Iglesias Cristianas de Dios
[190]
Preparándose para
la Pascua
(Edición
2.0 18011997-13021999-18012008)
La Pascua es el período más
importante en el calendario de la Iglesia. La preparación para tomar parte en
la Pascua es un problema central para cada cristiano. Muchos no se prepararon
para tomar la Pascua correctamente a través de los años y han pagado por el
error, o la falta de diligencia, con sus vidas espirituales.
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1997, 1999, 2008 Wade Cox)
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Preparándose Para la Pascua
Como veremos mas adelante, se nos ordena
prepararnos nosotros mismos para la Pascua. La acumulación durante el período
de preparación culmina en la Cena del Señor y es otra vez conmemorada en la
comida de la Noche a Ser Muy Recordada. En primer lugar, la Cena del Señor
representa la comisión de los elegidos como el Israel espiritual. En segundo
lugar, la comida de Éxodo 12 representa la salvación de todos los que toman
refugio en Cristo como parte de la nación de Israel, siendo salvados por el
sacrificio de Cristo, como el cordero sacrificado esa tarde para ellos.
Pablo dijo de la Cena del Señor:
1 Corintios 11:23-32 Porque yo recibí del Señor lo
que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado,
tomó pan; 24 y habiendo dado gracias, lo
partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido;
haced esto en memoria de mí. 25 Asimismo tomó
también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto
en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de
mí. 26 Así, pues, todas las veces que
comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta
que él venga. 27 De manera que cualquiera que
comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del
cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Por tanto, pruébese
cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. 29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del
Señor, juicio come y bebe para sí. 30 Por lo cual hay
muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. 31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; 32 más siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos
condenados con el mundo. (RV)
Comer el cuerpo y beber la sangre del Mesías en una
manera indigna es profanar el cuerpo y la sangre del Señor. Él que hace esto
sin discernir el cuerpo bebe juicio para sí.
¿Qué significa esto? Tenemos que tomar el cuerpo y
la sangre de Cristo en una manera digna. Estamos también para discernir el
Cuerpo.
Aquí, se presentan dos órdenes: La primera es
preparase para tomar la Cena del Señor en una manera digna; Y la segunda es
discernir el Cuerpo.
Discerniendo el Cuerpo
Examinemos la segunda orden primero, llamada,
discernir el cuerpo.
El texto dice: “Porque el que come y bebe
indignamente, sin discernir el cuerpo del señor, juicio come y bebe para si”. Sin
embargo, el término realmente es: “Porque el que come y bebe juicio para sí,
come y bebe sin discernir el cuerpo " (Vea Marshall's
Greek-English Interlinear). El juicio es krima, y el término discernir
el cuerpo es diakrinõn to sõma. La palabra diakrinõn significa
separar o hacer una distinción. Puede significar preferir o
separar a uno del resto. Aquí está en el sentido de determinar, dar
juicio o decidir una disputa (vea New Thayer's Greek-English Lexicon, p. 138). También puede significar personas retirándose
de la verdadera sociedad de cristianos (ibid.). El sõma aquí es el
cuerpo y es usado tanto en hombres como en animales. Puede ser un cadáver o el
cuerpo de un hombre, o de un animal ofrecido en sacrificio (vea también Heb.
13:11; Ex. 29:14; Y Num. 19:3 LXX). También puede ser el Templo del Espíritu
Santo (vea también a Thayer's, ibid., p. 611).
El sentido en el cual la distinción es hecha aquí
en Corintios es en relación al texto en 1 Corintios 11:18-22.
1 Corintios 11:18-22 Pues en primer
lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y
en parte lo creo. 19 Porque es preciso
que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre
vosotros los que son aprobados. 20 Cuando, pues, os
reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor. 21 Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar
su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga. 22 Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y
bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen
nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo. (RV)
Las facciones
(aireseis, es decir herejías) son permitidas entre nosotros
para mostrar quién es aprobado (dokimoi) entre nosotros por Dios.
El discernimiento del cuerpo es la determinación de
esa parte del cuerpo, que es genuino entre las facciones o herejías,
llamadas sectas, que pretenden enseñar la palabra de Dios. La palabra herejía
no es usada en un sentido negativo en el Nuevo Testamento (Vea el Apéndice para
el papel Herejía en la Iglesia
Apostólica (No. 89)). Es usada de los fariseos (Hechos 15:5) y los
saduceos (Hechos 5:17), y de la Iglesia misma; (Hechos 24:5; 26:5; 28:22).
Solamente significa escoger y, por lo tanto, ser parte de una elección,
pero es traducido secta en español. En los últimos tiempos, el termino herejía
ha venido a significar aquello que no
está de acuerdo con el sistema ortodoxo, pero ese no era su significado
original. Aquí correctamente significa dividir la palabra de Dios e identificar
a aquellos que son propiamente parte del Cuerpo de Cristo y que comparten la
Cena del Señor en la manera correcta, a su debido tiempo y de forma adecuada.
Hay muchas
administraciones (diakoniõn) pero solo un Señor, y muchas operaciones
diferentes (diaireseis energematõn) pero el mismo Dios operando todas
las cosas. (1 Cor. 12:5). Así debemos examinar que cada una de las
administraciones y operaciones que dicen ser del cuerpo y comparten sólo con
aquellos que son del verdadero Cuerpo de Cristo, aunque no todos son del mismo
grupo o administración o ministerio. Dios obra todo esto. Sin embargo, debemos
discernir el Cuerpo y debemos compartir la Cena del Señor con el verdadero
Cuerpo en el Espíritu verdadero bajo un Señor y Único Dios Verdadero.
Pruebas antes de la Pascua
En el período de preparación
para la Pascua, Dios nos permite ser puestos a prueba y ser probados. Todos somos traídos a un punto
donde reflexionamos sobre nuestra condición espiritual. Dios no hace esto al
mismo tiempo pues la mayoría de las personas no podrían soportar la exposición.
Cada año es despojada un poco más de la fachada y se nos hace vencer. Este
proceso es rara vez agradable. Durante este período, el Adversario trata de
atacarnos y desalentarnos. Todos nosotros deberíamos recordar que el período es
de prueba y superación – de mejora y crecimiento.
El problema en nuestra sociedad moderna es que las
personas han sido educadas en el error del evangelio de riqueza y salud. Estar
enfermo o ser pobre indica una débil relación con Dios. La adversidad es tomada
como indicativo del hecho que Dios no nos bendice. Sin embargo, Dios nos
permite ser probados para corregirnos y traernos al poder espiritual y no a la
riqueza material. Él también castiga a las naciones de este modo, y durante
largos períodos.
Examinemos cómo Dios iba a tratar con Judá y
Jerusalén, en el Libro de Ezequiel. Cuando esto fue escrito -hay que recordar-
Israel ya había pasado bastante tiempo en el cautiverio, por algunos siglos, y
Judá regreso del cautiverio y fue restablecido. Pero las profecías de Ezequiel
le concernieron a otro y futuro cautiverio y prueba.
Ezequiel 5:1-17 Y tú, hijo de hombre, tómate un cuchillo agudo, toma
una navaja de barbero, y hazla pasar sobre tu cabeza y tu barba; toma después
una balanza de pesar y divide los cabellos. 2 Una tercera parte quemarás a fuego en medio de la ciudad, cuando se
cumplan los días del asedio; y tomarás una tercera parte y la cortarás con
espada alrededor de la ciudad; y una tercera parte esparcirás al viento, y yo
desenvainaré espada en pos de ellos. 3 Tomarás también de allí unos pocos en número, y los atarás en la falda
de tu manto. 4 Y tomarás otra vez
de ellos, y los echarás en medio del fuego, y en el fuego los quemarás; de allí
saldrá el fuego a toda la casa de Israel. 5 Así ha dicho Jehová el Señor: Esta es Jerusalén; la puse en medio de las
naciones y de las tierras alrededor de ella. 6 Y ella cambió mis decretos y mis ordenanzas en impiedad más que las
naciones, y más que las tierras que están alrededor de ella; porque desecharon
mis decretos y mis mandamientos, y no anduvieron en ellos. 7 Por tanto, así ha dicho Jehová: ¿Por haberos
multiplicado más que las naciones que están alrededor de vosotros, no habéis
andado en mis mandamientos, ni habéis guardado mis leyes? Ni aun según las
leyes de las naciones que están alrededor de vosotros habéis andado. 8 Así, pues, ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo
estoy contra ti; sí, yo, y haré juicios en medio de ti ante los ojos de las
naciones. 9 Y haré en ti lo que
nunca hice, ni jamás haré cosa semejante, a causa de todas tus abominaciones. 10 Por eso los padres comerán a los hijos en medio
de ti, y los hijos comerán a sus padres; y haré en ti juicios, y esparciré a
todos los vientos todo lo que quedare de ti. 11 Por tanto, vivo yo, dice Jehová el Señor, ciertamente por haber
profanado mi santuario con todas tus abominaciones, te quebrantaré yo también;
mi ojo no perdonará, ni tampoco tendré yo misericordia. 12 Una tercera parte de ti morirá de pestilencia y
será consumida de hambre en medio de ti; y una tercera parte caerá a espada
alrededor de ti; y una tercera parte esparciré a todos los vientos, y tras ellos
desenvainaré espada. 13 Y se cumplirá mi
furor y saciaré en ellos mi enojo, y tomaré satisfacción; y sabrán que yo
Jehová he hablado en mi celo, cuando cumpla en ellos mi enojo. 14 Y te convertiré en soledad y en oprobio entre
las naciones que están alrededor de ti, a los ojos de todo transeúnte. 15 Y serás oprobio y escarnio y escarmiento y
espanto a las naciones que están alrededor de ti, cuando yo haga en ti juicios
con furor e indignación, y en reprensiones de ira. Yo Jehová he hablado. 16 Cuando arroje yo sobre ellos las perniciosas
saetas del hambre, que serán para destrucción, las cuales enviaré para
destruiros, entonces aumentaré el hambre sobre vosotros, y quebrantaré entre
vosotros el sustento del pan. 17 Enviaré, pues, sobre vosotros hambre, y bestias feroces que te
destruyan; y pestilencia y sangre pasarán por en medio de ti, y enviaré sobre
ti espada.
Yo Jehová he hablado. (KJV)
De este texto seguimos a la destrucción de
Jerusalén, la cual no debía ocurrir hasta 70 d.C. Esta destrucción debía
ocurrir de acuerdo con la profecía y el plazo asignado para los eventos de Dios
(ref. La
Señal de Jonás y la Historia de la Reconstruccion del Templo (No. 13) y Linea
de la Cronologia de la Era (No. 272))
De la profecía, vemos que la Iglesia tenía una
parte para jugar en esta actividad. El cabello representaba a la gente de la
nación de Judá. El cabello fue dividido en tres partes. Una tercera parte debía
ser destruida durante el asedio. Otra tercera parte era destruida por los
efectos de la persecución y la guerra, y la tercera parte restante debía ser
esparcida y perseguida con espada.
La pequeña porción de cabello que fue guardada en
el dobladillo de la prenda eran las personas de la Iglesia del Mesías que
fueron perseguidas por Judá hasta 63 d.C. cuando Santiago, hermano de Cristo y
obispo de Jerusalén, fue martirizado. La Iglesia escapó a Pella bajo Simeón, el
joven primo de Cristo, quien para entonces había crecido para suceder a Santiago
como líder de la Iglesia y convertirse en uno de los Desponsyni o los
que Pertenecen al Señor (ref. el papel La Virgen Mariam y
la Familia de Cristo (No. 232))
De la dispersión, la Iglesia misma debió
esparcirse, y la Fe introducida a Israel de Judá como fue profetizado. Vemos
que Dios debió tratar con Judá y Jerusalén porque habían cambiado las Leyes y
habían convertido los juicios de Dios en maldad (Ez. 5:6). Habían distorsionado
las Leyes con tradiciones y habían contaminado el santuario con ídolos y
prácticas y costumbres extranjeras; Y fueron enviados al cautiverio. Su
pensamiento fue tan adverso que cuando el ejército romano rodeó Jerusalén el 1
Nisan de 70 d.C. exactamente cuarenta años después de la muerte del Mesías, las
facciones realmente en guerra peleaban con las demás. Peleaban mientras los
romanos estaban acampados alrededor de ellos. Josefo dice efectivamente que lo
que hicieron los romanos no fue peor para ellos que lo que se hicieron unos a
otros.
En todo esto, la Iglesia fue protegida en gran
medida, excepto los líderes. Muchos de ellos habían sufrido una adversidad
horrenda especialmente en Judea, y colecciones tenían que ocuparse de las
iglesias fuera de Jerusalén para ayudar a la Iglesia de Jerusalén. Cada uno de
los Apóstoles, salvo Juan, fueron arrestados ser martirizados, y cada uno de
las sedes principales martirizó a sus líderes por siglos. Dios le permitió a
todos los líderes claves de la iglesia ser matados, excepto a Juan.
En Ezequiel 6:1-14 vemos que el destino de Israel
profetizado.
Ezequiel 6:1-14 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2 Hijo de hombre, pon tu rostro hacia los montes
de Israel, y profetiza contra ellos. 3 Y dirás: Montes de Israel, oíd palabra de Jehová el Señor: Así ha dicho
Jehová el Señor a los montes y a los collados, a los arroyos y a los valles: He
aquí que yo, yo haré venir sobre vosotros espada, y destruiré vuestros lugares
altos. 4 Vuestros altares
serán asolados, y vuestras imágenes del sol serán quebradas; y haré que caigan
vuestros muertos delante de vuestros ídolos. 5 Y pondré los cuerpos muertos de los hijos de Israel delante de sus
ídolos, y vuestros huesos esparciré en derredor de vuestros altares. 6 Dondequiera que habitéis, serán desiertas las
ciudades, y los lugares altos serán asolados, para que sean asolados y se hagan
desiertos vuestros altares; y vuestros ídolos serán quebrados y acabarán,
vuestras imágenes del sol serán destruidas, y vuestras obras serán
deshechas. 7 Y los muertos
caerán en medio de vosotros; y sabréis que yo soy Jehová. 8 Más dejaré un resto, de modo que tengáis entre
las naciones algunos que escapen de la espada, cuando seáis esparcidos por las
tierras. 9 Y los que de
vosotros escaparen se acordarán de mí entre las naciones en las cuales serán
cautivos; porque yo me quebranté a causa de su corazón fornicario que se apartó
de mí, y a causa de sus ojos que fornicaron tras sus ídolos; y se avergonzarán
de sí mismos, a causa de los males que hicieron en todas sus
abominaciones. 10 Y sabrán que yo soy
Jehová; no en vano dije que les había de hacer este mal. 11 Así ha dicho Jehová el Señor: Palmotea con tus
manos, y golpea con tu pie, y di: ¡Ay, por todas las grandes abominaciones de
la casa de Israel! porque con espada y con hambre y con pestilencia
caerán. 12 El que esté lejos
morirá de pestilencia, el que esté cerca caerá a espada, y el que quede y sea
asediado morirá de hambre; así cumpliré en ellos mi enojo. 13 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando sus muertos
estén en medio de sus ídolos, en derredor de sus altares, sobre todo collado
alto, en todas las cumbres de los montes, debajo de todo árbol frondoso y
debajo de toda encina espesa, lugares donde ofrecieron incienso a todos sus
ídolos. 14 Y extenderé mi mano
contra ellos, y dondequiera que habiten haré la tierra más asolada y devastada
que el desierto hacia Diblat; y conocerán que yo soy Jehová. (KJV)
Preparándose para la Cena del
Señor
Ahora vamos a examinar la
primera de las dos órdenes: Prepararse para la Cena del Señor.
Es obvio que nadie puede solamente tomar la Cena
del Señor. Requiere preparación y el desarrollo de una relación correcta con
Dios.
A menudo esto se toma como un medio de escape por
algunos, en que sienten que no son lo suficientemente buenos para tomar la Cena
del Señor. Esto es en sí mismo una contradicción en términos. Ser lo
suficientemente buenos para tomar una comida que solo era necesaria por el
hecho que éramos pecadores y recibimos salvación por la gracia quiere decir que
nunca seremos lo suficientemente buenos para calificar a tomar la Cena
del Señor. Sin embargo, habiendo puesto nuestras manos en el arado debemos
comer el cuerpo y beber la sangre del Mesías o no entraremos en el Reino de
Dios. Cristo dijo:
Juan 6:53-58 Jesús les dijo: De cierto, de
cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre,
no tenéis vida en vosotros. 54 El que come mi
carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día
postrero. 55 Porque mi carne es verdadera
comida, y mi sangre es verdadera bebida. 56 El que come mi
carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. 57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que
me come, él también vivirá por mí. 58 Este es el pan que
descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el
que come de este pan, vivirá eternamente. (RV)
Muchas personas se desprendieron del Mesías después
de este comentario. No entendieron el significado del asunto. No podemos entrar
en el Reino de Dios sin tomar la Cena del Señor. Este sacramento tiene muchos
requisitos.
El requisito
primario es ser bautizado. Si no somos bautizados, estamos muertos en nuestros
pecados y seremos consignados a la Segunda Resurrección. Ésta es la
resurrección de krisis o el juicio. Somos juzgados y corregidos allí por
lo que sabemos. No es suficiente abstenerse del bautismo ahora o aplazarlo a
una fecha posterior, ya que somos juzgados por lo que sabemos y cómo actuamos
dentro de ese conocimiento. Así, algunos de los que postergan su bautismo serán
corregidos por ese hecho en la Segunda Resurrección.
Ahora examinaremos la secuencia paso a paso para
que cada uno de nosotros pueda llevar a cabo nuestra propia salvación en temor
y temblor (Fil. 2:12).
Si no somos
bautizados, debemos prepararnos para el bautismo. Si somos bautizados, debemos
revisar nuestro bautismo y lo que significa. Estudie el papel Arrepentimiento
y
Bautismo (No. 52) y los
papeles auxiliares:
·
Pasos para Vencer el Pecado (No. 11);
·
Libertad y Responsabilidad (No. 9);
·
La Relación Entre la Salvación por Gracia y la
Ley (No. 82);
·
Los Sacramentos de la Iglesia (No. 150).
Nos ha sido dado el Espíritu Santo como un anticipo de
nuestra redención como un hijo de Dios. ¿Qué significa eso? Estudie los papeles
El Espíritu Santo (No. 117) y Consubstancial con el Padre (No. 81)
Ahora debemos prepararnos para la Pascua, habiéndonos
vuelto elegibles para compartir la Cena del Señor.
¿Cuándo es la Pascua? Estudie el papel El Calendario de Dios (No. 156) y los papeles
auxiliares:
·
Tishri en Relación al Equinoccio (No. 175);
·
Jeroboam y el Calendario Hillel (No. 191).
¿Cual es el simbolismo que la Pascua tiene en la
Biblia? ¿Cual es el plan? Estudie el papel Las Siete Grandes Pascuas de la Biblia (No.
107)
¿Cual es la estructura de la Pascua? Estudie el papel La Pascua (No. 98) y también el papel La Noche a Ser Muy Observada (No.
101)
¿Cual es el simbolismo de la Cena del Señor? Estudie
los papeles El Significado del Lavamiento de
Pies (No. 99) y El Significado del Pan y el Vino (No. 100)
La Pascua es la primera de las ofrendas de la Fiesta. Malaquías
dice que la señal del regreso al Señor, es que el diezmo es pagado (Mal.
3:6-12).
Malaquías 3:6-12
Porque
yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos. 7 Desde los días de vuestros padres os
habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me
volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué
hemos de volvernos? 8 ¿Robará
el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos
robado? En vuestros diezmos y ofrendas. 9 Malditos
sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. 10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya
alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si
no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición
hasta que sobreabunde. 11 Reprenderé
también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni
vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. 12 Y todas las naciones os dirán
bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos. (RV)
La cena del Señor es el sacramento del regreso a Dios.
El diezmo es una señal física de ese regreso. ¿Hemos establecido nuestra
relación con Dios sobre una base solida? ¿Hemos pagado nuestros diezmos, y
tenemos una ofrenda lista para la primera de las tres temporadas de Fiesta?
Recuerde, sólo hay tres ofrendas al año. Cada ofrenda es en el comienzo de la
Fiesta, ya sea de Pascua o de Pentecostés o de Tabernáculos. Estudie el papel Diezmando (No. 161) y los papeles auxiliaries:
·
Procedimientos para la Cena del Señor (No.
103B);
· Guardando las Fiestas (No. 56);
·
El Primer Mandamiento: El Pecado de Satanás
(No. 153);
·
El Pecado de Onan (No. 162);
·
La Ley y el Primer Mandamiento (No. 253);
·
La Ley y el Cuarto Mandamiento (No. 256).
Ahora debemos estar en la Pascua listos para
compartir la Cena de Señor. Estudie el papel La Cena del Señor
(No. 103)
Los
siguientes papeles son de importancia en el momento apropiado durante la Fiesta
de la Pascua y los Panes sin Levadura. La Ofrenda de la Gavilla Mecida debe ser
dada a las 9 a.m. el domingo dentro de la Fiesta de Panes sin Levadura.
¿Cómo llevo Dios a Israel en la Pascua? Estudie
el papel Moisés y los Dioses de Egipto
(No. 105)
¿Cómo
fue vencido el pecado? Estudie los papeles:
·
La Vieja y La Nueva Levadura (No. 106a);
·
La Ofrenda de la Gavilla Mecida (No. 106b);
Enlaces en la Historia de la Salvación:
Los Cinco Megilloth
¿Cómo guarda relación la
historia de Ester con la salvación de Israel? Este texto es normalmente leído en la fiesta de Purim por
los judíos. Sin embargo, su claro contenido Mesiánico y su papel en la
salvación de Judá son apropiadamente un texto de la Pascua. El Cantar de los
Cantares es usualmente leído para la Pascua, ya que retrata la adhesión de
Israel al Todopoderoso en los ojos del adorador judío. Sin embargo, cuando
estudiamos el Cantar de los Cantares, vemos que es una historia del Mesías y su
relación con la mujer, que es su prometida. Esta mujer es vista por Judá como
el cuerpo físico de Israel, pero es más apropiadamente el cuerpo espiritual que
es la Iglesia. Por lo tanto, el Cantar de los Cantares es el enlace entre la
Pascua y el Pentecostés. El Libro de Rut es el texto para el Pentecostés o Shevuoth.
Representa al humilde prosélito Moabita, que dejó a su gente para vivir en
pobreza en Israel y que se convirtió en el antepasado de la línea Davídica de
los reyes. Esta historia es de la Iglesia como una nación de reyes y sacerdotes.
Lamentaciones es leído el 9 de Ab o la caída del Templo, y Eclesiastés es leído
en Sukkoth o la Fiesta de Tabernáculos. Estudie el Papel Comentario
Sobre Esther (No. 63)
Esto luego nos lleva a la preparación para
Pentecostés.
Estudie Salmos 1-41 (El Libro Génesis de Salmos).
Esta obra puede ser estudiada del final de Tabernáculos. Estudie El Libro Éxodo
de Salmos para la Pascua y hasta el Pentecostés.
Salmos 42-49: Para la Ruina de Israel.
Salmos 50-60: Para el Redentor (refiérase también
a Salmos 45).
Salmos 62-72: Para la Redención de Israel.
Todos estos Salmos conducen al Pentecostés.
El estudio de los papeles debe ser completado en la secuencia apropiada antes de la Pascua y Los Panes sin Levadura. La responsabilidad para la preparación adecuada para la Pascua descansa sobre el individuo y su relación con Dios a través de Jesucristo en el Espíritu Santo. Nadie más lo puede hacer por nosotros.
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