Iglesias Cristianas de Dios
[CB7]
Caín y Abel: Hijos de Adán [CB7]
(Edición 1.0
20030809-20030809)
Adán yació con su esposa Eva y ella quedó embarazada y le dio la vida a Caín. Este articulo ha sido adaptado del Capítulo 2 del Volumen 1 de la Historia de la Biblia por Basil Wolverton, Publicado por la Prensa del Colegio Ambassador.
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Christian Churches of God, Éd. Wade Cox)
Tr. 2004 por Marielle Sylvain en colaboración con François Sylvain
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Caín y Abel: Hijos de Adán
[CB7]
En el artículo
de estudio Núm. CB6,
aprendimos acerca de Adán y Eva en el Jardín del Edén. Cuando pecaron fueron
expulsados del jardín y a partir de ese momento, empezaron una vida de sufrimiento y adversidad. Recuerde
que la tierra fue maldita por culpa del pecado y esto era parte de su castigo.
Adán luego emprendió las tareas que Dios le encomendó. Su primera tarea fue la de poblar la tierra (Gén. 1:28-29).
Después de un tiempo
Adán y Eva tuvieron un hijo.
Este primer bebé en el mundo fue llamado Caín. Poco después tuvieron otro
hijo cuyo nombre fue Abel (Gén. 4:1-2). Caín se
convirtió en agricultor, y cultivó frutas, verduras y granos. Abel fue pastor, y
cuidaba ovejas, las cuales Adán y Eva encontraron que también eran buenas para comer cocinadas (Gén. 4:2). Caín y Abel
aprendieron a ofrecer sacrificios a Dios sobre altares de piedra. Ésta fue su
forma de contactarse con Dios y pedirle perdón por las cosas malas que
hicieron.
Hoy en día no hacemos
sacrificios porque Jesucristo vino hace más
de dos mil años atrás para morir por todos
nosotros. Ahora, si las personas se sienten verdaderamente apenadas porque
desobedecieron a Dios, lo pueden demostrar arrepintiéndose y bautizándose cuando sean adultas (Hechos
2:38). Entonces Dios pone el poder de Su Espíritu Santo dentro de sus mentes a
fin de que puedan entender y obedecer las leyes del Creador. De esa manera
pueden estar más cerca a Dios y pueden saber que Él los escucha cuando oran, y
que Él les habla cuando leen la Biblia.
Antes de que seamos lo
suficientemente mayores para ser bautizados, deberíamos decirle a Dios que
nos arrepentimos por nuestros
pecados y deberíamos pedirle que nos perdone y luego dejar de pecar. También
podemos disculparnos o decir que lo sentimos a la persona a quien causamos daño.
Los hijos que tienen al menos uno de sus padres bautizado están santificados
(1Cor. 7:14). Eso quiere decir que el hijo ya está separado aparte y santo para
Dios. Ese hijo recibe atención y cuidado especial por los ángeles de Dios y por
las personas en la Iglesia.
Fue diferente con Caín
y Abel. Un día cuando trajeron sus sacrificios al altar, las actitudes de cada
uno de ellos eran realmente diferentes (Gén. 4:34). Caín trajo una parte de los
frutos de la tierra como ofrenda al Señor. Pero Abel trajo una parte de las
porciones gordas del primogénito de su rebaño. El corazón de Caín no actuó bien;
Él tuvo una mala actitud. Caín consideró que la forma de actuar de Dios no era
la mejor manera para él, entonces hizo lo que pareció estar bien en su mente.
Eso es lo mismo que la mayoría de la gente ha estado haciendo desde entonces. La
Biblia indica que la forma de actuar que parece estar bien para el hombre es
casi siempre la errónea, y puede llevarlo a la muerte (Proverbios 14:12). La
manera de actuar de Dios siempre es la correcta, aunque parezca lo contrario en la mente humana. Esa
es una lección que todos nosotros deberíamos aprender temprano.
¡El Primer
Asesino Humano!
Dios no podía aceptar
el sacrificio de Caín (Gén. 4:5). Una razón sería porque su ofrenda vino de la
tierra, la cual estaba maldita. También, al aceptar la ofrenda de Abel, Dios
dejaba claro que un sacrificio de sangre de los primogénitos (o los primeros
frutos) era necesario. Cuando Caín se enteró de que su sacrificio no le gustó a
Dios, él se volvió muy envidioso de su hermano, quien había hecho lo correcto.
La envidia se convirtió en cólera y luego en odio. Aquí Caín violó el décimo
mandamiento: No codiciará los bienes de su prójimo.
Ésta
es una lección poderosa y nosotros necesitamos recordar el controlar nuestros
pensamientos, o tendremos como resultado que violamos las leyes de Dios. Más
tarde, cuando los dos hermanos estuvieron en el campo a solas, Caín furiosamente
se volvió contra Abel y lo golpeó, quizá muchas veces, con tal fuerza que lo
mató (Gén. 4:8). Al cometer este acto Caín violó el sexto mandamiento: No
matarás.
La Biblia nos dice
que debemos amarnos los unos a los otros. El que peca es del diablo, porque el diablo (Satanás) ha
pecado desde el principio. Aquí vemos que Abel fue un hombre justo porque
obedeció a Dios; pero Caín fue malvado. Él asesinó a su hermano porque sus obras
eran malas y las obras de su hermano eran justas (1Juan 3:8-12; Vea también a
Hebreos 11:4).
¡El primer bebé que
nació en el mundo se convirtió así en el primer asesino! Cuando Caín se dio
cuento de que había hecho, tontamente trató de esconderse. Por supuesto, Dios
sabía dónde se escondía y lo confrontó. Éste es el mismo ser quien habló a Adán
y Eva en el Jardín de Edén - el Ángel de Yahovah.
"¿Dónde está tu
hermano?" Preguntó el Señor (Gén. 4:9).
"No sé", mintió Caín,
esperando que Dios no encontraría el cuerpo sin vida de Abel. "¿Cómo voy a saber
el paradero de mi hermano?" (Lee Prov. 28:13).
Con esto hubo más
infelicidad para Adán y Eva. Además de perder a su segundo hijo, se enteraron
que su primogénito era un asesino y un mentiroso. Los hermanos obviamente
conocían la ley y el requisito de los sacrificios. El sacrificio de Abel fue de
los primeros frutos según se requería bajo la ley. Caín optó de no matar a
ningún animal de su rebaño y
en lugar de eso ofreció productos de una tierra maldita. De este ejemplo de Caín
y Abel, podemos ver que los sacrificios de la cosecha fueron puestos efecto con
Adán. Así es que los festivales de la cosecha, así como también el Sábado, se
conocieron antes de que Dios diese la ley a Moisés en
Sinaí.
Caín no se arrepintió
de su pecado, así es que Dios lo maldijo como castigo. Caín tuvo que dejar a su
familia y convertirse en un peregrino solitario por el mundo. Además, Dios marcó
a Caín porque había asesinado a Abel, pero Dios puso en claro que Caín no
debería ser asesinado por cualquiera. En lugar de eso, debió vivir el resto de
su vida con la memoria miserable de haber matado a su hermano (Gén. 4:11-15).
Otra vez vemos el resultado de la desobediencia conduciendo al pecado.
La historia de Caín y
Abel se parece a esa de Cristo y Satanás en la Hueste. El sacrificio pastoral de
Abel es más aceptable para Dios y eso simboliza el sacrificio personal de
Cristo. El rechazo del sacrificio de Caín se basa en la misma actitud que mostró
a Satanás rechazado por su orgullo y avaricia. Así es que cuando obedecemos a
Dios, encontramos favor y aceptación en Su vista.
El Señor que trataba
con Caín era el mismo Ángel de Yahovah quien estaba en el huerto con Adán y Eva.
Así es que Caín tuvo que salir fuera de la presencia de este ángel debido a su
pecado. Se fue a la tierra de Nod, al este del Edén.
Otro hijo
llamado Set
Adán y Eva tuvieron más
hijos. Estos crecieron y tuvieron hijos también. Caín se había casado con una de
sus hermanas, y tuvieron hijos (Gén. 4:16-17). El primer hijo de Caín se llamó
Enoc. Las generaciones de Caín siguieron creciendo pero ninguno de esta
descendencia de Adán obedeció las leyes de Dios.
Cuando Adán tuvo 130
años tuvo otro hijo con Eva que fue llamado Set. Él también tomó a una hermana
como esposa, y tuvieron hijos y muchos nietos. Las generaciones de Adán bajo la
línea de Set invocaron el nombre del Señor (Gén. 4:25-26).
Adán vivó otros 800
años después de que naciera Set. Él tuvo a otros hijos e hijas que no son
mencionados por nombre en la Biblia. Adán luego murió cuando tuvo 930 años. Las
generaciones de Adán continuaron y podemos ver que las personas en esos días
vivían hasta cumplir edad avanzada.
Al leer sobre las
generaciones de Set, vemos nacer a otra persona importante. Su nombre fue Noé y
Dios iba a usarlo de una forma muy importante en la historia de estos primeros
habitantes de la tierra. Después de que Noé tuvo 500 años, él fue el padre de
tres hijos llamados Sem, Cam y Jafet.
Cuando Adán murió,
había muchas personas viviendo sobre la tierra. Mientras
más humanos había, más se distanciaban de su Creador.
No era un grupo muy feliz. Los hombres fueron de naturaleza perversa y ávida. En
lugar de trabajar por cosas que necesitaban y querían, muchos de ellos hacían
trampa y robaban y mataban para conseguirlas.
La gente se agrupó en
pueblos y ciudades en lugar de expandirse como Dios quería (Gén. 4:17). Esto
condujo al antagonismo y al sufrimiento, porque ahora las personas no obedecían
las leyes de Dios. No fue posible para ellos vivir juntos y aún así amarse el uno al otro.
Mientras más personas se agrupaban en ciudades, más hombres se agrupaban en ejércitos
pequeños para protegerse. Otros se juntaron para atacar los pueblos y las
ciudades para adueñarse de la riqueza de estos lugares. Nada estaba seguro de
los hombres ávidos. Fue de esta manera que las guerras empezaron en la tierra.
El hombre se volvió tan malo que el matar centenares de seres humanos en una vez
fue un deporte en el cual a muchos les gustaban participar (Gén.
6:5).
Los gigantes
en la tierra
En esta época hubo
gigantes en la tierra. Se llamaron los Nefilim. La Biblia nos dice que fueron la
progenitura de "los hijos de Dios" y "las hijas de los hombres". Nos dice que
los hijos de Dios son los ángeles de Dios. En este caso eran los
ángeles caídos.
Génesis 6:1-3 1 Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra y les nacieron hijas, 2 al ver los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. 3 Entonces dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; pero vivirá ciento veinte años. (RV)
Satanás y los demonios
quisieron interferir con el plan de Dios para los humanos. Por su pecado físico
de casarse con mujeres humanas, los ángeles produjeron una raza de humanoides,
la cual era inferior y violenta. Se les consideró a
menudo haber sido superiores en tamaño y fuerza y,
por lo tanto, poderosos. Contaminaron el sistema
Adámica.
Los Nefilim son también
conocidos como los Refaim. Fueron una forma de humanoide como Adán, pero no
fueron la creación de Dios. La Biblia nos dice que no tienen resurrección. Así
es que no tuvieron acceso al Espíritu de Dios y porque fueron inferiores,
tuvieron que ser destruidos. Para los detalles de los Refaim, vea Isaías el
capítulo 26.
Isaías 26:13-14 13 Jehová, Dios nuestro, otros señores fuera de ti se han enseñoreado de nosotros; pero nosotros nos acordaremos de tu nombre, solamente del tuyo. 14 Muertos son, no vivirán; han fallecido, no resucitarán; porque los castigaste, los destruiste y desvaneciste todo su recuerdo. (RV)
La razón por la cual
Dios decidió destruir la tierra por un diluvio fue por lo que el género humano y
la hueste caída habían hecho hasta el diluvio.
Después de que los
primeros humanos habían vivido centenares de años, Dios ahora redujo la duración
de sus vidas a 120 años. Los humanos se volvieron tan corruptos a través de la
interferencia y del pecado que Dios lamentó Él haberlos creado, y Su corazón se
llenó de dolor (Gén. 6:5-6).
Sin embargo, Noé había
sido perfecto en sus generaciones. Así es que Dios dijo a Noé " voy a poner fin
a todas las personas, porque la tierra está llena de violencia por su culpa. Voy
a destruir seguramente a ambos, a las personas y a la tierra " (Gén. 6:9-13).
Fue por los Nefilim y por la terrible corrupción de la raza humana que Dios se decidió a destruir a las personas y la tierra. Luego Dios da las indicaciones a Noé de cómo construir un arca para salvarlo a él y a su familia para iniciar una sociedad nueva después del diluvio. Discutiremos las consecuencias de esto en el artículo Noé y el Diluvio [CB8].
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