por nuestras acciones a los Gentiles como parte del Templo de Dios.

 

Romanos 15:16 para ser ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que los gentiles le sean como ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo. (RV)

 

Y fueron santificados en Cristo Jesús y llamados para ser santos (1Corintios 1:2; Ref. Colosenses 2:11; 1 Tesalonicenses 4:3; 5:23; 2Tes. 2:13-14).

 

1Corintios 6:11 Y esto erais algunos de vosotros, pero ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro Dios. (RV)

 

Debemos ser santificados con Cristo para el propósito de Dios (2Timoteo 2:21).

 

2Timoteo 2:21 Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor y dispuesto para toda buena obra. (RV)

 

Hebreos 9:14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? (RV)

 

Somos consagrados por la sangre del cordero y nosotros hemos salido de la gran tribulación.

 

Apocalipsis 7:13-17 Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido? 14 Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación; han lavado sus ropas y las han blanqueado en la sangre del Cordero. 15 Por eso están delante del trono de Dios y lo sirven día y noche en su templo. El que está sentado sobre el trono extenderá su tienda junto a ellos. 16 Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno, 17 porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los guiará a fuentes de aguas vivas. Y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. (RV)

 

Cristo hizo esto por una ofrenda de una vez por todas y él por siempre nos perfeccionó quienes somos santificados (ver Hebreos 13:12,21).

 

Hebreos 10:10-14  En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. 11 Ciertamente, todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados. 12 Pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios. 13 Allí estará esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies. 14 Y así, con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. (RV)

 

Así, ya no ofrecemos sacrificio pero, por nuestro servicio y nuestro culto, nosotros ofrecemos ofrendas y sacrificios espirituales, los cuales son recibidos arriba por el concejo como ofrendas colectivas.

 

Apocalipsis 5:8-10 Cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Todos tenían arpas y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos. 9 Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje, lengua, pueblo y nación; 10 nos has hecho para nuestro Dios un reino y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. (RV)

 

Así, el proceso de santificación del Templo es no menos importante que el acto de tomar parte del Templo porque cada persona debe ponerse adecuada en el Espíritu Santo para participar del cuerpo y de la sangre de Cristo. También la responsabilidad doble descansa sobre ellos de santificar esos que erran y no están aún fuertes e informados en la fe para emprender el proceso por ellos mismos.

 

El primer día y el séptimo día del primer mes son tan integrales a la Pascua como los Días de la Pascua y de los Panes sin Levadura mismos.

 

Los primeros elementos sin embargo son la responsabilidad del individuo y del ministerio. La Pascua y la Fiesta de los Panes sin Levadura son la responsabilidad colectiva de la Iglesia, como el Templo, en el culto activo y colectivo de Dios.

 

Estos días han estado descuidados demasiado tiempo. Es hora para la restauración de estos días hacia su importancia correcta en la estructura del plan de Dios y Su sistema de adoración.

 

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