Iglesias Cristianas de Dios
[064]
Los Siete Espíritus de Dios
(Edición 2.0 24032007-24032007-17042007)
Los Siete Espíritus
de Dios son la clave para entender la salvación del cuerpo de Cristo, el cual
comprende la Iglesia.
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Los Siete Espíritus de Dios
El número siete era
considerado sagrado entre los pueblos semitas y parece haber sido extendido
desde Noé a todas las naciones. Los egipcios tenían el cuatro como sagrado, pero incluso entre su sistema el siete
gradualmente suplanto al cuatro sagrado. En la magia y la medicina el siete es
un número mágico.
El número siete gradualmente fue corrompido bajo el
sistema pagano y en el chamanismo se convirtió en los siete dioses de las
ascensiones del polo mundial o axis mundi (vea el capitulo Misticismo Capitulo 1 Esparciendo
los Misterio de Babilonia (B7_1)).
El significado de la Héptada como un festival
religioso de siete días data del siglo XXIII a.C. en registros cuneiformes (vea
Diccionario del Intérprete de la Biblia, Vol. 3, art. 'Siete', etc., p.
294, Abingdon, 1980). En otras palabras data del tiempo de Noé.
Así
las fiestas de siete días de la Biblia son notadas como estando en operación en
Mesopotamia desde el tiempo de Noé. Por lo tanto las Leyes de Moisés estaban en
operación desde Noé y bajo Sém. Cristo así reforzó las Leyes que le había dado
a Adán y los Patriarcas y que fueron llevadas por Noé al mundo postdiluviano.
Las fiestas de
Trompetas, Expiación y Tabernáculos también ocurren en el séptimo mes y denotan
finalización en las fases del Plan de Dios como se revela en el Calendario
Sagrado.
La fiesta de
las Semanas o Pentecostés (Deut. 16:9) y el Jubileo (Lev. 25:8-10) son todas
basadas en el cuadro de siete, como lo hace el Templo mismo, con la
quincuagésima secuencia representando al lugar santísimo en el Templo físico y
el Templo espiritual, el cual es la Iglesia de Dios.
La
semana de siete días tuvo su origen en los descendientes de Noé en Mesopotamia
y apareció en la teología sumeria y Acadia y la cosmología (ibíd.). Fue asumido
que los siete
planetas, como también fueron llamados,
jugaban una parte en la santidad del número. Sin embargo, pudo solo ser
fácilmente asumido que el número era visto como confiriendo importancia en el
sistema planetario como evidencia de la parte de Dios en la creación. La
corrupción de la estructura religiosa ocurrió de Babilonia y sabemos que
ocurrió en el período postdiluviano de Noé y su hijo Sém.
El
mes lunar y la semana de siete días se reconocen como sistemas independientes y
la semana no se originó del mes lunar en absoluto (ibíd.).
De
la evidencia que tenemos parece ser que la semana fue establecida de la primera
fase del sistema postdiluviano en el tiempo de Noé.
El numero siete y la estructura de siete setenta tuvieron gran
importancia espiritual.
El numero siete juega un papel tan importante en la teología del antiguo
testamento que su explicación es extensiva y compleja.
Es de hecho considerado difícil de separar el uso de siete de sus
implicaciones espirituales para determinar cuándo es usado solamente para
denotar un número específico (ibíd.).
Siete y los sistemas derivados de el son usados en el proceso de la
santificación del sacerdocio y la consagración de los altares (Éx. 29:35-37).
Los sacrificios son a menudo grupos de siete; de hecho fueron apartados como siete
pares de animales limpios desde el principio bajo Noé, y los procesos
sacrificatorios involucran el siete en sus rituales (Gén. 7:2-3; 8:20;
21:28-30; Núm. 28:11; 1Cr. 15:26; Job 42:8). Habían siete altares (Núm. 23:1-2,
4, 14, 29; 2Cr. 29:21). La sangre era rociada siete veces (Lev. 4:6,17; 14:7;
16:14; Núm. 19:4), y el aceite de la unción era rociado siete veces (Lev.
8:11).
Los enseres y decoraciones del Templo eran a menudo siete (1Rey. 7:17
(del texto Masorético); Eze. 40:22,26; cf. Prov. 9:1).
El candelabro de siete brazos, con el arca del pacto, era el objeto
sagrado que alumbraba en el Templo (Éx. 25:31-37; 1Rey. 7:49; Zac. 4:2,11) (Vea
también el papel El Arca del Pacto
(No. 196)).
El concepto de juramentos es atado a siete y siete víctimas humanas eran
usadas para expiar un convenio roto (2Sam. 21:6,9).
Un examen de la historia de Sansón demuestra que era un Nazareo. Vemos
que su pelo fue arreglado en siete guedejas (Jue. 16:13-19). Esta división
simbolizaba los siete elementos del Espíritu de Dios en el hombre.
Estos siete elementos fueron expiados también en la venganza y el
castigo (Gén. 4:24; Éx. 7:25; Lev. 26:18; Prov. 6:31; Dan 4:16, 23,25).
El Ejercito Angelical también fue estructurado en sietes y veremos esto
llevado a través de todo el Plan de Dios (ref. Eze. 9:2; Zac. 4:10; Apo.
15:1,6-8). Trataremos con este aspecto más tarde.
El uso espiritual de siete en vencer los frutos del pecado y el mundo es
visto en los baños de Naaman la cura del sirio, la cual señalaba la salvación
de los gentiles (ref. 2Rey. 5:10).
El concepto es dirigido al bautismo como la liberación del pecado y la
aceptación en el Cuerpo de Cristo, que es el Templo de Dios.
Cristo como el Capitán del Ejercito señaló la derrota del mundo por el
uso de las siete circunvalaciones de Jericó (Jos. 6:4, 8, 13) (vea también el
papel La Caída de Jericó
(No. 142)).
Eliseo realizó una serie de milagros, que fueron vinculados al
simbolismo de la Iglesia. Su séptimo milagro fue el niño resucitado.
El niño resucitado estornudo siete veces y al hacerlo simbolizaba los
Siete Espíritus en resucitar a los muertos a la vida en el poder del Espíritu
Santo de Dios (2Rey. 4:35-37).
El octavo milagro de Eliseo fue dirigido a los profetas mismos. Había
escasez en la tierra, la cual es una de las trece carestías mencionadas en la
Biblia (Gén. 12:10; 26:1; 41:54; 1:1 Ruth; 2Sam. 21:1; 1Rey. 18:2; 2Rey. 4:38;
7:4; 25:3; Neh. 5:3; Jer. 14:1; Lc. 15:14; Hch. 11:28). Trece es el número
asociado con la rebelión y la escasez era la consecuencia del pecado y la
rebelión. Fue el total acumulativo de intentos de Satanás para desestabilizar
el Plan de Dios y fue permitido en esa secuencia.
Uno de los profetas casi envenena al cuerpo de profetas que hacían el
plato de potaje o guiso que Eliseo había ordenado a Gehazi que hiciera. Un
profeta escogió algunas calabazas extrañas y las metió en el estofado y otro reconoció
que había una sustancia venenosa en la olla. Eliseo la limpio colocando comida
en la olla y así removiendo el peligro. Deberían haber sabido todo acerca de
este problema y nunca debería haber ocurrido. El problema es que aquéllos de
los profetas eran la fuente de veneno en la Fe.
El concepto de siete hijos en las Sagradas Escrituras señalaba a los
siete ángeles de las Siete Iglesias y las operaciones de los Siete Espíritus de
Dios. El uso en Ruth señala a Cristo y la Iglesia (Ruth 4:15). El uso en Job
señala a lo físico que el tenia, que fue tomado de el por su pecado y el
reemplazo que recibió como resultado de la fe (Job 1:2; 42:13; Vea también Hch.
19:14).
Los siete están en relación con el octavo que actúa como el instrumento
de Dios como el octavo. Veremos este aspecto ocurrir en relación a Cristo y
porqué ocho es el número de Cristo y su ministerio basado en siete. Cuando
Eliseo pidió dos veces el espíritu de Elías él realizo dos veces el número de
milagros que Elías realizó en dos estructuras de ocho.
Doce es la siguiente fase de terminación en el ministerio.
Job tenía siete hijos y siete mil ovejas. Dios le bendijo y duplicó sus
rebaños y restauró a sus hijos y tres hijas.
Job, capitulo
42:
Respondió Job
a Jehová, y dijo: 2 Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay
pensamiento que se esconda de ti. 3 ¿Quién es el que oscurece
el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no
entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. 4
Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás. 5 De
oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. 6 Por tanto me
aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza.
El principio del arrepentimiento es el conocimiento y el temor a Dios.
7 Y aconteció que después que habló
Jehová estas palabras a Job, Jehová dijo a Elifaz temanita: Mi ira se encendió
contra ti y tus dos compañeros; porque no habéis hablado de mí lo recto, como
mi siervo Job. 8 Ahora, pues, tomaos siete becerros y siete
carneros, e id a mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo
Job orará por vosotros; porque de cierto a él atenderé para no trataros
afrentosamente, por cuanto no habéis hablado de mí con rectitud, como mi siervo
Job. 9 Fueron, pues, Elifaz temanita, Bildad suhita y Zofar
naamatita, e hicieron como Jehová les dijo; y Jehová aceptó la oración de Job. 10
Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos;
y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job. 11 Y
vinieron a él todos sus hermanos y todas sus hermanas, y todos los que antes le
habían conocido, y comieron con él pan en su casa, y se condolieron de él, y le
consolaron de todo aquel mal que Jehová había traído sobre él; y cada uno de
ellos le dio una pieza de dinero y un anillo de oro. 12 Y bendijo
Jehová el postrer estado de Job más que el primero; porque tuvo catorce mil
ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas, 13 y
tuvo siete hijos y tres hijas. 14 Llamó el nombre de la primera,
Jemima, el de la segunda, Cesia, y el de la tercera, Keren-hapuc. 15 Y
no había mujeres tan hermosas como las hijas de Job en toda la tierra; y les
dio su padre herencia entre sus hermanos. 16 Después de esto vivió
Job ciento cuarenta años, y vio a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, hasta
la cuarta generación. 17 Y murió Job viejo y lleno de días.
Aquí vemos catorce mil como la estructura doble de siete en el rebaño
total. El ejercito divino será duplicado a través de las acciones del Espíritu
de Dios en obediencia (vea el papel La Ciudad de Dios (No. 180)).
La siguiente secuencia son los seis mil camellos representando los seis
mil años de la creación inmunda bajo Satanás y a través de cuál Job perdió a
sus hijos rebeldes. Los mil bueyes y las mil asnas representan la última y
limpia fase del sistema milenario de Dios. Hay mil bueyes representando al ejército
limpio y mil representando al ejército humano pero para ser educado, y conjuntamente
representan el sistema de ocho para la última fase.
Job también listo la estructura de un mil como el Gobierno de Dios (Job
3:23).
La Contaminación y la Purificación para la Reconciliación
Los rituales de contaminación y purificación también involucran períodos
de siete días, como los festivales matrimoniales (Jue. 14:12,17; Tob. 11:19).
La Biblia usa periodos de espera de siete días como una prueba de
obediencia, entre otras cosas (Gén. 7:3-4,10; 8:10,12; 1Sam. 10:8; 11:3; Eze.
3:16-17).
La purificación para serios rituales de contaminación duraba siete días
también (Lev. 15:19,28; Núm. 19:11, 14,16).
El arrepentimiento genuino exhibido por Jacob y un deseo por la
conciliación simbolizada por sus siete postraciones progresivas delante de Esaú
y llorando en su cuello (Gén. 33:1-7).
Deuteronomio 28:7,25 manifiesta que los enemigos de Israel huirán por
siete caminos. La frase es una referencia al sistema sumerio de siete
direcciones que fue reemplazado por el sistema de cuatro direcciones que usamos
ahora. Estos cuatro “cuadrantes” fueron simbolizados por el Querubín como los
cuatro Seres Vivientes. Ésta fue la base de los dragones de los cuatro vientos
del Cielo referido por el chino.
Los sistemas conflictivos parecen haber sido usados por el concepto de
los siete ángeles o los Siete Espíritus de Dios a distinción de los cuatro
Seres Vivientes alrededor del Trono de Dios.
El uso de los Setenta es dirigido en la estructura del ejército
divino y la base del siete está atada a ello.
Dios usó el siete como el número de años de plenitud y hambruna para
dirigir la atención de Egipto a su situación (Gén. 41:1-57; Vea también 2Rey.
8:1). José fue el instrumento de profecía que debía tratar con ellos. Dios
colocó a José en Egipto para que pudieran ser testigos de la tribu de
primogenitura de la nación de Israel. La nación de Israel debía convertirse en
el Cuerpo de Cristo a través del tiempo y en la que los gentiles serían
injertados.
Jacob entró en Egipto con los setenta de la familia. Él era la llave del
cuerpo de la Fe y se convirtió en el fundador de la nación que era la herencia
de Cristo. Así los setenta, mas Cristo y Dios, fueron el modelo para Israel y
la Iglesia; ambos bajo Moisés y desde el ministerio de Juan.
Cuando Jacob murió fue embalsamado por cuarenta días y luego Egipto es
registrado teniendo luto por Israel por setenta días (Gén. 50:3).
Los números se relacionan con el ejército divino. El número de ofrendas
funerarias para baal en los mitos Ugariticos eran una serie de setenta
animales. Los dioses de Ugarit son colectivamente llamados como los setenta
hijos de Asera (Interp. Dict., op. cit., p. 295). Así el sistema
de Baal-Astarté se basaba también en los setenta del ejercito divino y el
conflicto fue visto como la lucha entre el sistema de la madre diosa y baal y
el sistema bíblico de los setenta, como se refleja en el sanedrín como los
setenta [dos] y en la iglesia como los setenta [dos] o la Hebdomekonta [duo]
del texto griego de Lucas 10:1,17.
Moisés trató con los dioses de Egipto al final de la permanencia en
Egipto (vea el papel Moisés y los Dios de
Egipto (No. 105)).
En cada una de las tribulaciones de siete años que pueden ser
interrumpidas a la mitad, por la intervención divina consecuente al
arrepentimiento y la misericordia de Dios, o en la ejecución de Su Plan (Dan
7:25; 9:27; 12:7; Lc. 4:25; Stg. 5:17; Apo. 11:2).
La sabiduría de Dios descansa sobre siete pilares. Esa sabiduría luego
llama a los simples para confundir a los poderosos y conferir los atributos de
sabiduría y conocimiento, que resultan de la reverencia o el temor a Dios.
Proverbios
9:1-6 La sabiduría edificó su
casa, Labró sus siete columnas. 2 Mató sus víctimas, mezcló su vino, Y
puso su mesa. 3 Envió
sus criadas; Sobre lo más alto de la ciudad clamó. 4 Dice a cualquier simple: Ven acá. A los
faltos de cordura dice: 5 Venid, comed mi pan, Y bebed del vino que yo he mezclado. 6
Dejad las simplezas, y
vivid, Y andad por el camino de la inteligencia.
Dios permite el fracaso y
la recuperación por el arrepentimiento pero los intencionalmente malvados son
destruidos.
Proverbios
24:16 Porque siete veces cae el justo,
y vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el mal.
Cristo nos dijo que perdonemos setenta veces siete en Mateo 18:22. Esta
figura representa también el período de las setenta semanas de años que Dios
envió a Cristo para rogar con Judá durante la fase completa de construcción y
la operación del sistema del Templo en Daniel 9:25-28 (vea el papel La Señal de Jonás y la
Historia de la Reconstrucción del Templo (No. 13))
Siempre hubo un número significativo en Israel que nunca se había
arrodillado a Baal y que se encontraban numerados como siete mil o cien veces
setenta (1Rey. 19:18; Rom. 11:4).
El Espíritu de Dios en el Hombre
Sabemos que el Espíritu de Dios en el hombre muestra siete
características y esta en siete sectores, como vimos antes de Sansón. Alcanza
sus niveles más altos en forma humana en el Mesías. Sin embargo, esas
características explican sus operaciones.
El Espíritu, como un observador sobre la Tierra, fue predicho por Dios a
través de Zacarías.
Zacarías 3:9
Porque he aquí aquella piedra que puse delante de Josué; sobre esta única
piedra hay siete ojos; he aquí yo grabaré su escultura, dice Jehová de los
ejércitos, y quitaré el pecado de la tierra en un día.
La
referencia es al Mesías, que es Josué, llamado El Cristo
Las
siete facetas y las siete lámparas son explicadas en Zacarías.
Zacarías,
capitulo 4:
Volvió el ángel que hablaba conmigo,
y me despertó, como un hombre que es despertado de su sueño. 2 Y me
dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He mirado, y he aquí un candelabro todo de oro, con
un depósito encima, y sus siete lámparas encima del candelabro, y siete tubos
para las lámparas que están encima de él; 3 Y junto a él dos olivos,
el uno a la derecha del depósito, y el otro a su izquierda. 4 Proseguí
y hablé, diciendo a aquel ángel que hablaba conmigo: ¿Qué es esto, señor mío?
5 Y el ángel que hablaba conmigo respondió y me dijo: ¿No sabes qué es esto?
Y dije: No, señor mío. 6 Entonces respondió y me habló diciendo:
Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con
fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos. 7 ¿Quién
eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura; él
sacará la primera piedra con aclamaciones de: Gracia, gracia a ella. 8 Vino
palabra de Jehová a mí, diciendo: 9 Las manos de Zorobabel echarán
el cimiento de esta casa, y sus manos la acabarán; y conocerás que Jehová de
los ejércitos me envió a vosotros. 10 Porque los que menospreciaron
el día de las pequeñeces se alegrarán, y verán la plomada en la mano de
Zorobabel. Estos siete son los ojos de Jehová, que recorren toda la tierra.
11 Hablé más, y le dije: ¿Qué significan estos dos olivos a la derecha
del candelabro y a su izquierda? 12 Hablé aún de nuevo, y le dije:
¿Qué significan las dos ramas de olivo que por medio de dos tubos de oro
vierten de sí aceite como oro? 13 Y me respondió diciendo: ¿No
sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no. 14 Y él dijo: Estos son
los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra.
El
significado de la profecía es explicado en el papel Comentario
sobre Zacarías (No. 297). Aquí tratamos con el hecho
de los Siete Espíritus de Dios siendo manifestados en siete pares de ojos.
Estos pueden estar conformados por los ángeles de las Siete Iglesias.
Las siete
características del Espíritu son vistas en Isaías.
Isaías,
capitulo 11:
Saldrá una
vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. 2 Y
reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de
inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de
temor de Jehová. 3 Y le hará entender diligente en el temor de
Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus
oídos; 4 sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá
con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su
boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. 5 Y será la
justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.
Los
primeros seis versos del texto en Isaías 11 muestran las características y que
se aplican directamente al Mesías.
1. Sabiduría
y Entendimiento
2. Consejo
y Fuerza
3.
Conocimiento
4. La reverencia de temer (Jehovah [de los Ejércitos] será
fragancia para él)
5. Justicia [Sentencia]
6. Equidad
7. Fidelidad
El
resultado de estos atributos es paz.
Morará el lobo con el cordero, y el leopardo
con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán
juntos, y un niño los pastoreará. 7 La vaca y la osa pacerán, sus
crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. 8 Y
el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado
extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. 9 No harán mal ni
dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de
Jehová, como las aguas cubren el mar.
Éste
es el escenario para Sion, el Monte del Señor Dios, en Jerusalén. Esta profecía
cubre los últimos días en los cuales la raíz de Isaí debe guiar a su pueblo en
el segundo gran éxodo de todas las naciones.
Acontecerá en
aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los
pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa. 11
Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano
para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto,
Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar. 12 Y
levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá
los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra.
En ese
momento el Espíritu de Dios descansara sobre Israel y Judá y estarán en armonía.
13 Y se disipará la envidia de Efraín,
y los enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni
Judá afligirá a Efraín;
Israel
estará en paz y abarcará la tierra de los filisteos incorporando a Gaza.
Ocuparán el Jordán, el cual pasará a formar parte del mayor Israel en paz. La
geografía del Mar Rojo será alterada, aparentemente por la actividad del
terremoto referido en otro sitio y en la profecía Olivet. El Mesías tratará con
Aram hasta el Éufrates y lo romperá en siete canales y los hombres caminarán su
canal seco.
Sino que
volarán sobre los hombros de los filisteos al occidente, saquearán también a
los de oriente; Edom y Moab les servirán, y los hijos de Amón los obedecerán. 15
Y secará Jehová la lengua del mar de Egipto; y levantará su mano con el
poder de su espíritu sobre el río, y lo herirá en sus siete brazos, y hará que
pasen por él con sandalias. 16 Y habrá camino para el remanente de
su pueblo, el que quedó de Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el día
que subió de la tierra de Egipto.
Toda la tierra
que ahora es desde Irak hasta Egipto estará en armonía y paz.
Los siete
canales se refieren a la restricción del Éufrates, donde el trono de Satanás
estaba en Babilonia, en siete corrientes, que le permitió a su pueblo vivir en
paz y tener acceso a la Tierra Santa y al Templo de Dios.
Las Siete Facetas de Oración como el Espíritu de Dios
Las
siete características del Espíritu de Dios son también representadas por la
oración de Salomón como el tipo de Constructor del Templo como hijo de David
(1Rey. 8:29-53) y la de Cristo como el cumplimiento como el constructor del
verdadero Templo de Dios (Mt. 6:9-13) (Vea también El Gobierno de los Reyes
Parte III: Salomón
y la Llave de David (No. 282C))
I Reyes
8:29-53 que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa, sobre
este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí; y que oigas la oración
que tu siervo haga en este lugar. 30 Oye, pues, la oración de tu
siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oren en este lugar, también tú lo oirás
en el lugar de tu morada, en los cielos; escucha y perdona. 31 Si
alguno pecare contra su prójimo, y le tomaren juramento haciéndole jurar, y
viniere el juramento delante de tu altar en esta casa; 32 tú oirás
desde el cielo y actuarás, y juzgarás a tus siervos, condenando al impío y
haciendo recaer su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo para darle
conforme a su justicia. 33 Si tu pueblo Israel fuere derrotado
delante de sus enemigos por haber pecado contra ti, y se volvieren a ti y
confesaren tu nombre, y oraren y te rogaren y suplicaren en esta casa, 34 tú
oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tu pueblo Israel, y los volverás
a la tierra que diste a sus padres. 35 Si el cielo se cerrare y no
lloviere, por haber ellos pecado contra ti, y te rogaren en este lugar y
confesaren tu nombre, y se volvieren del pecado, cuando los afligieres, 36 tú oirás en los cielos, y
perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, enseñándoles el buen
camino en que anden; y darás lluvias sobre tu tierra, la cual diste a tu pueblo
por heredad. 37 Si en la tierra hubiere hambre, pestilencia,
tizoncillo, añublo, langosta o pulgón; si sus enemigos los sitiaren en la
tierra en donde habiten; cualquier plaga o enfermedad que sea; 38 toda
oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel,
cuando cualquiera sintiere la plaga en su corazón, y extendiere sus manos a
esta casa, 39 tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y
perdonarás, y actuarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón
tú conoces (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los
hombres); 40 para que te teman todos los días que vivan sobre la faz
de la tierra que tú diste a nuestros padres. 41 Asimismo el
extranjero, que no es de tu pueblo Israel, que viniere de lejanas tierras a causa
de tu nombre 42 (pues oirán de tu gran nombre, de tu mano fuerte y
de tu brazo extendido), y viniere a orar a esta casa, 43 tú oirás en
los cielos, en el lugar de tu morada, y harás conforme a todo aquello por lo
cual el extranjero hubiere clamado a ti, para que todos los pueblos de la
tierra conozcan tu nombre y te teman, como tu pueblo Israel, y entiendan que tu
nombre es invocado sobre esta casa que yo edifiqué. 44 Si tu pueblo
saliere en batalla contra sus enemigos por el camino que tú les mandes, y
oraren a Jehová con el rostro hacia la ciudad que tú elegiste, y hacia la casa
que yo edifiqué a tu nombre, 45 tú oirás en los cielos su oración y
su súplica, y les harás justicia. 46 Si pecaren contra ti (porque no
hay hombre que no peque), y estuvieres airado contra ellos, y los entregares
delante del enemigo, para que los cautive y lleve a tierra enemiga, sea lejos o
cerca, 47 y ellos volvieren en sí en la tierra donde fueren
cautivos; si se convirtieren, y oraren a ti en la tierra de los que los cautivaron,
y dijeren: Pecamos, hemos hecho lo malo, hemos cometido impiedad; 48 y
si se convirtieren a ti de todo su corazón y de toda su alma, en la tierra de
sus enemigos que los hubieren llevado cautivos, y oraren a ti con el rostro
hacia su tierra que tú diste a sus padres, y hacia la ciudad que tú elegiste y
la casa que yo he edificado a tu nombre, 49 tú oirás en los cielos,
en el lugar de tu morada, su oración y su súplica, y les harás justicia. 50
Y perdonarás a tu pueblo que había pecado contra ti, y todas sus
infracciones con que se hayan rebelado contra ti, y harás que tengan de ellos
misericordia los que los hubieren llevado cautivos; 51 porque ellos
son tu pueblo y tu heredad, el cual tú sacaste de Egipto, de en medio del horno
de hierro. 52 Estén, pues, atentos tus ojos a la oración de tu
siervo y a la plegaria de tu pueblo Israel, para oírlos en todo aquello por lo
cual te invocaren; 53 porque tú los apartaste para ti como heredad
tuya de entre todos los pueblos de la tierra, como lo dijiste por medio de
Moisés tu siervo, cuando sacaste a nuestros padres de Egipto, oh Señor Jehová.
La
oración es establecida en cuatro secciones con siete subdivisiones y siete
súplicas como sigue.
31: Asunto:
infracción del Pentateuco contra su prójimo.
32: “Tu oirás”
La suplica por juicio justo, castigando al malo y justificando al inocente.
Las
palabras " tomaren juramento " son omitidas de las versiones Arameas,
sirias, Septuaginta y Vulgata.
Nacional
33: Asunto:
Peticiones (basado en Lev. 26:17;
Deut. 28:25). Cuando la gente es abatida por el pecado y regresa a Dios.
34: "
Tu oirás " trayéndolos de nuevo
(Deut. 30:1-8; Neh. 1:8,9). Salvándolos.
35: Asunto:
Cuando el cielo se cierra y no hay lluvia (re Lev. 26:19; Deut. 11:17, cf., 17:1)
36: "
Tu oirás " lo que enseñas = porque tu enseñaras (cf. Bullinger).
Instrúyelos en sus pecados y en la justicia.
37-38: Si hay pestilencia, añublo y langostas o pulgones (muerte y
daño grande) o si están bajo sitio (Lev. 26:26).
39-40: “Tu oirás” tratando con hombres (adan) y extranjeros
y forasteros (cf. Núm. 15:14; Deut. 10:19). Escucha la oración de cualquier
hombre o grupo de personas y conoce la plaga del propio corazón del hombre y
dales según sus caminos de modo que pueden temer (reverenciar) a Dios.
Individual
41-42: Asunto: Los extranjeros escucharán acerca de tu gran nombre y
vendrán y rezarán en el Templo de Dios (cf. 10:1, 6,7).
43: “Tu oirás” Oye en tu morada en el cielo y haz todo lo que los
extranjeros digan para que tu nombre pueda ser reverenciado o pueda ser temido
por todas las naciones como en Israel.
Nacional
44: Asunto: Protección del enemigo/enemigos en combate como resultado
de la oración y ver hacia el Templo de Dios.
45: “Tu oirás” Ejecuta juicio para ellos oyendo y manteniendo su
causa.
46-48: Asunto: Si pecan contra ti porque no hay nadie que no peca y
son llevados cautivos y se arrepienten en esa tierra y admiten su pecado y
regresan con todo su corazón y rezan hacia el templo (cf. Prov. 20:9; Ecl.
7:20; Stg. 3:2; 1Jn. 1:8,10).
49-53: “Tu oirás” Perdona sus pecados y sus transgresiones. Da compasión
a los ojos de sus captores. Abre tus ojos a las suplicas de tu pueblo
Israel ya que los haz llamado a salir del mundo como un pueblo separado.
Bullinger también hace nota en esta estructura.
Las
instrucciones de re oración de Cristo
Lo que es
llamado padre nuestro en Mateo 6:9-13 es en efecto una lista de instrucciones
en lo que se refiere a cómo formular una oración. Es una lista de comprobación
de la estructura y no está dirigida para ser usada solamente como una oración
de memoria como muchas religiones la usan.
Ocurre
en una secuencia del 6:1 al 7:11 que en efecto ataca las tradiciones de los
ancianos.
6:2-4
Concierne dar limosna;
6:5-15
Concierne oración;
6:16-18
Concierne ayuno;
6:19-24 Concierne
riquezas;
6:25-7:11
Concierne los cuidados del mundo
Mateo 6:9-13
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre
que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en
público. 7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los
gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. 8 No os
hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis
necesidad, antes que vosotros le pidáis. 9 Vosotros, pues, oraréis
así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10 Venga
tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 11
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12 Y perdónanos
nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Las premisas de estas instrucciones son:
1. Orar directamente a Dios
en secreto.
2. Hacer peticiones simples
directamente y no por rutina o por oraciones fijas en su verbosidad.
3. Dios sabe lo que
necesitas antes de que lo pidas.
Elementos de la oración:
1. Reverencia al Padre en
el Cielo y por lo tanto temer a Dios y santificar su Nombre. (Éx. 4:22; Deut.
32:6-8). Los idólatras dicen a sus ídolos: “Tu eres mi padre” e Israel también
debe hacerlo (Is. 63:16; 64:8).
2. Establecer su Reino. El
Señor lo proclamó en su encarnación y fue el intento de su ministerio; pero
Judá lo rechazo. Ahora espera la palabra de Dios.
3. Hágase tu voluntad en la
Tierra como en el Cielo. La palabra cielo aquí es singular porque hace
distinción entre el Cielo y la Tierra, mientras que en el versículo 9 tiene que
ser plural para no dar a entender que el Padre estaba en el Cielo pero no en la
Tierra. Las cláusulas griegas son puestas al revés significando así en el
cielo como en la tierra también.
4. Provéenos todas nuestras
necesidades físicas y espirituales. Esta palabra cada día
es la griega epiousios. Es de hecho una
combinación de palabras que aparecen sólo dos veces en el NT (también Lc. 11:3)
y fueron acuñadas por Cristo como una mezcla de epi y ousios significando
viniendo. Bullinger sostiene en el pie de pagina para el
verso que significa venir o descender en como hizo el maná en el
desierto con el cual es contrastado en Juan 6:32,33. Así es el verdadero pan
del cielo, que es lo que significa incluir la palabra de Dios. No solo de
pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
5. Perdona los pecados y
las transgresiones que hemos cometido porque no hay nadie que no haya pecado. Asimismo hemos
perdonado a los que pecaron y transgresiones contra nosotros de modo que a su
vez podamos ser perdonados. El pecado es llamado deudas porque
requiere expiación. Cristo pagó por las deudas de todos los pecadores y
nosotros somos facultados para preceder a Dios como resultado de esa expiación
que clavó la cuenta de la deuda (chierographon) en la estaca o stauros.
La estructura de misericordia debe estar presente ya que es parte de los
atributos del Mesías ejerciendo los siete elementos del Espíritu actuando en el
hombre.
6. No nos hagas caer
[traer] en tentación [prueba ref. Stg. 1:12-13] antes líbranos [rescátanos] del
mal.
7. La Doxología que alaba a Dios y
establece su poder y gloría por siempre.
Este séptimo elemento es
necesario para toda la estructura de la oración. De los 500 códices que
contienen la oración sólo ocho códices omiten la doxología (ref. nota de pie de
pagina. de Bullinger, Companion Bible).
Por tanto, es un grave error omitirlo y reduce el efecto de la oración a la
mayor gloria de Dios. Es importante también que se encuentren en las versiones
en siríaco, etíope, armenio, gótico, eslavos y georgianos.
Los elementos tienen tanto
la presión sobre la voluntad de Dios como los motivos para el desempeño eficaz
del Espíritu de Dios.
Ester
también muestra la historia de la Iglesia en su relación con Dios. La reina
Vasti (lo mejor) tiene siete eunucos asignados a ella y ella es arrogante y
desafía la citación del rey (Est. 1:10-12). Ella representa a la nación física
de Israel.
Los siete
eunucos representan a los siete ángeles de las siete iglesias.
Ester
representa a la Iglesia que está reservada para Jesucristo, que es representado
por Mardoqueo el judío. Ester tiene siete doncellas elegidas (Est. 2:9).
Representan las subdivisiones de las Siete Iglesias de Dios en Apocalipsis.
Ester no
tiene ni padre ni madre, porque ella es la Iglesia del orden de Melquisedec es
decir, sin padre y sin madre, y de la cual Cristo es el Sumo Sacerdote como
Mardoqueo es el jefe de la casa (ver Sal. 11:4; Heb. 5: 6,10; 6:20; 7:1-21; y
el papel Melquisedec
(No. 128)).
Aman el agagueo y sus hijos representan a Satanás y el ejército caído
con los siervos que tiene entre los hombres.
El significado es explicado en el papel Comentario sobre Ester (No. 63).
En 1 Samuel 1:9
vemos la primera referencia al templo o palacio (heykal) del Señor, donde Eli tenía
su asiento en el umbral de la puerta.
Esta fue la primera de las
siete referencias al Tabernáculo como el Templo del Señor en la Biblia. También
hay siete referencias en el Nuevo Testamento a los creyentes, como tabernáculos
del Señor.
1. El Tabernáculo es
referido en 1 Samuel 1:9.
2. El templo construido por Salomón
es mencionado en 1 Reyes 6:5,17.
3. El templo construido bajo
Zorobabel es mencionado en Esdras 4:1-2.
4. El templo de Herodes es mencionado en Juan 2:20. La secuencia
de los tres Templos físicos se describe
en el papel La Señal de Jonás y
la Historia de la Reconstrucción del Templo (No. 13).
5. El
futuro templo de la Iglesia es referido en 2
Tes. 2:4,
donde se revela al hombre de pecado como sentándose en el templo que es la Iglesia de Dios, haciéndose
pasar por Dios.
6. El templo milenario es
referido en Ezequiel 41:1; y,
7. El final templo celestial esta en Apocalipsis 21:3,22.
Las siete referencias a los
creyentes como el Templo de Dios en el Nuevo Testamento son:
1 Corintios 3:9-17 y 6:19, 2
Corintios 6:16, Efesios 2:20,21; Hebreos 3:6; 1 Pedro 2:5 y 4:17.
Esta secuencia de nuevo se basa en el principio de que los
siete espíritus de Dios se manifiestan en los elegidos, como el Templo, y la
secuencia de siete refuerza el hecho de la profecía, espiritual y conceptualmente.
Los Siete Espíritus y los Ángeles de las Siete
Iglesias
Veremos que la
estructura de Apocalipsis
capítulo uno se divide en
distintas fases basadas en la estructura de siete y ocho representando los siete espíritus de Dios bajo Cristo y los Cuatro del
Trono de Dios.
Apocalipsis,
capitulo 1:
La revelación de Jesucristo, que
Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto;
y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, 2 que
ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de
todas las cosas que ha visto. 3 Bienaventurado el que lee, y los que
oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas;
porque el tiempo está cerca. 4 Juan, a las siete iglesias que están
en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de
los siete espíritus que están delante de su trono; 5 y de Jesucristo
el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de
la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, 6
y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e
imperio por los siglos de los siglos. Amen.
La primera parte está en la estructura con el
versículo 6, que trata de la elección de los santos como un reino de
sacerdotes para el Dios y Padre de Cristo. Así, seis
es número de hombre y el Amén. Juan está
hablando de las Siete Iglesias de Cristo y de los Siete Espíritus delante
del Trono de Dios. La primera sección termina en
la secuencia de seis, ya que se encuentra al final de los seis mil años de
dominio de Satanás y el fin había llegado
significado por el Amen. Luego se nos dice,
"He aquí que viene", en el versículo siete.
Las divisiones no son simples adiciones posteriores por accidente -
siguen la estructura del texto.
He aquí que
viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los
linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. 8 Yo
soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y
que ha de venir, el Todopoderoso.
El séptimo versículo termina con Amén.
El octavo versículo
es entonces un pronunciamiento de la supremacía de Dios como el Alfa y la
Omega. Este título es conferido a continuación, más tarde al
Mesías en su función a través de la Revelación (vea el papel El Arche de la Creación de Dios
como el Alfa y Omega (No. 229)).
A continuación, comenzará la siguiente estructura de
ocho versos, que explica el simbolismo.
Yo Juan,
vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la
paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la
palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.
Juan dice donde estaba, y luego comienza
a hablar del Día del Señor. Esto no es un día de la semana, sino el
final de la secuencia bajo Satanás (vea el papel El Día del Señor y los Últimos Días
(No. 192)).
Yo estaba en
el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de
trompeta, 11 que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero
y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que
están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y
Laodicea. 12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y
vuelto, vi siete candeleros de oro, 13 y en medio de los siete
candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba
hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. 14 Su
cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como
llama de fuego; 15 y sus pies semejantes al bronce bruñido,
refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. 16 Tenía
en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos;
y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.
Juan nombra las
Siete Iglesias y luego identifica la estructura de ocho, que son los siete
candeleros de oro y el octavo
es el Hijo del Hombre que se encuentra entre ellos y los
manda. Él tiene siete estrellas en su mano.
Cuando le vi,
caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No
temas; yo soy el primero y el último; 18 y el que vivo, y
estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo
las llaves de la muerte y del Hades. 19 Escribe las cosas que has
visto, y las que son, y las que han de ser después de estas. 20 El
misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete
candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y
los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.
Aquí, en una estructura de cuatro versos Cristo
explica las Siete Estrellas como los ángeles de las siete iglesias y los siete candeleros
de oro son las Siete Iglesias.
Cada Iglesia es, pues, un candelabro que tiene un
ángel responsable. La palabra es
aster (SGD 792) y es
la misma usada para las estrellas del ejército
en el resto del texto. La palabra viene de la base de stronummi (es decir astronomía), que
literalmente significa difundir o esparcir. El
término se utiliza para el ejército porque es su tarea
de difundir el conocimiento de Dios y utilizan los candelabros,
que son la Iglesia, para hacerlo.
El Espíritu Santo es el consolador de
la Iglesia y controla los siete espíritus de Dios
en él. Viene de Dios por medio de Cristo a los
elegidos.
Es en efecto el río que se divide en siete canales para
que los humanos sean capaces de acceder a el
y utilizarlo para la gloria de Dios y convertirse en
hijos de Dios.
Los siguientes dos capítulos con las Siete Iglesias, y
se examinan en detalle en el papel Las Columnas de Filadelfia (No.
283).
Es importante tener en cuenta en este texto que a
las siete iglesias se les habla por medio de los ángeles a cargo de ellas
porque los ángeles son responsables de asegurarse que el
mensaje sea entendido.
Estas
no son sólo siete Iglesias distintas. También representan el hecho de que los
siete espíritus de Dios están presentes en cada Iglesia y que cada Iglesia tiene
elementos de los siete entre ellas.
La estructura está de nuevo en una
secuencia de siete en dirección a la iglesia en Éfeso.
Apocalipsis,
capitulo 2:
Escribe al
ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra,
el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: 2 Yo
conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a
los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los
has hallado mentirosos; 3 y has sufrido, y has tenido paciencia, y
has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. 4 Pero
tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. 5 Recuerda, por
tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si
no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres
arrepentido. 6 Pero tienes esto, que aborreces las obras de los
nicolaítas, las cuales yo también aborrezco. 7 El que tiene oído,
oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer
del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.
A continuación, vamos a la siguiente secuencia
de siete en el mensaje a la Iglesia de Esmirna.
Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El
primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: 9 Yo
conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la
blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de
Satanás. 10 No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el
diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y
tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la
corona de la vida. 11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu
dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte. 12
Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda
de dos filos dice esto: 13 Yo conozco tus obras, y dónde moras,
donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe,
ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros,
donde mora Satanás. 14 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes
ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner
tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos,
y a cometer fornicación. 15 Y también tienes a los que retienen la
doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco. 16 Por tanto,
arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la
espada de mi boca.
El verso final es el llamado al
arrepentimiento. El siguiente versículo no comienza la siguiente secuencia,
sino que refuerza el hecho de que Dios está hablando a toda la secuencia de las
Iglesias y no sólo a una Iglesia.
El que tiene
oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a
comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita
escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.
La
siguiente secuencia inicia en el versículo 18:
Y escribe al
ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama
de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto: 19 Yo
conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras
postreras son más que las primeras. 20 Pero tengo unas pocas cosas
contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y
seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.
21 Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere
arrepentirse de su fornicación. 22 He aquí, yo la arrojo en cama, y
en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las
obras de ella. 23 Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las
iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a
cada uno según vuestras obras. 24 Pero a vosotros y a los demás que
están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que
ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra
carga; 25 pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga. 26 Al
que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las
naciones, 27 y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como
vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; 28 y
le daré la estrella de la mañana. 29 El que tiene oído, oiga lo que
el Espíritu dice a las iglesias.
La secuencia de Tiatira se encuentra en la
secuencia completa de doce. Los primeros once versículos están dirigidos a
Tiatira, pero el versículo doce hace énfasis en que el Espíritu habla a todas
las Iglesias de Dios.
Apocalipsis,
capitulo 3:
Escribe al ángel de la iglesia en
Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice
esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. 2
Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he
hallado tus obras perfectas delante de Dios. 3 Acuérdate, pues, de
lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas,
vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. 4 Pero
tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y
andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. 5 El que
venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro
de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.
6 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las
iglesias.
Note que Sardis está en una secuencia de
seis, que es número de hombre, y está muerta,
por lo que el Espíritu de Dios no termina su labor en este
edificio.
Escribe al
ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que
tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre:
8 Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta
abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has
guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. 9 He aquí, yo
entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son,
sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y
reconozcan que yo te he amado. 10 Por cuanto has guardado la palabra
de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir
sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. 11 He
aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. 12
Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más
saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la
ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios,
y mi nombre nuevo.
Filadelfia también se encuentra en una secuencia de
seis, que nace de Sardis y completa una secuencia de doce.
A continuación, tiene el séptimo elemento añadido en su mensaje, lo que también
hace hincapié en que el Espíritu habla a todas las Iglesias que
están simbolizadas por las doce tribus y los
doce apóstoles que son cabeza de las tribus como la fundación del Templo de
Dios.
El que tiene
oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
La séptima
secuencia comienza con el mensaje a Laodicea.
Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea:
He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de
Dios, dice esto: 15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni
caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! 16 Pero por cuanto eres
tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. 17 Porque tú
dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y
no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. 18
Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para
que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la
vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. 19 Yo
reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.
Una vez más, esta secuencia es de seis, que termina
en el llamado al arrepentimiento. El séptimo es el llamado a responder, y la
promesa de Cristo a comer con él. En otras palabras, para redimirlo anualmente
en el arrepentimiento, a través de la Cena del Señor.
He aquí, yo
estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él,
y cenaré con él, y él conmigo.
El octavo
versículo de la secuencia luego conlleva la promesa de vencer en la conquista
Al que venciere,
le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he
sentado con mi Padre en su trono.
El versículo final en el capítulo es
el versículo 22 que es el número de
la plenitud, existiendo 22 letras del
alfabeto hebreo, y la estructura de la profecía se basa también en ese número,
así como en el doce.
El que tiene
oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
El siguiente capítulo en el texto
trata con los aspectos de la profecía y el Gobierno de
Dios. En el versículo uno el texto muestra la orden,
y en el versículo dos, la respuesta de la obediencia en el Espíritu. El tercero
en la secuencia es ver a Dios, y entonces el Gobierno es explicado
en el cuarto versículo como el Gobierno se divide en
cuatro elementos con dos lotes de doce que componen los
veinticuatro ancianos alrededor del trono de Dios. Las coronas indican gobierno
y autoridad.
El quinto verso muestra el poder e indica gracia.
Es en esta sección que los siete espíritus de Dios, están delante
del trono como siete antorchas de fuego.
Estos son los espíritus del entendimiento del uso del Poder de Dios.
Apocalipsis,
capitulo 4:
Después de
esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí,
como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas
que sucederán después de estas. 2 Y al instante yo estaba en el
Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno
sentado. 3 Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a
piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris,
semejante en aspecto a la esmeralda. 4 Y alrededor del trono había
veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos,
vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas. 5 Y
del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete
lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.
Es a través de los siete espíritus de Dios que la
humanidad puede ser educada y redimida. Son así sextos
en la secuencia, y los cuatro seres vivientes son
también compuestos por los redimidos
de la Tierra. El séptimo elemento lo explica.
El octavo elemento muestra su rango y su propósito.
Y delante del
trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y
alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás.
7 El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era
semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era
semejante a un águila volando. 8 Y los cuatro seres vivientes tenían
cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no
cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios
Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.
Los siguientes tres versículos o elementos muestran la
dirección en honor y adoración a Dios como Creador y Dios de la creación.
Y siempre que
aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está
sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, 10 los
veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y
adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante
del trono, diciendo: 11 Señor, digno eres de recibir la gloria y la
honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen
y fueron creadas.
La sección es de once elementos en el que once es el
punto medio de la plenitud y es en este punto que tenemos
dos Elohim calificados para gobernar, pero ninguno para
redimirlos de la muerte, y el ejército necesita
uno de ellos para redimirlos a todos de la
rebelión. El Plan de Dios tenía que ser aplicado, pero no había
nadie digno.
Apocalipsis,
capitulo 5:
Y vi en la
mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y
por fuera, sellado con siete sellos. 2 Y vi a un ángel fuerte que
pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? 3
Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía
abrir el libro, ni aun mirarlo. 4 Y lloraba yo mucho, porque no se
había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.
En las primeras cuatro secciones el
llamado a la dignidad es exclamado y no había nadie digno. La
quinta sección es una de Gracia otra vez donde el León de Judá y
la raíz y el linaje de David fueron
hallados dignos.
Y uno de los
ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz
de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.
En el sexto elemento vemos al Cordero inmolado
que estaba de pie entre Dios y los cuatro seres vivientes mostrando su
autoridad sobre toda la creación actuando por
Dios. Tenía siete cuernos, que es el número de las Iglesias que simboliza el
dominio de los santos como reyes y sacerdotes. Los siete ojos son los siete
espíritus de Dios por el cual se controla y supervisa la creación y los
elegidos de Dios.
Y miré, y vi
que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los
ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y
siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la
tierra.
La séptima secuencia
muestra el cumplimiento de su importante tarea y la recepción de la autoridad y
poder sobre el Plan de Dios. El octavo en la
secuencia muestra su inicio para gobernar con el poder recibido de la mano
derecha de Dios.
Y vino, y tomó
el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. 8 Y
cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro
ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro
llenas de incienso, que son las oraciones de los santos;
De la novena secuencia después que Cristo había terminado su
tarea y califica para gobernar, una nueva canción es
dada a los elegidos del ejército. Ellos son
reconocidos por ser redimidos y reinarán
en la tierra como reyes y sacerdotes. Esta secuencia es tres veces tres y de sí
misma tiene un significado espiritual de la plenitud en el Espíritu Santo.
Y cantaban un
nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos;
porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo
linaje y lengua y pueblo y nación; 10 y nos has hecho para nuestro
Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. 11 Y miré, y
oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de
los ancianos; y su número era millones de millones, 12 que
decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las
riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
El versículo doce completa la sección relativa a la
cualificación y el poder del Cordero.
Y a todo lo creado que está en el cielo, y
sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en
ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la
alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. 14
Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se
postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los
siglos.
Los versículos trece y catorce muestran la
realización de la gloria de Dios y el Cordero que nos ha redimido y recibió el
poder y la autoridad para gobernar de parte de Dios, su Padre y nuestro Dios y
Padre.
El Cordero abre los siete sellos y estos son examinados
en los papeles Los Siete Sellos (No. 140)
y Las Siete Trompetas (No.
141).
Estas siete divisiones del texto
detallan el Plan de Dios bajo los siete espíritus de Dios.
Apocalipsis, capítulo 8 es la octava división en la
culminación del Plan de Dios bajo la autoridad de Cristo. Se refiere al Séptimo
Sello y cuando este es abierto las oraciones de los
santos se derraman sobre el altar de Dios. Los
veinticuatro ancianos tenían la responsabilidad de esas oraciones. Los siete
ángeles de las siete iglesias reciben autoridad y las
trompetas del poder de Dios para invocar y destruir.
Apocalipsis,
capitulo 8:
Cuando abrió el séptimo sello, se
hizo silencio en el cielo como por media hora. 2 Y vi a los siete
ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas. 3
Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de
oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los
santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. 4 Y de
la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las
oraciones de los santos.
Los primeros cuatro versículos
en este capítulo tratan de la transmisión del poder a los elegidos y a
los ángeles de las siete iglesias de Dios.
Las oraciones de los santos se hacen efectivas
y los siete espíritus de Dios y los elegidos de los santos empiezan a juzgar la
Tierra y a gobernarla.
Y el ángel
tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y
hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.
El sexto versículo es una de las actividades,
pero esta vez la actividad humana está bajo el poder del ejercito,
y no bajo el de la humanidad sola e influenciados por Satanás separados de
Dios.
Y los siete
ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.
El séptimo versículo
comienza el proceso del Séptimo Sello y la primera trompeta comienza la
intervención de Dios basada en las oraciones de los santos.
El primer ángel tocó la trompeta, y hubo
granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la
tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde. 8 El
segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue
precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. 9
Y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar, y
la tercera parte de las naves fue destruida. 10 El tercer ángel tocó
la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y
cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. 11
Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se
convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, porque se
hicieron amargas. 12 El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida
la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de
las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese
luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche. 13 Y miré,
y oí a un ángel volar por en medio del cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay,
de los que moran en la tierra, a causa de los otros toques de trompeta que
están para sonar los tres ángeles!
Los siete versículos siguen la estructura de los
primeros cuatro de las siete trompetas. Así que estamos viendo el colapso del
gobierno de la Tierra, pero en una secuencia de acciones a realizar.
El
texto pasa a tratar con los aspectos del gobierno de la Tierra, pero son
tratados en los papeles Los Siete Sellos
(No. 140) y Las
Siete Trompetas (No. 141) como se mencione antes.
Incluso después
que el sonido de los Siete Ángeles y los males hayan pasado y la tercera parte
de la humanidad sea consumida (como vemos en Apocalipsis capitulo 9), las
personas de la tierra no se arrepentirán.
El quinto
ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se
le dio la llave del pozo del abismo. 2 Y abrió el pozo del abismo, y
subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire
por el humo del pozo. 3 Y del humo salieron langostas sobre la
tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. 4
Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde
alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el
sello de Dios en sus frentes.
Entonces, el
Ángel del Señor, de pie sobre el mar, levantó la mano y juró por
el que vive por los siglos de los
siglos, que creó los cielos y la tierra y el mar y las cosas que están
en él, dijo que el tiempo no seria mas
(10:6 ).
Es dado en el momento de la voz del
Séptimo Ángel, el Misterio de Dios tal como fue revelado a través de sus
siervos los profetas, se terminó.
Estos siete espíritus de Dios hablaron
y el misterio ya se había revelado a David mil años antes, pero su aplicación
no había sido hasta el momento revelada.
Encontramos la aplicación de Salmos 28 y 29.
Salmo 28:
Salmo de
David.
A ti clamaré, oh Jehová. Roca mía, no te desentiendas
de mí, Para que no sea yo,
dejándome tú, Semejante a los
que descienden al sepulcro. 2 Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, Cuando alzo mis manos hacia tu santo templo.
3 No me arrebates juntamente con
los malos, Y con los que hacen
iniquidad, Los cuales hablan
paz con sus prójimos, Pero la
maldad está en su corazón. 4 Dales conforme a su obra, y conforme a la perversidad de sus hechos;
Dales su merecido conforme a la obra
de sus manos. 5 Por
cuanto no atendieron a los hechos de Jehová, Ni a la obra de sus manos, El los derribará, y no los edificará. 6 Bendito sea Jehová, Que oyó la voz de mis ruegos. 7 Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado,
Porlo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré. 8 Jehová es la fortaleza de su pueblo, Y el refugio salvador de su ungido. 9
Salva a tu pueblo, y bendice a
tu heredad; Y pastoréales y
susténtales para siempre.
El
Salmo es la súplica al Señor para que salve a su pueblo como el refugio de su
ungido. El versículo 5 es una súplica a la intervención por la Gracia de Dios.
El versículo 6 no guarda relación con las acciones de los hombres sino más bien
una bendición de alabanza al Señor porque él ha oído las súplicas de los hombres.
Así es en este caso que las acciones de los hombres presagian las acciones
salvadoras de Dios.
El versículo 7 culmina en la alabanza del Señor, como la fuerza y el
escudo de los ungidos, que son los santos elegidos, como la casa de David bajo
el Ángel del Señor a la cabeza (cf. Zac. 12:8). El versículo 8 coloca a Jehová
como la fuerza salvadora de sus ungidos. Esta es la referencia directa a Cristo
como el Mesías regresando para salvar a los ungidos. La posición en el Salmo se
identifica por el número en la secuencia como ocho.
El versículo 9 entonces es una suplica directa al Mesías:
"Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad. Pastoréales, y susténtales
para siempre."
La herencia de Jehová es toda la casa de Israel, que es el
centro del cuerpo espiritual de la Iglesia.
Esto entonces tiene relación con el siguiente Salmo 29,
que se refiere a los Siete Truenos.
Salmo 29:
Salmo de David
Tributad a Jehová, oh hijos de los poderosos, Dad a
Jehová la gloria y el poder. 2 Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; Adorad a Jehová en la hermosura de la
santidad. 3 Voz de
Jehová sobre las aguas; Truena
el Dios de gloria, Jehová sobre
las muchas aguas. 4 Voz
de Jehová con potencia; Voz de
Jehová con gloria. 5 Voz
de Jehová que quebranta los cedros; Quebrantó Jehová los cedros del Líbano. 6 Los hizo saltar como becerros; Al Líbano y al Sirión como hijos de búfalos.
7 Voz de Jehová que derrama
llamas de fuego; 8 Voz
de Jehová que hace temblar el desierto; Hace temblar Jehová el desierto de Cades. 9 Voz de Jehová que desgaja las encinas,
Y desnuda los bosques; En su templo todo proclama su gloria.
10 Jehová preside en el
diluvio, Y se sienta Jehová
como rey para siempre. 11 Jehová dará poder a su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo con paz.
El texto indica en el versículo 1: "Tributad a Jehová,
oh hijos de los poderosos ", sin embargo, el Tárgum dice ángeles y es evidente que aquí estamos
tratando con los Elohim.
Los Poderosos están obligados a dar á Jehová la gloria y la fuerza. La
gloria debida a Jehová esta en la adoración en la belleza de la santidad.
El Salmo es una respuesta a la petición del Salmo 28 y en especial a la
sección del Salmo 28:7-8.
El versículo 3 dice entonces: "Voz de Jehová sobre las aguas;
truena el Dios de gloria."
Por lo tanto se trata de la voz del Señor que es la Gloria de Dios que
truena. Este ser es el Jehová del Salmo 45:6-7 que estaba con Israel en el
desierto y que se identifica como el Mesías en Hebreos 1:8-9.
En este texto vemos que el termino voz
del Señor se utiliza siete veces. Esto nos indica el marco en el que los
siete truenos sonaron. Fue en respuesta directa a las peticiones de ayuda en el
anterior Salmo 28.
Se aplica al regreso del Mesías para salvar a los que le esperan en los
últimos días.
La voz del Señor afectará a muchas aguas, es decir, muchos pueblos y
naciones.
En el segundo trueno, el Señor tratara en poder y fuerza con esas
naciones como hayan tratado con los elegidos, como se indica en la parábola de
las ovejas y las cabras.
El
tercer trueno establecerá la majestad de Jehová sobre el mundo en subyugación.
La palabra es hadar (SHD 1926, pronunciada hawdawr), que es magnificencia.
Salmo 29:5
dice Voz de Jehová, que es el cuarto trueno, que
quebranta los cedros del Líbano. Líbano y Sirión, o Hermón, saltaran como hijos
de búfalo.
En otras palabras, Dios golpea al Oriente Medio, con un
gran terremoto.
La voz como el quinto trueno divide las llamas de fuego. Esta sección,
como el versículo siete, realmente es parte con llamas de fuego. Esto es usando
la fuerza natural contra el poder terrenal.
La voz como el sexto trueno sacude el desierto y el desierto de Cades se
menciona específicamente. No es, sin embargo, limitarse a Cades.
La voz del Señor, como el séptimo trueno causa que los
animales caigan en temor y destruyan o eliminen todos los bosques como
resultado de los viales.
Al final de
esta catástrofe los elegidos son salvados y en Su Temple, como vemos del versículo
9, que corresponde con el sentimiento del anterior versículo 9 en el Salmo 28.
Salmo 29:10
dice que el Señor se sienta sobre el diluvio y es rey por siempre.
Este texto corresponde con las acciones en Génesis, y se refiere al
versículo 3 de este Salmo y Génesis 6:17; 7:6, 7, 10, 17; 9:11, 15, 28;
10:1,32; 11:10.
La sección en el versículo 11 dice que el Señor dará fuerza a su pueblo
y el Señor bendice a su pueblo con la paz.
Este texto es de 11 versículos, porque la acción es incompleta y sigue
en el Milenio.
El Salmo 30 luego pasa a exaltar al Señor por su intervención y se
completa en los 12 versos.
En
total, hay siete Amen en los Salmos, los cuales tienen relevancia también para
los Espíritus de Dios. Ese es un estudio en si mismo (cf. Sal. 41:13; 72:19;
89:52). Hay también doce Amen en Deuteronomio 27 en la aprobación del pacto.
Lo importante aquí es señalar que la estructura del texto en Apocalipsis
(así como en otras partes de la Biblia) tiene su propia realidad espiritual y
abarca veintidós capítulos que tratan con el poder y el efecto de los siete
espíritus de Dios actuando en conjunto con Cristo para redimir a la Iglesia
como los elegidos de Dios, y para tomar el control del planeta en los últimos
días. La revelación es la Escritura y la Escritura no puede ser quebrantada.
Los siete espíritus de Dios nos capacitan a todos como las Iglesias de
Dios para tratar con el planeta en los últimos días. Juntos son
el poder del Espíritu Santo y son el medio por el cual nos convertimos en Elohim.
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