Iglesias Cristianas de Dios
[040]
Las Bienaventuranzas
(Edición 3.0 02071994-27111999-02022007)
Este papel examina las Bienaventuranzas
y su significado. Cada una de las Bienaventuranzas son examinadas en orden. La
exactitud de un evangelio de riqueza o prosperidad es también examinada. El
lugar de la Iglesia en la aplicación de autoridad es también discutida.
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(Derechos Reservados ã 1994, 1996, 1999, 2007 Wade Cox)
(tr.
2009; rev. 2016)
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Las
Bienaventuranza
Las
Bienaventuranzas son muy significativas. Este sermón de Cristo en Mateo 5 tiene
poder e impacto de gran alcance.
Las
Bienaventuranzas son las bendiciones para su Iglesia, para su pueblo. Se toman
como modelo o una guía para la conducta de los elegidos. Sin embargo, son
descritas por la Cristiandad tradicional en una forma débil; Los principios son
convertidos en un evangelio de debilidad. El propósito de este papel es
explicar cómo podemos sacar lecciones de las Bienaventuranzas en términos de
fuerza.
Dice
en Mateo 5:1-12:
Mateo 5:1-12 Viendo la multitud, subió al monte; y
sentándose, vinieron a él sus discípulos. 2 Y abriendo su boca les
enseñaba, diciendo: 3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque
de ellos es el reino de los cielos. 4 Bienaventurados los que
lloran, porque ellos recibirán consolación. 5 Bienaventurados los
mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. 6 Bienaventurados
los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. 7 Bienaventurados
los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. 8 Bienaventurados
los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. 9 Bienaventurados
los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. 10 Bienaventurados
los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el
reino de los cielos. 11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os
vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos;
porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros. (RSV)
Cristo le habla aquí a la Iglesia, lo cual es
centralmente o primordialmente a los discípulos. Él luego procede a hablar de
la sal.
Mateo 5:13-16 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la
sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para
ser echada fuera y hollada por los hombres. 14 Vosotros sois la luz
del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15 Ni
se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y
alumbra a todos los que están en casa. 16 Así alumbre vuestra luz
delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a
vuestro Padre que está en los cielos. (RSV)
Cristo no termina aquí. La mayoría de
cristianos han oído estas cosas antes, pero están generalmente divididas y
puestas en pocos bolsillos. No deben ser divididas. Cristo habla en secuencia
con un mensaje definitivo. Él procede a decir:
Mateo 5:17-20 No penséis que he venido para abrogar la ley
o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. 18 Porque
de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una
tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 19 De
manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y
así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos;
mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino
de los cielos. 20Porque os digo que si vuestra justicia no fuere
mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los
cielos. (RSV)
Hay personas en la Iglesia de Dios, y ha sido
a través de los siglos, que han enseñado que las Leyes han disminuido en
diversas formas. Han enseñado que no tenemos que mantener uno u otro aspecto de
la Ley. Existen, de hecho, algunos aspectos de la Ley que no observamos hoy en
día por las costumbres de la sociedad en la cual vivimos. Sin embargo, no es
porque la Ley se suprimiera sino porque la sociedad las ha hecho no aplicables.
Aún, en el pasado, una cierta cantidad de las Iglesias de Dios han usado un
argumento que, porque ya no guardamos un aspecto de estas Leyes, no necesitamos
guardar ningún otro aspecto. Por ejemplo, han promovido que los Días Santos no
necesitan ser observados porque la sección de la Ley en el cual ocurren ya no
es aplicable.
Este razonamiento está hecho en base que la sociedad prohíbe la venta de hijas (Ex. 21:7) y la poligamia (Ex. 21:10). El razonamiento es entonces que los Días Santos (Ex. 23:10-19) no necesitan ser observados. Este mismo proceso lógico puede ser extendido para el sábado y los Diez Mandamientos (Ex. 20:1-17; 23:1-13). Como ya hemos discutido en ocasiones anteriores, la Ley no se ha acabado con respecto a la poligamia, ventas de hijas o referente a llevar cintas azules en nuestra ropa (Núm. 15:37-38; Vea el papel El Primer Mandamiento: El Pecado de Satanás [153]) . La Ley está allí en su totalidad y ni una jota o una tilde ha pasado. La Ley de los sacrificios no esta siendo guardada porque somos el Templo. Cuando el Mesías venga, restablecerá el sistema. Pero no depende de nosotros. El Mesías fue el sacrificio expiatorio y eso es suficiente de una vez por todas. Esa es la única Ley que se ha cumplido enteramente. Las otras Leyes no se usan porque la sociedad ya no vende a las hijas. Las Leyes en Australia y la mayoría de países occidentales no permiten la poligamia pero la Ley está allí para las sociedades que la practican, y la poligamia no es prohibida por la Biblia. Más bien, está específicamente regulada.
Este ejemplo es usado no para promover tal
causa sino más bien para mostrar el constante carácter de la Ley dentro de
diversos marcos de la sociedad humana. Vendrá un tiempo cuando nuestra sociedad
no será estable y Dios tratará con nosotros en forma directa y devastadora. Él
nos permitirá ser tratados por las naciones, bajo las bendiciones y las
maldiciones de Deuteronomio 28 (ver el papel Las Bendiciones y
las Maldiciones [075]).
Finalmente cuando nuestros hombres
estén muertos en sus millones (Isa. 3:25) y las mujeres caminen alrededor con
niños ilegítimos, en todas partes, sobre nuestras naciones, se agarrarán de las
túnicas de los pocos hombres que queden y dirán: Quita nuestra vergüenza de
nosotras" (Isa. 4:1). Esta es la Escritura, y la Escritura no puede ser
quebrantada (Jn. 10:35).
Todas estas cosas se hacen para cumplir
a cabalidad los propósitos específicos del Mesías y para regular la sociedad
humana de conformidad con la voluntad de Dios. Por esto es que las Leyes fueron
dadas a nosotros.
Examinaremos las Bienaventuranzas e
iremos a través de la intención detrás de ellas y veremos el poder que
realmente poseen.
La primera Bienaventuranza es: Bienaventurados
los pobres en espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Ésta es una aparente contradicción.
Somos pobres de espíritu por eso vamos a heredar el Reino de los Cielos. Pero,
todo lo que nos ha sido enseñado dice que tenemos que ser ricos en espíritu.
Tenemos que trabajar y el trabajo hay que cumplirlo y empaparse del espíritu y
crecer en el espíritu. ¿Cómo pueden ser estas cosas? ¿Es simplemente que pobre
de espíritu quiere decir, pobre en términos de debilidad o bajo en
espíritu? No, no quiere decir eso. Ser pobre en espíritu quiere decir que
voluntariamente sacrificamos el bien propio por nuestro vecino, nuestro hermano
– que seamos pobres a propósito en dominar nuestro interés propio,
sacrificarnos por las personas a las que servimos. Quiere decir que la riqueza
no es, en sí, un objetivo de los elegidos. Esta observación golpea directamente
el evangelio materialista de riqueza y prosperidad.
En estos últimos años, diversos
elementos de la Iglesia de Dios han enseñado que hay un evangelio de riqueza o
prosperidad – una filosofía de enfermedad es igual a pecado y que prosperidad
es igual a justicia. La práctica o doctrina que enfermedad es igual a
pecado es del Chamanismo; Y es herejía. Es una doctrina de los demonios y
podemos encontrar tal doctrina en cualquier tribu de gente subdesarrollada de
Asia que viven bajo los sistemas satánicos de demonismo. Las enfermedades de
este planeta son los efectos acumulados de 6,000 años de rebelión en contra de
las Leyes de Dios.
Algunos, si no todos, de nuestros
pueblos hasta cierto punto son genéticamente deficientes por estas rebeliones.
Algunas personas son forzadas por el trabajo en situaciones que los hacen
enfermar y necesitan ayuda y compasión. Nuestra gente en las iglesias en épocas
anteriores eran doctores. Propagaron el evangelio a través de Europa entrando
en casas, sanando y ayudando a la gente. La enfermedad no era igual a pecado
para nuestros predecesores. Ellos amaban a las personas que trataban de salvar.
Los sanaron, los alimentaron, los arroparon y arriesgaron sus vidas para
llevarles la palabra de Dios. Voluntariamente abandonaron su riqueza,
sacrificaron su interés propio, y rodaron por el mundo a pie, y subyugaron sus
estilos de vida y su bienestar, por las personas de este mundo. Trataron de
traer a todos los hombres al amor de Cristo por todos los hombres y amor a los
demás, como hermanos.
Nuestro pueblo literalmente ha
abandonado sus posiciones y sus vidas, por los demás a través de los siglos. En
muchas de las iglesias del primer siglo tenían bienes en común. Los Apóstoles
establecieron ese sistema donde literalmente daban todo su dinero en bolsillos
o bolsos comunales y vivían juntos.
Esto lleva a otro concepto. Si alguna vez tuviéramos que hacer eso en este siglo muchas personas escaparían antes de iniciar. Hemos oído decir, ama a todos los hermanos, pero a algunas personas amalas de lejos. Tal actitud demuestra que hay un grave problema espiritual, no solo entre los que sostienen este punto de vista, sino que también con esos que causan que el punto de vista sea sostenido. Algunas personas están ajenas al impacto de su comportamiento.
Entonces podemos ver que el tema de pobres de
espíritu no es en términos de andar desanimados en espíritu. Significa ser
pobre por colocar los intereses de otros, y el trabajo de Jesucristo por encima
de nuestro interés propio.
La segunda Bienaventuranza es: Bienaventurados
los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
¿De dónde obtenemos este concepto de
llorar? ¿Qué es llorar? ¿Por qué es una bendición llorar? Llorar es básicamente
la pérdida de algo; ¿O es eso? De Ezequiel 9:4 obtenemos una idea de lo que se
entiende. Cristo es en realidad la ampliación del concepto de lo que Ezequiel
estaba diciendo. Empezamos en el versículo 1. El encabezado es Matanza de
los idólatras.
Ezequiel 9:1-11 Clamó en mis oídos con
gran voz, diciendo: Los verdugos de la ciudad han llegado, y cada uno trae en
su mano su instrumento para destruir. 2 Y he aquí que seis
varones venían del camino de la puerta de arriba que mira hacia el norte, y
cada uno traía en su mano su instrumento para destruir. Y entre ellos había un
varón vestido de lino, el cual traía a su cintura un tintero de escribano; y
entrados, se pararon junto al altar de bronce. 3 Y la gloria del
Dios de Israel se elevó de encima del querubín, sobre el cual había estado, al
umbral de la casa; y llamó Jehová al varón vestido de lino, que tenía a su
cintura el tintero de escribano, 4 y le dijo Jehová: Pasa por en
medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles una señal en la frente
a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se
hacen en medio de ella. 5 Y a los otros dijo, oyéndolo yo: Pasad por
la ciudad en pos de él, y matad; no perdone vuestro ojo, ni tengáis
misericordia. 6 Matad a viejos, jóvenes y vírgenes, niños y mujeres,
hasta que no quede ninguno; pero a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no
os acercaréis; y comenzaréis por mi santuario. Comenzaron, pues, desde los
varones ancianos que estaban delante del templo. 7 Y les dijo:
Contaminad la casa, y llenad los atrios de muertos; salid. Y salieron, y
mataron en la ciudad. 8 Aconteció que cuando ellos iban matando y
quedé yo solo, me postré sobre mi rostro, y clamé y dije: ¡Ah, Señor Jehová!
¿Destruirás a todo el remanente de Israel derramando tu furor sobre Jerusalén? 9
Y me dijo: La maldad de la casa de Israel y de Judá es grande
sobremanera, pues la tierra está llena de sangre, y la ciudad está llena de
perversidad; porque han dicho: Ha abandonado Jehová la tierra, y Jehová no ve. 10
Así, pues, haré yo; mi ojo no perdonará, ni tendré misericordia; haré
recaer el camino de ellos sobre sus propias cabezas. 11Y he aquí que
el varón vestido de lino, que tenía el tintero a su cintura, respondió una
palabra, diciendo: He hecho conforme a todo lo que me mandaste. (RSV)
Este proceso inicia en los niveles más
altos con los más elegidos y procede abajo a través de nuestra gente. Somos
marcados en nuestra capacidad de llevar luto y suspirar, llorar, y
arrepentirnos y vencer. Esos que no llevan luto y se arrepienten, morirán: Los
hombres, las mujeres y los niños. Éste no es un mensaje de debilidad. La nación
de Australia, por ejemplo, será traída a rodillas por la espada. La ciudad de
Sídney se arrepentirá de su Mardi Gras. Estas cosas
son abominaciones a la vista de Dios y serán desechas; Y no es malo decir que
la palabra de Dios se mantiene. Estas personas llaman bueno a lo malo y malo a
lo bueno. Son una abominación en la vista de Dios y un hedor en su nariz. Dios
les permitirá ser destruidos.
Nuestro trabajo es advertirle las
personas y nuestra indolencia y nuestro aplazamiento de la acción significa que
los niños morirán. Por esto es que somos bienaventurados si llevamos luto y
suspiramos y lloramos. Pero tenemos que hacerlo activamente, no pasivamente.
Tenemos que ser proactivos en lo que hacemos, no reactivo. No es un tema de
simplemente expresar desilusión. Tenemos que llegar allí afuera y decirles.
Tenemos que demandar el arrepentimiento de esta nación – volver los corazones de
los padres a sus hijos y los hijos a sus padres, o esta tierra morirá. Esta no
es una crítica inherente de nosotros sino meramente acentuar la urgencia del
problema. Nuestra capacidad de existir como nación y el número de nuestra gente
en el Milenio depende de lo que hacemos ahora. Aun el número de Gentiles es
dependiendo de qué tan bien cumplimos con nuestra tarea. Tenemos recursos
limitados y hay también muchas personas afectadas por los errores del pasado,
por la auto-suficiencia indolente.
La tercer Bienaventuranza dice: Bienaventurados
los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
¿Es una contradicción decir que tenemos
que advertirle a esta nación y al mundo, pero tenemos que ser mansos? ¿Qué
significa ser manso? ¿Es la mansedumbre debilidad? ¡No! La mansedumbre no es
debilidad.
Moisés fue manso sobre todos los
hombres, pero ninguna persona, con una imaginación amplia, diría que él fue
débil. Asimismo, la fuerza no viene, y no es expresada, en términos de:
declaraciones dogmáticas o fuerza en el uso de armas, o el uso de su posición,
o el uso de su autoridad. Fuerza no es tener una posición jerárquica y patear
los intestinos de todo el mundo bajo nosotros. La fuerza es la capacidad de
morir por nuestra gente. 1Corintios 13 es el capítulo del amor, como todos
nosotros sabemos. La caridad, en el sentido de amor, es el incondicional
amor ágape de Dios. Es el tipo de amor que pronuncio la boca de Cristo
en la estaca cuando dijo: “padre perdónalos porque no saben lo que hacen”. Este
amor es el tipo de amor que salió de la boca de Esteban cuando lo mataron a
pedradas. Él recibió una visión del Reino para pasar a través de ella. Eso es
examinado en las últimas dos Bienaventuranzas.
De 1Corintios 13 podemos tener una idea de lo qué Cristo esta hablando en la forma que él habla de esta mansedumbre y heredar la Tierra. Es el tipo de mansedumbre que proviene de colocarnos debajo de nuestros hermanos.
Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no
tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe
Tiene
que ser una manifestación física de nuestra preocupación. Son palabras vacías,
simplemente sonando como gongs, hablar de nuestra fe y no hacer nada.
1Corintios 13 están hablando de poderes proféticos, entendiendo misterios y
conocimiento. Habla de una fe como para mover montañas. Sin embargo, si no
tenemos el amor que debe ir con nuestra fe, nuestra fe es errónea, porque todos
los poderes del Espíritu Santo son dados a esas personas que pueden expresar su
mansedumbre – en el amor por los otros. A nosotros no nos es dado el Espíritu
Santo en ninguna verdadera forma o poder hasta que sepamos cómo dirigírselo a
todos los demás con amor.
Se
nos dará bastantes dones por llevarlos ahí. Si menos amor mostramos, más
limitado será el Espíritu. Si no vencemos esa debilidad, perderemos al Espíritu
Santo.
Hemos
visto a la gente probar su comprensión de la Divinidad. Esos que no tratan esta
prueba como debiesen y hacen una decisión equivocada, pierden lo que ya sabían.
La
primera etapa es el Primer Gran Mandamiento (expresado en los primeros cuatro
Mandamientos) que es: Ama al Señor tu Dios, con toda tu mente, y con todo tu
alma. La mansedumbre es la forma de comportamiento que coloca todo en
subordinación al Primer Mandamiento.
El
pueblo de Dios ha hecho a un lado sus matrimonios, sus hermanos, su bienestar,
su riqueza, y todo por la Iglesia. Cada uno de nosotros ha tenido que
sacrificar algo. Cada uno de nosotros ha sido llamado y se ha dado a los demás,
a fin de que podamos desarrollar amor y poder en el Espíritu Santo. Heredaremos
la Tierra porque a nuestro maestro, Jesucristo, será dado, y ha sido dado, ese
poder y reinado y autoridad como el Lucero de la Mañana. Lo recibiremos
también, en su trono (Apo. 2:26-28; 3:12,21). Lo
haremos por nuestra naturaleza o capacidad de dominar nuestro interés propio, y
servirle a los demás.
Debemos
desarrollar esta naturaleza a lo máximo de nuestra capacidad. Algunas veces se
trata de ver las necesidades de otros. Es una expresión de nuestro amor anticipar
las necesidades de otros. Tenemos una familia extensa y nosotros deberíamos ver
las necesidades de cada uno antes que la persona la exprese. De esa forma deja
de ser fría la caridad como el mundo la ve y se convierte en producto de
preocupación. Es la capacidad, por la expresión de amor, demostrar que nos
importan. Haber visto y anticipado algo, es un regalo mas allá de las palabras,
porque alejamos de nuestro hermano la necesidad de tener que pedir. Ninguno de
nosotros debería tener que pedir nada.
Siguiendo
en el tema de la mansedumbre, progresamos en el tema de batalla. Nuestro
maestro tiene el poder de salvar o no salvar. Él tiene el poder de entregarnos
o no entregarnos. Él tiene el poder de enviarnos al cautiverio o no enviarnos
al cautiverio. Asimismo, esos que confían en su propia fuerza y no sirven a
Dios con todo su corazón y mente y alma, fallarán en el fin. Van a ir ya sea al
cautiverio del Israel físico, o al cautiverio de la Segunda Resurrección.
La Segunda Resurrección es una escuela disciplinada por medio de la cual todos los hombres aprenderán a amar a Dios y ellos verán los resultados de lo que hacen. Nuestro maestro pagó un precio para librarnos de eso y darnos la oportunidad de guiar. Llevamos la delantera a través de nuestra mansedumbre y nuestra resignación paciente.
De Apocalipsis 6, vemos cómo es desarrollado
este concepto. Los sellos son examinados en los papeles Los Siete Sellos
[140] y Las Siete
Trompetas [141]. Aquí tenemos a la vista una pregunta de un fracaso por
ser mansos. Lo que ocurre en la secuencia de los sellos es que los sellos
provienen directamente de las Bienaventuranzas. Los sellos son específicamente
el resultado del fracaso de mantener el Primer y Gran Mandamiento, y el Segundo
Gran Mandamiento, de amar a tu prójimo como a ti mismo. En conjunto esto es el
agrupamiento de los Diez Mandamientos (ver los papeles Las Leyes de Dios
[L1] y la serie Leyes [252- 263].
El primer sello se desarrolla de la
religión falsa – de colocar sistemas de gobierno por encima de la estructura
bíblica y las Leyes de nuestro maestro y nuestro Dios.
Los sellos son progresivamente abiertos
por el quebrantamiento de la ley y las restricciones impuestas por las
Bienaventuranzas.
A medida que se rompen, el primer sello
es abierto por la religión falsa porque no hay mansedumbre. No hay deseo de
someter el interés propio y ayudar a todos los hombres. Porque la religión
falsa es determinada así, no es unanimidad de mente en el servicio del Único
Dios Verdadero y su orden legal. La división causada por estructuras religiosas
jerárquicas de grupos empíricos, ejerce desigualdades que provienen otra vez
del fracaso de las Bienaventuranzas en nuestras mentes. El deseo se convierte
en lujuria, la cual da como resultado luchas. La guerra sigue. De la guerra
viene la pestilencia, muerte y hambruna. Éstos son los primeros cuatro sellos y
son exponenciales. Como va uno, así también va el otro.
Siguiendo, luego, romper el quinto
sello es persecución religiosa, porque si tenemos religión falsa tenemos dos
escuelas y un dios falso. Con la religión falsa tenemos ambición de poder. Si
no tenemos mansedumbre, tenemos persecución.
El quinto sello es el resultado de la
persecución que se levanta, a partir de una ausencia de mansedumbre, y de deseo
de dañar y dañar a esos que no están de acuerdo con nosotros.
El sexto sello son las señales divinas.
Demuestran que Cristo se ocupará del asunto e intervendrá inminentemente en
progresivo orden.
Por las señales, Cristo indica que él
le pondrá fin a este sistema mundial por su conducta y sus lujurias y el poder
de estas personas en contra de ellos mismos.
En ese tiempo todos ellos serán traídos
al Valle de la Decisión y serán destruidos a través de su propia conducta.
Cristo no los matara a ellos, en el sentido que establece bajo la orden directa
de Dios para simplemente mutilar y matar estas personas. Tienen permiso de
utilizar sus debilidades, las cuál fluyen del fracaso de mantener las
Bienaventuranzas. Se mataran el uno al otro, hombres mujeres y niños, en millones,
casi destruyendo este planeta.
El mundo esta
degenerado en el tribalismo. Las personas de habla inglesa también se degeneran
de este modo. Las mentes de nuestra gente se destruyen sistemáticamente por
Hollywood y los medios noticiosos, a lo largo líneas básicas de violencia.
Europa se declaró la guerra a sí mismo
dos veces en el siglo 20 en actos de gran locura. Luego siguió una Guerra Fría
de 50 años como resultado de la Segunda Guerra Mundial. Ahora esta a punto de zambullirse a sí misma de vuelta en la
barbarie. Ha vuelto a ser racista. Nuestros pueblos aborígenes son atacados. La
limpieza étnica y la barbarie tribal de la guerra de los Balcanes es una
precursora de la Tercera Guerra Mundial, como la Guerra Civil Española fue un
anticipo de la Segunda Guerra Mundial. La incapacidad política de controlar a
la Bestia ha puesto en movimiento una serie de cosas. Estas personas,
conducidos por el materialismo y la amoralidad, a través de sus lujurias, su
poder, y ambiciones, se destruirán ellos mismos y a este planeta.
Los mansos heredarán la Tierra porque
no habrá nadie más vivo. Cristo intervendrá en esta locura y la acortara por el
bien de los elegidos en el Plan de Dios (Mat. 24:22).
Durante cada una de las fases de los
siete sellos el mundo podría arrepentirse. En el séptimo sello hay siete
trompetas, luego siete copas, y las siete copas representan la furia de Dios.
En cada uno dice: Y no se arrepintieron (Apo.
16:9). Durante este período nadie tiene permiso de entrar en el Templo de Dios
hasta que las siete plagas se cumplan (Apo. 15:8). Ellos,
así, tampoco se arrepienten ni pueden convertirse.
En cada uno de esas pruebas Dios les
permite una válvula de seguridad. Es la misma situación donde tenemos a una
persona bajo una llave en la nuca, y decimos: “¿Cede usted?” ¡Y él dice, “No!”
De hecho, la humanidad se ha puesto en su propia llave en la nuca y lentamente
se estrangula a sí mismo hasta morir, una herida auto impuesta. Dios
eficazmente dice, “No Dispares contra ti mismo en el pie, va a Doler”. Los inconversos en su enemistad hacia Dios responden, “Si
quiero Disparar contra mí mismo, lo haré”. Dios está tratando de salvar a estas
personas, pero se mantienen soplando sus pies. Ese es el fin de todos ellos.
Por esto es que Cristo dijo, “Benditos son ustedes, ustedes heredarán la
Tierra”, porque no disparamos a nosotros mismos en el pie en una base continua.
La cuarta Bienaventuranza es: Bienaventurados
los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Tal deseo, es tener hambre y tener sed
del conocimiento de Dios. El salmo 119 demuestra los conceptos en las Leyes, y
la rectitud sigue a las Leyes. Los elegidos se llenan del Espíritu Santo y hay
una diligencia en su hambre y sed. No comen comida física; Comen comida
espiritual.
Los papeles en El Espíritu Santo
[117]
y Los Frutos del
Espíritu Santo [146] deberían
ser estudiados en relación a las Bienaventuranzas y el relleno. Es el
Espíritu Santo y todos sus frutos expresados en 1Corintios 13, y en todos los
demás textos en el tema por Pablo, ese es el relleno que tiene lugar.
Las Bienaventuranzas forman una llave,
y hay un afluente a través de ellas en nuestra capacidad de convertirnos en la
sal de la Tierra y las luces del Templo. Podemos convertirnos en una luz para
los gentiles.
Sin embargo, no hay muchos de nosotros.
La sal es sólo una pizca en la comida o una pequeña porción en los
ingredientes. El mismo concepto es encontrado en la historia de Gedeón y los
300. Somos muy pocos; somos llamados uno de una ciudad, y dos de una
familia (Jer. 3:14).
Jeremías 3:14 convertíos, hijos
rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; y os tomare uno de cada
ciudad, y dos de cada familia, y os introduciré en Sión; (KJV)
Esto es por qué hay unos pocos que
entienden y trabajan sobre este último período. Dios derrama Su Espíritu sobre
la humanidad primeramente a través de los elegidos (Hech
2:1-33) y esto continúa durante los últimos Días (Joel 2:28-32; Hech 2:17-21).
Elías pensó que era el último que
quedaba. En efecto él decía esto: “No queda nadie más. Pero Dios, soy el único
aquí; Soy importante”. Él se lleno de vanidad por su tarea. Pablo mato a
Esteban pero él dijo, en lo que se refiere a la ley - libre de culpa (Fil. 3:6). ¡Él escribió esto después de su
conversión y después de que él había asesinado a Esteban! Hay un hombre justo,
Jesucristo y todos nosotros somos pecadores. Cristo, sin embargo, dijo que no
había nadie bueno solo Dios (Mat. 19:16-17). Todos se
han quedado cortos de la gloria de Dios, Pablo incluido. El pecado es pecado y
eso proviene de las iniquidades de la mente. Una parte de los elegidos que
precedieron al Mesías, como los padres de Juan el Bautista, estuvieron libre de
culpa bajo las ordenanzas (Lc. 1:6). Todos somos
libres de culpa después de nuestra conversión (1Cor. 1:8; Fil.
2:15; 1Tes. 5:23; 1Tim. 3:2,10; 5:7; Tito 1:6,7; 2Pe. 3:14).
Pablo, sin embargo, cayó en cuenta más
tarde que él era uno de los peores pecadores (Rom.
7:1-25).
Una parte de nosotros peca en nuestras
mentes. Algunos pecan de hechos y acciones. Pero estamos siendo medidos en
nuestras mentes y no sólo en lo que hacemos. Ese es un concepto atemorizante.
La mente provee grandes oportunidades para el pecado. A menudo nos admiramos
del nivel de nuestros pensamientos. Los medios modernos presentan oportunidades
para el pecado de la mente que excede a cualquier a tiempo previo.
Este asunto luego continúa en el tema
de la misericordia. No es accidental que la misericordia siga después de tener
hambre y sed de justicia en la estructura de las Bienaventuranzas. Tenemos que
ser mansos para llegar, o para querer llegar, al punto de entender que
necesitamos el Espíritu Santo, la gracia de Dios y el sacrificio redentor de
Cristo. Necesitamos estar llenos para dominar el yo. Nuestra vanidad y nuestra
confianza en sí mismo son dominadas por la confianza en Cristo. Algunos de
nosotros entonces tienen que ser físicamente humillados para convertirse al
Reino de Dios. A algunos de nosotros se les permite sufrir lesiones y pérdidas
en nuestras mentes al punto en que podemos ser tratados por Dios. Todas las
cosas trabajan juntas por el bien de los que aman a Dios, a los que son
llamados conforme a Su propósito (Rom. 8:28).
La quinta Bienaventuranza es: Bienaventurados
los misericordiosos, porque ellos alcanzaran misericordia.
Zacarías 7:8-10 Y vino palabra
de Jehová a Zacarías, diciendo: 9 Así habló Jehová de los ejércitos,
diciendo: Juzgad conforme a la verdad, y haced misericordia y piedad cada cual
con su hermano; 10 no oprimáis a la viuda, al huérfano, al
extranjero ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano.
(RSV)
Ha sido una enseñanza de algunas
iglesias trinitarias, que no tenemos que mantener la fe con personas que no son
de nuestra propia denominación. Enseñaron que tenemos una norma diferente de
tratar con las personas si somos de la misma fe. En términos de honestidad y
las viudas y los huérfanos y los pobres bajo la Ley que nos es verdadera. Dios
no hace acepción de personas (Hech 10:34).
Los forasteros, los gentiles, vienen a
confiar en nosotros porque no ponemos a unos sobre otros en lo referente al
respeto. Las sentencias de la Ley se pondrán en marcha sobre este planeta
independientemente de la raza, el color de piel o la clase social.
Zacarías 7:11-13 Pero no
quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír;
12 y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las
palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los
profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los
ejércitos. 13 Y aconteció que así como él clamó, y no escucharon,
también ellos clamaron, y yo no escuché, dice Jehová de los ejércitos; (RSV)
Viene un tiempo cuando el Señor de los
ejércitos no oirá. Él no oirá cuando la nación llore y tratara con ellos y
tornara a otras naciones que reciban un corazón de piedra para tratar con
nosotros.
Zacarías 7:14 sino que los
esparcí con torbellino por todas las naciones que ellos no conocían, y la
tierra fue desolada tras ellos, sin quedar quien fuese ni viniese; pues
convirtieron en desierto la tierra deseable. (RSV)
La desolación y la guerra se derivan de
la falta de escuchar la palabra de Dios.
Zacarías 8:1-6 Vino a mí palabra
de Jehová de los ejércitos, diciendo: 2 Así ha dicho Jehová de los
ejércitos: Celé a Sión con gran celo, y con gran ira la celé. 3 Así
dice Jehová: Yo he restaurado a Sión, y moraré en medio de Jerusalén; y
Jerusalén se llamará Ciudad de la Verdad, y el monte de Jehová de los
ejércitos, Monte de Santidad. 4 Así ha dicho Jehová de los
ejércitos: Aún han de morar ancianos y ancianas en las calles de Jerusalén,
cada cual con bordón en su mano por la multitud de los días. 5 Y las
calles de la ciudad estarán llenas de muchachos y muchachas que jugarán en
ellas. 6 Así dice Jehová de los ejércitos: Si esto parecerá
maravilloso a los ojos del remanente de este pueblo en aquellos días, ¿también
será maravilloso delante de mis ojos? dice Jehová de los ejércitos. (RSV)
Puede parecer mentira para los hombres,
pero no es imposible para Dios. Dios puede levantar hijos a Abraham de las piedras
del desierto, y él hará eso. Estamos en la construcción para el establecimiento
del Milenio. Todo eso guarda relación con el Mesías y el establecimiento del
Reino de Dios. Así el tema de la justicia y la misericordia sigue en nuestra
capacidad de tratar con otros en una forma equitativa.
La
sexta Bienaventuranza es: Bienaventurados los de limpio corazón porque
ellos verán a Dios.
Por manifestar estas cualidades en el
Espíritu Santo como un bautizado, los engendrados en el espíritu como hijos de
Dios, recibirán el sello de Dios. En recibir el sello podemos lograr el poder
espiritual y nosotros veremos a Dios. Pablo escribió que nadie, ningún ser
humano físico, ha visto ni alguna vez verá a Dios (1Tim. 6:16). Ese es un
concepto que Pablo y Juan trabajaron; Que nadie había visto a Dios, porque Dios
es un poder espiritual. Tenemos que estar en la forma y aptitud de espíritu
para ver a Dios, y nadie puede ser de esa manera. Es algo que se lograra
después de la resurrección y nosotros lograremos esa distinción.
La
séptima Bienaventuranza es: Bienaventurados los pacificadores, porque
ellos serán llamados hijos de Dios.
La
realización de la paz es una forma de expresar el Espíritu Santo. Traer paz es
la capacidad que Jesucristo expone para regir este planeta. Él gobierna uniendo
su planeta en un acuerdo bajo Dios. El monoteísmo no quiere decir que Dios es
uno teniendo tres cabezas. El monoteísmo es que Dios es Uno, porque todo
el mundo, Jesucristo y todos incluida la multitud, dominan sus voluntades por
Dios. Comparten la voluntad de Dios, la forma y la fuerza por el deseo y el
amor. Somos designados en el sistema para compartir Su voluntad por el deseo y
el amor. Jesús mismo dijo: "Mi comida es que haga la voluntad del que me
envió y que acabe su obra" (Jn. 4:34). Ese
debería ser el tema fundamental para nosotros. Eso es lo qué tiene que ver el
Monoteísmo. Todos somos un espíritu que emana de Dios y hace a Jesucristo uno
con Dios. Nos hace parte del cuerpo de Jesucristo que es nuestra cabeza, y nos
hace parte de Dios que es todo en todo (Efe. 4:6). No es una Trinidad;
Es una multiplicidad. La Trinidad limita la capacidad de todos nosotros ver a
Dios y ser uno con Dios, asimismo Jesucristo es uno con Dios. El binitarianismo logra el mismo efecto que el Trinitarianismo.
Para ser hijos de Dios tenemos que ser
hacedores de paz y demostrar los frutos del Espíritu Santo. ¿Cómo nos
convertimos en hacedores de paz? ¿Cómo resolvemos los problemas? Viendo la
necesidad y Viendo la preocupación. Nos ponemos debajo de nuestros hermanos.
Deberíamos decir, “no quiero lograr cosas a expensas de mi hermano. No quiero
nada fuera de la voluntad de mi padre. No quiero poner ningún sistema por
encima del cuerpo de mi maestro y la voluntad de mi padre. Si mi padre escoge
no intervenir, y muero en ese proceso, entonces esa es la voluntad de mi padre,
pero viviré y seré más fuerte de lo que alguna vez pude haber imaginado”.
Hacemos la paz pero no porque tenemos
miedo de algún hombre en este planeta. El Espíritu Santo es un espíritu de poder
y una mente sana – no un espíritu de miedo y timidez. Que algunos de nosotros
seamos débiles físicamente y no pueda vencer al campeón de los pesos pesados
significa poco. Todos nosotros somos físicamente débiles en algunas áreas pero
nuestra fuerza viene del poder de Dios. El hecho que Cristo nos metió en una
posición donde no podemos dominar las naciones (literalmente destruir este
planeta) es una virtud porque hay muchos hermanos que sentenciarían
injustificadamente. Si se ejecuta el programa abundarían los clones y una gran
cantidad de personas muertas. Algunas de las iglesias habrían quemado cada
libro en este planeta si se hubiera ejecutado este programa veinte años atrás;
Y algunas todavía pueden querer hacer esto. Muchas mujeres habrían sido quemadas
en la hoguera como brujas y habría habido menos carreras alrededor. Como todos
sabemos, muchas atrocidades han sido cometidas en el nombre de Dios.
En
la octava Bienaventuranza, Cristo dijo: Bienaventurados los que padecen
persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los
cielos.
El martirio de Esteban en Hechos es
importante. Esteban le habla al concilio en Hechos 7. Cuando finalizo, se
enfurecieron y rechinaron sus dientes. ¿Qué dijo él? En Hechos 7:51 él dijo:
Duros de cerviz, e incircuncisos de
corazón y de oídos.
Ellos sabían que era la circuncisión
del corazón. Isaías les había dicho a todos ellos acerca de eso y ellos sabían
que no era ninguna nueva enseñanza. Cristo ya les había telegrafiado sus
movimientos a través de los profetas. Algunas personas piensan que Jesucristo
inició un sistema nuevo. Él no lo hizo. Él le habló a Israel por centenares de
años a través de los profetas. No escuchaban. Eso es lo que decía Esteban y no
les gusto.
En
Mateo 23:31,37 y Lucas 11:50, Cristo efectivamente le preguntaba a los
fariseos: ¿"a cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres
"? No se dijo aquí, " pienso que a la mayoría de ellos". ¿Él les
preguntó a ellos que le dijeran a cuál no persiguieron? Todos los profetas y
todo el mundo que hablaba en nombre de Dios fueron perseguidos y estuvieron
siendo acosados. Mataron a esos que predijeron la llegada del justo a quien
Esteban dijo habían traicionado y asesinado. Él dijo: "vosotros que
recibisteis la ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis (Hch 7:53). Era una condenación del Judaísmo farisaico.
Tuvieron las Leyes pero no las guardaron en el espíritu.
Oyendo estas cosas, se enfurecían en
sus corazones, y crujían los dientes contra el. Pero
Esteban, lleno del espíritu santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria
de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios. Y dijo: He aquí, veo los
cielos abiertos, y al hijo del hombre que esta a la
diestra de Dios. Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y
arremetieron a una contra el. Y anchándole fuera de
la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un
joven que se llamaba Saulo
Mientras
apedreaban a Esteban el oraba:
Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y
puesto de rodillas, clamo a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este
pecado, y habiendo dicho esto, durmió. Saulo aprobó el asesinato.
Saulo aprobó el asesinato. Las capas
fueron colocadas en sus pies porque él era supervisor o testigo farisaico. Era
requerido que un hombre fuera ejecutado bajo la mirada o jurisdicción de un
testigo, un delegado. En la Inquisición la autoridad descendió a Delegados
Papales. Pero Saulo asesino a Esteban como si él hubiera tirado la primera
piedra y eso era su trabajo teóricamente tirar la primera piedra. Básicamente,
el testigo era el que confirmaba el asesinato. Sin eso, el asesinato de Esteban
no tenia excusa. Pablo debería haberse arrepentido completamente de ese hecho
en lugar de pronunciar el concepto de libre
de culpa. Él no estaba libre de culpa porque él quebrantó el Mandamiento: No
mataras. Él mató a un hombre inocente.
Al
final, en la novena Bienaventuranza, leemos: Bienaventurados sois cuando
por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra
vosotros, mintiendo.
Cristo lo personalizó. Él centro la
persecución en todos y cada uno de los elegidos. La gente que persigue a los
elegidos son esas que están en autoridad o dicen estar en autoridad en lo que
aparenta ser las Iglesias o Congregaciones de Dios. Ese fue inicialmente el
judaísmo pero la mayor persecución provino de la así llamada Cristiandad
tradicional. Continúa en el sistema protestante y en las mismas Iglesias de
Dios. Éstos son quienes dicen que son cristianos, y no lo son. Esos fuera de la
Cristiandad tradicional que dicen ser las Iglesias de Dios persiguen a los
elegidos porque no conocen a nuestro maestro.
Isaías 66:5 dice:
Oíd la palabra del Jehová, vosotros los
que tembláis a su palabra: "Vuestros hermanos que os aborrecen, y os echan
fuera de por causa de mi nombre, dijeron: Jehová sea glorificado. Pero el se mostrara para alegría vuestra, y ellos serán
confundidos” (RSV)
De hecho, los elegidos son rechazados
de las Sinagogas por esos que piensan que le están haciendo un favor a Cristo.
Tratan de darle muerte a los elegidos. ¿Quiénes fueron esos que mataron a
Isaías supuestamente aserrándole por la mitad? Fue el sacerdocio. ¿Quién mató a
pedradas a Jeremías? Las tradiciones dicen que fueron los profetas de Anathoth. Las mismas personas que dicen que son pilares de
luz son esas que nos insultan más porque no conocen a nuestro maestro. Piensan
que son justos pero no tienen el Espíritu Santo. No pueden guardar la ley
porque la mente carnal es enemistad hacia Dios (Rom.
8:7). No es un concepto de personas siendo enemigos de Dios. Sin el Espíritu
Santo y estando cerca de Dios no podemos guardar la ley porque emana de la
naturaleza de Dios. Lo que Dios dice efectivamente es: “He establecido el
sistema. Yo creé a las personas y no son nada sin mi espíritu”.
La analogía es muy parecida a tener un
barco en el puerto con el generador encendido. Las luces están todas, pero no
va a ninguna parte y sólo el motor auxiliar esta
funcionando. El motor principal ni siquiera esta encendido. Estas personas no
pueden evitar lo que son. Aun no han volteado las turbinas. Corren en auxiliar
y eso es casi la analogía. No es medio poder; No tienen poder. Las luces están
encendidas, pero no hay actividad. Cuando ponemos en marcha el motor con el
Espíritu Santo es entonces que nos volvemos operacionales. Luego podemos zarpar
y navegar dondequiera dentro de la voluntad de nuestro Padre.
Que pronuncien toda clase de mal en
contra de nosotros falsamente en la cuenta de Cristo no es algo nuevo. Lo
anteriores son ejemplos del tipo de injurias que hemos enfrentado a través de
los siglos. Porque no tuvimos la capacidad de escribir libros, no podemos
conseguir nuestra versión de los hechos. Quemaron nuestras escrituras, llamaron
malo a lo que hicimos y dijeron que hicimos cosas horrendas como el culto al
único Dios verdadero, ayunamos, mantenemos el sábado, y vestimos sin
ostentación. Nos colgaron y nos quemaron en la hoguera por estas cosas. Fue su
moda vestir como pavos reales. La Cristiandad tradicional nos insultó por toda
clase de cosas. Tuvieron muy poco para acusarnos como una Fe (ver el papel El rol
Histórico del Cuarto Mandamiento en las Iglesias Sabatistas
de Dios [170] y el papel Distribución
General de las Iglesias Sabatistas [122]).
Muchas de nuestras personas fueron
llamadas a salir de pecado. A menudo el mundo condenó a los pecadores. Sin
embargo, se convirtieron y fueron aceptados y perdonados por la Iglesia como
hermanos. Esta aceptación incondicional de pecadores en la gracia salvadora del
bautismo de Jesucristo es la marca de la Iglesia de Dios y de los elegidos.
Cristo dijo, “Gozaos y alegraos, porque
vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los
profetas que fueron antes de vosotros.
Soportemos la persecución del mundo a
la luz de la esperanza que yace dentro de nosotros. Esforcémonos duramente por
hacer el trabajo de Dios.
Tenemos que ser la sal de la Tierra y
la luz de mundo. Jesucristo es la luz de mundo y a través de nosotros esparce
el evangelio. Dios eligió usarnos más que cualquier obra maestra. Él nos llamó
a confundir a los poderosos. Él nos ha llamado, los débiles y bajos de espíritu.
Algunos de nosotros son débiles, algunos son bajos de espíritu y algunos son
ambos. Pero él nos llamo, no para dejarnos en esa condición sino para llevarnos
a un punto de poder a través del Espíritu Santo.
Las
medidas de ese poder son las Bienaventuranzas y cómo podemos dominar nuestro
interés propio por Dios y nuestros compañeros en la Iglesia. Aquéllos de
nosotros que somos solteros estamos en familias; Aquéllos de nosotros que no
tenemos hijos, somos padres y aquéllos de nosotros que estamos solos ya no lo
estamos. Todos nosotros somos una familia extendida, en el poder, a través de
un Espíritu. Cristo nos explica en sus Bienaventuranzas cómo lograr llegar y
cómo cumplir con las tareas. Somos llamados no a la debilidad, sino al poder.
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