Iglesias Cristianas de Dios
[CB101]
OBEDECER
(Edición 2.0 09081997-21092006)
Dios nos dice que Él quiere obediencia o misericordia más que sacrificio. De
hecho, la obediencia a la ley produce bondad y misericordia y,
por lo tanto, es un sacrificio.
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OBEDECER
A los niños no les gusta obedecer a los padres,
maestros o policías. Los adultos no siempre obedecen las leyes de tránsito.
A veces, los líderes del gobierno hacen sus propias reglas, cambian las
leyes, alteran las constituciones, y luego engañan con estas leyes que han
hecho. Los líderes no siempre obedecen las leyes de la tierra.
Así vemos que hay desobediencia en todas partes. Sobre la gente en los
días de los Jueces de Israel la Biblia dice: En aquellos días no
había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía. (Jue. 17: 6).
Dios nos
dice que Él quiere más misericordia que sacrificio. De hecho, como veremos, la
obediencia a la ley produce bondad y misericordia y, por lo tanto, es un
sacrificio (Os. 6:6; Mt. 9:13; Mt. 12:7).
Cuando Dios creó a Adán y Eva, Él les dio su conjunto de leyes y ordeno
obediencia. ¿Por qué Dios nos manda a guardar las leyes? ¿Por qué no sugiere
que el guardarlas podría ser una buena cosa que debemos hacer? Deuteronomio
6:24 nos dice porque:
Deut. 6:24 Y
nos mandó Jehová que cumplamos todos estos estatutos, y que temamos a Jehová
nuestro Dios, para que nos vaya bien todos los días, y para que nos conserve la
vida, como hasta hoy.
Dios nos dio las leyes para nuestro bien, y para salvar nuestras vidas.
Sus leyes son una extensión de su naturaleza. Así Dios y su ley son:
Debido a que Abraham era obediente, Dios les dio grandes promesas a
Abraham y a sus descendientes.
Gén. 12:1-3
Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la
casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande,
y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los
que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti
todas las familias de la tierra.
Luego renovó la promesa con Isaac.
Gén. 26:4-5
Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu
descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán
benditas en tu simiente, por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto,
mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.
Dios mas adelante extendió estas promesas a Jacob (que pasó a llamarse
Israel, y que se convirtió en el padre de las doce tribus de Israel).
Gén. 35:11-12
También le dijo Dios: Yo soy el Dios omnipotente: crece y multiplícate; una
nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos.
La tierra que he dado a Abraham y a Isaac, la daré a ti, y a tu descendencia
después de ti daré la tierra.
Vemos, por tanto, que el derecho de primogenitura es el fruto de la
obediencia.
Cuando Israel entró en la Tierra Prometida, Dios le dijo a Josué que
fuera cuidadoso en su relación con las leyes (Josué 1:5-9). Dios nos dice que
la prosperidad y el éxito serán nuestros por la obediencia.
Con el tiempo, Israel se olvidó de ser obediente y, después de un
período de muchos años de ser gobernados por jueces justos e injustos y reyes,
Israel fue llevado cautivo. Judá no escucho las súplicas de los profetas de
Dios a que fueran obedientes, y fueron enviados al exilio. El cautiverio de
Israel se registra en 2 Reyes 17:5-23. Nabucodonosor capturó Jerusalén y llevó
a Judá lejos en 587 a.C (2Rey. 24:17-20; 2Rey. 25).
"Justicia" es el término bíblico que cubre las Leyes de Dios.
Sal. 119:172 Hablará mi lengua tus dichos, porque todos tus mandamientos son justicia.
Justicia y juicio son la misma palabra en hebreo (es decir, tsedek). El hombre que obedece las leyes
de Dios es alabado en Salmos 15:1-2.
Sal. 15:1-2 Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?
¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia,
Y habla verdad en su corazón.
Son los
"hacedores" de la ley los que son agradables a la vista de Dios.
Stg. 1:25 Mas
el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en
ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será
bienaventurado en lo que hace. (
Un hogar de gente temerosa y
obediente a Dios se asemeja a una casa construida sobre una roca.
Mt. 7:24
Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un
hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. (
Los padres son instruidos a enseñarles las leyes
de Dios a sus hijos.
Deut. 6:1-2
Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios
mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual
pasáis vosotros para tomarla; para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos
sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu
hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados.
Deut. 6:6-7 Y
estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a
tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y
al acostarte, y cuando te levantes.
La enseñanza de los niños llevará a casa un
ambiente apacible y feliz, y larga vida a los involucrados.
Los niños necesitan que se les enseñe este
mandamiento desde una edad muy temprana, porque aprender a obedecer este
mandamiento les ayudara a comenzar un hábito de por vida respetando la
autoridad, normas y leyes - las leyes tanto de Dios como de los hombres. Luego, a medida
que crecen, los niños no tendrán ningún problema transfiriendo el amor,
obediencia y respeto que tienen por sus padres a su Padre celestial.
Cuando Salomón fue consagrado como
rey de Israel, Dios le preguntó qué quería. Salomón no pidió riquezas, poder o
reconocimiento (aunque Dios se los dio), pero él pidió sabiduría.
2Cro. 1:10
Dame ahora sabiduría y ciencia, para presentarme delante de este pueblo;
porque, ¿quién podrá gobernar a este tu pueblo tan grande?
La Biblia tiene mucho que decir
acerca de la obediencia y la sabiduría - y el atributo opuesto, la insensatez.
Pro. 1:7 El principio de la sabiduría es el temor de
Jehová; Los insensatos
desprecian la sabiduría y la enseñanza.
Hay un resultado negativo en las
vidas de las personas que odian a Dios y Sus leyes.
Pro. 1:29-32 Por cuanto aborrecieron la sabiduría, Y no
escogieron el temor de Jehová, Ni quisieron mi consejo, Y menospreciaron
toda reprensión mía, Comerán del fruto de su camino, Y serán hastiados de
sus propios consejos. Porque el desvío de los ignorantes los matará, Y la
prosperidad de los necios los echará a perder;
Pro. 3:1-2 Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu
corazón guarde mis mandamientos; Porque largura de días y años de vida Y
paz te aumentarán.
Pro. 3:35 Los sabios heredarán honra, Mas los
necios llevarán ignominia.
Se nos
dicen: Escucha el consejo, y recibe la
corrección, Para que seas sabio en tu vejez. (Pro. 19:20).
Los padres son advertidos por Dios,
y deben hacer a sus hijos conscientes de las consecuencias de la desobediencia.
Pro. 19:27 Cesa, hijo mío, de oír las enseñanzas que te
hacen divagar de las razones de sabiduría.
Dios dio al hombre una mente con la cual razonar,
para poder elegir el camino por el que ira. El potencial de desobedecer estaba
allí. El poder de elegir del hombre lo eleva muy
por encima de un animal que está programado en sus respuestas. Así que el
hombre es responsable de sus decisiones.
El camino de Dios lleva a la vida, pero: Hay camino que al hombre le parece
derecho;
Pero su fin es camino de muerte. (Pro. 14:12).
Pro. 12:15 El camino del necio es derecho en su
opinión; Mas el que obedece al consejo es sabio.
Tenemos una opción. Sin obediencia no podemos
acercarnos a Dios - porque la mente carnal es enemistad hacia Dios. La rebelión
es como el pecado de brujería (1Sam. 15:23), ya que establece una voluntad
contraria, o en desacuerdo con Dios.
En Deuteronomio 28
y Levítico 26, Dios nos dice acerca de las bendiciones de la obediencia a Su
Ley y las maldiciones por la desobediencia (vea el papel Las Bendiciones y Las
Maldiciones (No. 75)).
Las palabras claras de esto se encuentran en Deuteronomio 30:19–20:
Deut. 30:19-20
A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he
puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues,
la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando a Jehová tu Dios,
atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y
prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová
a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.
Hay una aplicación espiritual también que se deriva de este texto. ¿Cuál
es la palabra que define la desobediencia a la ley de Dios?
1Jn. 3:4 Todo
aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción
de la ley.
El apóstol Pablo enseña más, para nuestra comprensión.
Rom. 6:12 No
reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en
sus concupiscencias;
Rom. 6:16-23
¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois
esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la
obediencia para justicia? Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del
pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual
fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la
justicia. Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para
iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la
iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir
a la justicia. Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de
la justicia. ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os
avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. Mas ahora que habéis sido
libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la
santificación, y como fin, la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte,
mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Pablo también nos dice claramente acerca de los beneficios de la
"obediencia" que conduce a la "vida eterna", y lo
contrario, "ira y enojo" a los que "rechazan la verdad y siguen
el mal".
Rom. 2:6-11 el
cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que,
perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y
enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a
la injusticia; tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo,
el judío primeramente y también el griego, pero gloria y honra y paz a todo el
que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego; porque no hay
acepción de personas para con Dios.
Las obras de Pablo
han sido mal utilizadas para anular la ley, aún en la época de los apóstoles y
la Iglesia primitiva (2 Pedro 3:15-16). Muchos
han consideró erróneamente que la ley fue abolida por la ignorancia de los
términos involucrados.
Hay un requerimiento específico en Romanos 1:18 a otro grupo de hombres
malvados "que detienen la verdad con su maldad".
Rom. 1:18
Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e
injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;
Dios siempre nos manda que ser
"hacedores" de su palabra, es decir, obedecerla, por la cual podemos ganar la vida eterna en la venida
del Reino de Dios.
OBEDECER - esa
palabra odiada - y, sin embargo, cuando se aplica a la correcta ley-orden
empleada en la humanidad delante de Dios, desde el más pequeño hasta el más
grande, desde el más pobre al más rico, de padres humildes a reyes y
sacerdotes, produciría un paraíso en la tierra, paso previo a la venida del
Reino de Dios.
Oh
Conviértete
Eterno,
Hijo de Dios.
Recibimos salvación y vida eterna por la gracia, pero la conservamos por
nuestra obediencia.
Dios quiere nuestra
obediencia por encima de todo. Él dice que es la forma de mostrar nuestro amor
hacia él.