Iglesias Cristianas de Dios

 

[263]

 

 

 

 

La Ley y el Décimo Mandamiento

 

(Edición 2.0 19981011-20120512-20120819)

 

 

Está escrito: No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. Este artículo explica la estructura entera de la ley de Dios, como se aplicó a su Mandamiento y como explicada por los profetas y los Testamentos en conformidad con la lectura de la ley en los años sabáticos.

 

Christian Churches of God

PO Box 369, WODEN  ACT 2606,  AUSTRALIA

 

Email: secretary@ccg.org

 

(Derechos Reservados ã 1998, 1999, 2012 Wade Cox)

 

Este documento puede copiarse libremente y distribuirse con tal de que se copie en su totalidad sin alteraciones o tachaduras. Debe incluirse el nombre del editor y dirección y el aviso de derechos de propiedad literaria. Ningún cargo puede realizarse a los destinatarios de copias distribuidas. Las citas breves pueden ser incluidas en artículos críticos y revisiones sin interferir en los derechos de propiedad literaria.

 

Este papel está disponible de la página del World Wide Web:
http://www.logon.org y http://www.ccg.org


La Ley y el Decimo Mandamiento

 


Está escrito: “No codiciaras”

Éxodo 20:17  No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. (RV)

 

Deuteronomio 5:21 No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. (RV)

 

El décimo mandamiento establece la ley en un plano más alto y espiritual. El décimo mandamiento establece la ley en la mente y el corazón y regula la conducta del elegido. La violación de este mandamiento, como los otros mandamientos en la estructura, viola la ley entera.

Romanos 7:7 ¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás. (RV)

 

La estructura del décimo mandamiento sigue la estructura de los Dos Grandes Mandamientos y los otros nueve mandamientos los cuales están centrados en el amor de Dios.

Mateo 22:36-38 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. (RV)

 

El Sistema y la Autoridad de Dios como Ley.

Dios ha establecido su ley hasta el cumplimiento total de Su plan, sobre la edad entera y las resurrecciones a la vida y para el juicio.

Mateo 5:17-32 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. 18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. 20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. 21 Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. 22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. 23 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. 25 Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. 26 De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante. 27 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. 28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. 29 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. 30 Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. 31 También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. 32 Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio. (RV)

 

La estructura entera de la ley fue interpretada correctamente, y puesta en un plano Espiritual a través del Mesías. Él le dio la ley a Moisés y luego dio su comprensión como tenía que ser guardada, como Mesías.

Deuteronomio 27:26 Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para hacerlas. Y dirá todo el pueblo: Amén. (RV)

 

Todo el poder es de Dios, incluso ese poder conferido a, y permitido a, Satanás y los ángeles caídos en los últimos días. Dios no hace acepción de personas como hemos visto (Lev. 19:15; Deut. 1:17; 16:19; 2Samuel 14:14; 2Crónicas 19:7; Proverbios 24:23; 28:21; Romanos 2:11; Efesios 6:9; Colosenses 3:25; Santiago 2:1; Santiago 2:9; 1Pedro 1:17). Dios asigna poder y privilegio dentro de Su plan.

 

El monoteísmo es el sistema en que todas las voluntades están sometidas a la voluntad del único y verdadero Dios, bajo Jesús Cristo a quien Él envió (Juan 17:3).

 

Persecución del pueblo de Dios a través de la envidia

Éxodo 1:1-14  Estos son los nombres de los hijos de Israel que entraron en Egipto con Jacob; cada uno entró con su familia: 2 Rubén, Simeón, Leví, Judá, 3 Isacar, Zabulón, Benjamín, 4 Dan, Neftalí, Gad y Aser. 5 Todas las personas que le nacieron a Jacob fueron setenta. Y José estaba en Egipto. 6 Y murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generación. 7 Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra. 8 Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José; y dijo a su pueblo: 9 He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. 10 Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra. 11 Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramsés. 12 Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían a los hijos de Israel. 13 Y los egipcios hicieron servir a los hijos de Israel con dureza, 14 y amargaron su vida con dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda labor del campo y en todo su servicio, al cual los obligaban con rigor. (RV)

 

Faraón y los egipcios trataron aquí astutamente con Israel. Similarmente, codiciando el crecimiento y bienestar, y temiendo el poder del pueblo de Dios, el adversario promueve su destrucción. Pero el Señor trae la liberación de Su pueblo mientras está todavía lejano.

 

Éxodo 2:16-25 Y estando sentado junto al pozo, siete hijas que tenía el sacerdote de Madián vinieron a sacar agua para llenar las pilas y dar de beber a las ovejas de su padre. 17 Mas los pastores vinieron y las echaron de allí; entonces Moisés se levantó y las defendió, y dio de beber a sus ovejas. 18 Y volviendo ellas a Reuel su padre, él les dijo: ¿Por qué habéis venido hoy tan pronto? 19 Ellas respondieron: Un varón egipcio nos defendió de mano de los pastores, y también nos sacó el agua, y dio de beber a las ovejas. 20 Y dijo a sus hijas: ¿Dónde está? ¿Por qué habéis dejado a ese hombre? Llamadle para que coma. 21 Y Moisés convino en morar con aquel varón; y él dio su hija Séfora por mujer a Moisés. 22 Y ella le dio a luz un hijo; y él le puso por nombre Gersón, porque dijo: Forastero soy en tierra ajena. 23 Aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre. 24 Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. 25 Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios. (RV)

 

Éxodo 3:1 Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. (RV)

 

Dios luego llama a Su liberador para el propósito que Él ha establecido. Dios emprende la liberación en Su propio tiempo. El décimo mandamiento enseña la paciencia y la perseverancia en la voluntad de Dios.

 

Voluntades en Rebelión

Teniendo una voluntad en rebelión a la Voluntad del único y verdadero Dios es Politeísmo y rebelión. Es como el pecado de brujería. El politeísmo meramente busca establecer voluntades en oposición a, o externa a, la voluntad del único y verdadero Dios. Eso es la razón por la cual Cristo hizo la voluntad del Padre en todas las cosas (Juan 6:38-40).

 

Dios conoce nuestras necesidades y todas las cosas son provistas en Su plan. La codicia ataca la fe en la suficiencia de las provisiones que Dios ha destinado para nosotros. Se dio a los hijos de Israel el maná para que su pan y agua estuvieran seguros, cual es Su promesa a nosotros en los últimos días en el desierto (Salmo 37:25; Isaías 33:16; vea también Números 11:1-35).

 

Dé gracias en todas las cosas. Sea agradecido por lo que el Señor nos ha dado. Porque en la lujuria y codicia está la ira de Dios.

 

La rebelión es como el pecado de brujería (1Samuel 15:23). La brujería y el encantamiento son también el deseo de circunvenir la voluntad de Dios. Observando los tiempos y adivinando los tiempos son un deseo de conocer el futuro y determinar una voluntad en oposición a la voluntad de Dios.

Deuteronomio 18:10-14 No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, 11 ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. 12 Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. 13 Perfecto serás delante de Jehová tu Dios. 14 Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios. (RV)

 

La astronomía y la comunicación con espíritus son la antítesis de la fe. El justo caminará por fe (Romanos 1:17; 2 Corintios 5:7)

 

El Sábado como una señal de Dios y Su poder

Dios establece Su sistema según Sus tiempos y Su calendario, y no según el Dios de este mundo. Eso es la razón por la cual el calendario entero del sistema del mundo, incluso el calendario falso del sistema de Hillel bajo el Judaísmo Talmúdico, debe ser removido y volverse al calendario del período del Templo (vea Lev. 23:1-44; Números 15:3; 29:39; 1Crónicas 23:31; Esdras 3:5; Nehemías 10:33). El Calendario Solar y el Calendario judío de Hillel están en oposición a la voluntad de Dios y Dios ha dicho que Él odia sus fiestas (Isaías 1:14) porque han contaminado las fiestas de Dios.

 

El sistema entero del culto del domingo es basado en la teología pagana en oposición a la voluntad de Dios y Sus leyes específicas dadas en el sistema del cuarto mandamiento (vea el artículo La Ley y el Cuarto Mandamiento (No. 256)). La teología entera en defensa del culto del domingo es basada en una perversión de las Escrituras y una distorsión de la narrativa de la creación y el descanso Sabático de Dios, como es aplicado al Sábado del séptimo día. El primer día de la semana no tiene ninguna base en esta narrativa, más que fue el principio de la narrativa de la creación de siete días. El pensamiento de sí mismo es basado en el pensamiento codicioso de los demonios, otra vez en violación del décimo mandamiento.

 

La Codicia como violación del Segundo Gran Mandamiento

La codicia ataca la ley de un modo espiritual y pone la mente en un camino descendente al pecado físico. Nosotros somos hijos de Dios y debemos adorar en Espíritu y en verdad.

 

Está escrito:

Mateo 22:39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (RV)

 

Romanos 13:9 Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (RV)

El empuje de la ley se encapsula en esta declaración: Usted amará a su prójimo como a sí mismo. ¿Cómo se relaciona entonces el décimo mandamiento a este concepto?

 

Ofensas contra el prójimo

Levítico 19:13 No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás. No retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta la mañana. (RV)

Los crímenes básicos de fraude y robo son, como hemos visto anteriormente, acciones físicas, pero son todos basados en un proceso de pensamiento que produce pecado. El pecado ataca el tejido de una sociedad y la libertad de las personas.

 

La fuerza de una nación está en la premisa de la libertad e independencia de la gente. La esclavitud es anatema al sistema de Dios y al espíritu de la familia que abraza el concepto de los Hijos de Dios. Codiciando a un criado interfiere con la capacidad de administrar y observar la ley.

 

Un sirviente que escapa de su amo, es visto haberlo hecho con causa justa, y el sirviente no debe ser devuelto por aquellos que lo encuentran, pero debe ser dado sustento en el lugar al que él va.

Deuteronomio 23:15-16 No entregarás a su señor el siervo que se huyere a ti de su amo. 16 Morará contigo, en medio de ti, en el lugar que escogiere en alguna de tus ciudades, donde a bien tuviere; no le oprimirás. (RV)

 

Esta legislación también va al espíritu del refugiado que escapa por causa justa en preservación de su vida. No simplemente perdona el movimiento del pueblo buscando mejores normas de vida. La mayoría de las personas escapando están en necesidades grandes, por la falla de la nación a observar las leyes de Dios, en primer lugar.

 

Malicia

La legislación “de ojo por ojo” fue puesta en su lugar para tratar con el herir malévolo, causado por la codicia y la malicia.

Levítico 24:19-20 Y el que causare lesión en su prójimo, según hizo, así le sea hecho: 20 rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente; según la lesión que haya hecho a otro, tal se hará a él. (RV)

 

Cristo tuvo mucho que decir sobre nuestras actitudes a estas ofensas y nuestro amor de nuestro prójimo y la capacidad para perdonar. No obstante, la ley está allí para ser usada bajo circunstancias que la hacen apropiada.

 

La codicia como idolatría

 El sistema está en un nivel más alto en el décimo mandamiento y ese hecho raramente se aprecia totalmente.

 

Efesios 5:5 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. (RV)

La codicia es de sí mismo idolatría e imposibilita el individuo al reino de Dios.

 

La estructura de la ley y el don de Dios son a menudo resentidos y malentendidos en codicia y acepción de personas.

Mateo 20:13-16 Él, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario? 14 Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti. 15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno? 16 Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos. (RV)

 

Todos laboramos por el mismo sueldo. La salvación es concedida a todos, lo que es el don de Dios a través de la gracia. Es lo mismo no importa cuánto tiempo y como duro laboremos en la viña del Señor. El premio también es de talentos y ciudades. No obstante, somos todos salvados con la sangre de Cristo, como un precio por nuestra labor. La obediencia a las Leyes de Dios no concede la salvación y vida eterna. Sin embargo, la obediencia a los mandamientos de Dios y al testimonio de Jesús Cristo, es el método por el cual nosotros guardamos el don de la gracia y la salvación eterna. Usted no es salvado guardando la ley. Usted no es salvado a través de obras. Sin embargo, usted retiene su posición en el reino, según su obediencia a los mandamientos de Dios y al testimonio de Jesús Cristo (Apocalipsis 12:17; 14:12) y ésa es la diferencia fundamental que no es entendida por la Cristiandad prevaleciente quien adora en domingo, el Judaísmo Rabínico y el Islam Haditico. La fe sin obras está muerta (Santiago 2:17).

 

Aquellos que no glorifican Dios, pero tratan de elevarse o los otros hasta Su nivel mediante la codicia, son tontos. Muchos, siendo llamados, pierden sus posiciones en el reino a través de este error de pensamiento (vea Romanos 1:22; 8:29-30).

 

La codicia en la sociedad y como afecta a la familia

La codicia nunca debe interferir con el bienestar de la familia que es la base de la nación.

Éxodo 21:3-11 Si entró solo, solo saldrá; si tenía mujer, saldrá él y su mujer con él. 4 Si su amo le hubiere dado mujer, y ella le diere hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo. 5 Y si el siervo dijere: Yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos, no saldré libre; 6 entonces su amo lo llevará ante los jueces, y le hará estar junto a la puerta o al poste; y su amo le horadará la oreja con lesna, y será su siervo para siempre. 7 Y cuando alguno vendiere su hija por sierva, no saldrá ella como suelen salir los siervos. 8 Si no agradare a su señor, por lo cual no la tomó por esposa, se le permitirá que se rescate, y no la podrá vender a pueblo extraño cuando la desechare. 9 Más si la hubiere desposado con su hijo, hará con ella según la costumbre de las hijas. 10 Si tomare para él otra mujer, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el deber conyugal. 11 Y si ninguna de estas tres cosas hiciere, ella saldrá de gracia, sin dinero. (RV)

 

La ley no le permite a ninguna persona ser maltratada por codicia o abandono. El pensamiento que busca negar la salvación a los Gentiles de manera que puedan ser extorsionados en usura y incremento aun al extremo de negar que merecen tener sus vidas salvadas en las emergencias, como vieron en el Judaísmo Talmúdico (vea el artículo La Ley y el Sexto Mandamiento (No. 259)) es una vulgar perversión de las leyes de Dios y una blasfemia en contra de Su sistema de amor y orden. Es la razón por la cual el Mesías condenó a los Fariseos y la razón por la cual ellos lo mataron en lugar de arrepentirse. Los mismos pensamientos malos dieron lugar a las actitudes contra el Judaísmo en el Islam y las persecuciones en la Cristiandad.

 

La codicia en el asesinato y el adulterio

Todo asesinato fluye del enojo y la lujuria como codicia o envidia. Ésta es la lección básica del Mesías.

Mateo 5:21-28 Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. 22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. 23 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. 25 Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. 26 De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante. 27 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. 28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. (RV)

 

El pensamiento se extiende al odio entre el prójimo de uno. El término Raca es dejado sin traducir en el occidente, porque no se entiende. Es un término del arameo que significa: "Escupir en su cara." Es usado en la negociación y es un término de desprecio para los términos de comercio ofrecidos por el otro partido (vea las notas de la traducción de Lamsa de la versión de Peshitta).

 

Son los términos que usamos que nos deshonra.

Mateo 15:10-20 Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entended: 11 No lo que entra en la boca contamina al hombre; más lo que sale de la boca, esto contamina al hombre. 12 Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra? 13 Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada. 14 Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo. 15 Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos esta parábola. 16 Jesús dijo: ¿También vosotros sois aún sin entendimiento? 17 ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? 18 Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. 19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. 20 Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre. (RV)

Aquí vemos el poder del pensamiento y de la codicia minando nuestra espiritualidad.

 

Miqueas 2:1-2  ¡Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder! 2 Codician las heredades, y las roban; y casas, y las toman; oprimen al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad. (RV)

Esto fue dado efecto por Jezabel, la esposa de Acab (1Reyes 21:1-29) y también por David con la esposa de Urías, el heteo (2Samuel 11:1-12:9). En ambos casos, la codicia llegó al homicidio a través del testigo falso y abuso de poder, y la autoridad contra hombres fieles. En cada caso el Señor levantó a un profeta para tratar con el abuso de poder.

 

La infracción del décimo mandamiento a través de la codicia conduce al adulterio, como vimos con David y Betsabe.

Mateo 5:27-28 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. 28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. (RV)

 

Esta ley superior embiste la preparación de la mente y el espíritu para el rol de hijo de Dios.

 

La codicia como Robo

También la codicia conduce al robo, como vimos anteriormente con Acab y el campo. La codicia conduce a la violación de las órdenes de Dios y la pérdida de la posición en el reino, como vimos con Acán (Josué 7:19-21).

 

La estructura entera del décimo mandamiento es la llave para el intento y espíritu de la ley. Es el décimo mandamiento que es transgredido primero en estas materias. Así la ley procede de Dios y es observada en perfección espiritual en el décimo mandamiento.

 

Levítico 6:1-7 Habló Jehová a Moisés, diciendo: 2 Cuando una persona pecare e hiciere prevaricación contra Jehová, y negare a su prójimo lo encomendado o dejado en su mano, o bien robare o calumniare a su prójimo, 3 o habiendo hallado lo perdido después lo negare, y jurare en falso; en alguna de todas aquellas cosas en que suele pecar el hombre, 4 entonces, habiendo pecado y ofendido, restituirá aquello que robó, o el daño de la calumnia, o el depósito que se le encomendó, o lo perdido que halló, 5 o todo aquello sobre que hubiere jurado falsamente; lo restituirá por entero a aquel a quien pertenece, y añadirá a ello la quinta parte, en el día de su expiación. 6 Y para expiación de su culpa traerá a Jehová un carnero sin defecto de los rebaños, conforme a tu estimación, y lo dará al sacerdote para la expiación. 7 Y el sacerdote hará expiación por él delante de Jehová, y obtendrá perdón de cualquiera de todas las cosas en que suele ofender. (RV)

 

Hemos visto que este texto habla de la restauración física en la sección de la ley y el Octavo Mandamiento. El texto en los versículos 6 y 7 hablan de la ofrenda por la transgresión, la cual conduce luego a la sanación por la infracción del décimo mandamiento y su efecto sobre la mente y la condición espiritual.

 

Todo pecado se interpone entre nosotros y Dios y la nación perece y las personas son removidas del pacto y la primera resurrección.

 

Levítico 20:10-11 Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos. 11 Cualquiera que yaciere con la mujer de su padre, la desnudez de su padre descubrió; ambos han de ser muertos; su sangre será sobre ellos. (RV)

Ésta es una multa severa. Cristo mostró que era la última sanción bajo la ley. Él mostró como el manejo de esta sanción debería ser emprendido, cuando la mujer adúltera estaba arrepentida, y él declaró que quien estuviera sin pecado, le permitiría lanzar la primera piedra. Nosotros podemos deducir lo que estaba pasando allí. El populacho, siendo condenado de su propio pecado disperso (Juan 8:1-11). Este método de tratar con la ley nos muestra su completa intención y su aplicación.

 

La extensión del término hermano al forastero y al extranjero en el territorio se ve aquí en el texto (Lev. 25:35-55). Así está prohibido de exigir usura e incremento de todas las naciones, incluyendo a los forasteros y los residentes temporales entre nosotros.

 

Hemos visto los efectos de esta legislación de Levítico 25:35-55 en la Ley y el Octavo Mandamiento. El empuje entero de esta legislación es mostrar cómo la ciudadanía de Israel fue hecha una cosa de valor. Nadie podría ser un ciudadano y permanecer idólatra. La noción que la salvación estaba extendida a los Gentiles en Jesucristo, fue resistida de un deseo fundamental de negarle la salvación a las naciones, y adquirir su propiedad bajo términos injustos. Este pensamiento persiste hasta hoy.

 

Todas las personas que viven en la nación están destinadas a volverse hijos de Dios y la nación sirve para prepararlas. La salvación es de los gentiles y todos deben estar alegres de que esto se haya permitido.

 

Del texto de Éxodo 22:1-15 (vea el artículo La Ley y el Octavo Mandamiento (No. 261)), nosotros vimos la legislación para la restauración de la pérdida a través del robo. Mucho de ese texto trata de las pérdidas que surgen como un resultado directo de una violación del décimo mandamiento y el fraude consecuente. El texto también tiene una sección que trata con demandas injustas en la ley. Si una persona mantiene ser dueña de algo y ella no la es, luego ella debe ser multada el valor doble de lo que ella reclamó (Éxodo 22:9). Esta multa actúa como un impedimento contra la intentada adquisición y litigación por demandas falsas.

 

Toda pérdida como resultado de la codicia debe ser compensada bajo la ley y los reclamos falsos en la codicia deben ser penalizados. Aquí en este texto también vamos al concepto de daños en fuego y pérdida a través de la negligencia surgiendo en daños sucediendo de fuentes secundarias. El concepto del cuidado debido de la propiedad en cargo o en proximidad se ve aquí y esto también sigue al décimo mandamiento. El cuidado de la propiedad de su prójimo fluye del amor y la preocupación. Los daños y perjuicios fluyen a menudo de las lujurias y ubicuidades de la mente.

 

El provocar incendios es una enfermedad, no obstante es recuperable en daños y perjuicios. También es un robo pero a menudo simplemente es la destrucción por envidia o celos. El celo proviene del deseo de adquirir lo que otro tiene. La envidia es el deseo de destruir lo que la persona tiene, puramente porque el otro no lo tiene. Esta infracción del décimo mandamiento es un problema serio en actitud mental entre un pueblo, e impide a cualquiera con ese pensamiento entrar en el reino de Dios.

 

La codicia lleva a los robos de tierras y herencias, de sustento y trabajo.

Deuteronomio 27:17 Maldito el que redujere el límite de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén. (RV)

 

Deuteronomio 19:14 En la heredad que poseas en la tierra que Jehová tu Dios te da, no reducirás los límites de la propiedad de tu prójimo, que fijaron los antiguos. (RV)

 

Los aspectos espirituales de la ley entera

El espíritu e intento de la ley se extienden a la preservación de la propiedad de su enemigo, así como su hermano y cuando extendemos la Ley de Dios al mundo entero en el Espíritu, hemos cumplido la voluntad de Dios.

Deuteronomio 22:1-4 Si vieres extraviado el buey de tu hermano, o su cordero, no le negarás tu ayuda; lo volverás a tu hermano. 2 Y si tu hermano no fuere tu vecino, o no lo conocieres, lo recogerás en tu casa, y estará contigo hasta que tu hermano lo busque, y se lo devolverás. 3 Así harás con su asno, así harás también con su vestido, y lo mismo harás con toda cosa de tu hermano que se le perdiere y tú la hallares; no podrás negarle tu ayuda. 4 Si vieres el asno de tu hermano, o su buey, caído en el camino, no te apartarás de él; le ayudarás a levantarlo. (RV)

 

Restituya todo daño que a usted ve sin serle preguntado. Proteja a su prójimo como a sí mismo.

 

Ninguna persona debe hacer ganancia a costa de otra, ni por robo o por usura el cual es robo y el deseo por la labor de otro hombre.

Éxodo 22:25 Cuando prestares dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portarás con él como logrero, ni le impondrás usura. (RV)

 

Ningún compromiso debe interferir con la comodidad o supervivencia, o bienestar de una persona. Ni debe chocar con su habilidad de proporcionar su sustento.

Éxodo 22:26-27 Si tomares en prenda el vestido de tu prójimo, a la puesta del sol se lo devolverás. 27 Porque sólo eso es su cubierta, es su vestido para cubrir su cuerpo. ¿Con qué dormirá? Y cuando él clame a mí, yo le oiré, porque soy misericordioso. (RV)

 

La disposición de ánimo que es codiciosa le impide a la persona con tal actitud de entrar en el reino de Dios y conduce a las violaciones de los otros mandamientos y de la ley entera.

 

q


 


 

ADICION



Cuando Dios colocó a Israel en sus heredades le ordeno que guardaran sus leyes, como vemos en Deuteronomio 26. Israel fue puesto como una nación de ejemplo. Fue hecho la porción de Yahovah y el punto focal del plan de Dios.

Junto con las bendiciones dadas por Dios habían algunas actividades simbólicas, como se indica en Deuteronomio capítulos 11 y 27 (vea estos textos en La Ley y el Sexto Mandamiento (No. 259) y La Ley y el Primer Mandamiento (No. 253)).

Deuteronomio 11:26-32 He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: 27 la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, 28 y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido. 29 Y cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra a la cual vas para tomarla, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim, y la maldición sobre el monte Ebal, 30 los cuales están al otro lado del Jordán, tras el camino del occidente en la tierra del cananeo, que habita en el Arabá frente a Gilgal, junto al encinar de More. 31 Porque vosotros pasáis el Jordán para ir a poseer la tierra que os da Jehová vuestro Dios; y la tomaréis, y habitaréis en ella. 32 Cuidaréis, pues, de cumplir todos los estatutos y decretos que yo presento hoy delante de vosotros. (NKJV)

Gerizim fue el lugar de las bendiciones del pueblo, y al pueblo le fue ordenado decir Amén a cada bendición y maldición. Los samaritanos, hasta este día, tienen la vigilia de la Pascua de la matanza del 14 en la tarde y de la Noche para Ser Muy Observada del 15, como se determinó antiguamente, según la conjunción, en la Montaña Gerizim y allí ellos pasan la noche de vigilia observando, y retornan por la mañana a las festividades del Día Santo de la Pascua. Ellos continúan entonces en el resto de la fiesta, en esta sección llamada la fiesta de los Panes sin Levadura, hasta el Último Día Santo, siendo ese de los Panes sin Levadura.

 

Las bendiciones y las maldiciones hechas aquí, fueron conforme a la naturaleza de los hechos que podrían hacerse privadamente, y así la nación entró en su herencia con una confesión de moralidad pública y privada. Los sacerdotes y Levitas se pararon en el valle e hicieron proclamación que se gritó desde las montañas en ambos lados, por el resto de las tribus, seis en cualquier lado.

 

La confesión pública de la Ley de Dios en su integridad, debía ser incrustada en piedra con la erección de un altar público. Dos grandes tablas de la Ley debían ser puestas en piedra en un lugar público, con la estructura entera de la ley escrita en eso, como una lista de control para la nación entera. Así toda la Ley de Dios hubo de ser declarada públicamente y públicamente guardada en abierta declaración de obediencia. La noción de una tradición oral privada, que es contrario a esta estructura pública y escrita de la ley y de la justicia, es absurda, y una imputación contra nuestros antepasados quienes fueron establecidos bajo el Único y Verdadero Dios.

 

Dios le dio la promesa de la ley a Israel, y el detalle de las bendiciones y las maldiciones en Deuteronomio 28:1-68

 

Dios puso a Israel en el desierto como un ejemplo para nosotros, y para apuntar hacia la venida del Mesías y los cuarenta jubileos en el desierto, bajo el Espíritu Santo (vea también Hechos 7:1-60). El Espíritu Santo fue requerido para guardar propiamente la ley. La Ley de Dios procede de Dios y está alineada con Su naturaleza. Así que la imagen de Dios a través del Espíritu Santo es necesaria al guardar la Ley. Dios la escribe en nuestros corazones y mentes (Jeremías 31:31-40).

 

Este Espíritu fue dado en el Pentecostés del 30 d.C. (después de Cristo). Desde 27 d.C. Dios había empezado a llamar al remanente de Sus elegidos, como fue hablado por los profetas y apóstoles (vea Joel 2:28-31)

Hechos 2:16-36 Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: 17 Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; 18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. 19 Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo; 20 El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto; 21 Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. 22 Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; 23 a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole; 24 al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella. 25 Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido. 26 Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua, Y aun mi carne descansará en esperanza; 27 Porque no dejarás mi alma en el Hades, Ni permitirás que tu Santo vea corrupción. 28 Me hiciste conocer los caminos de la vida; Me llenarás de gozo con tu presencia. 29 Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. 30 Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono, 31 viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción. 32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. 33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. 34 Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, 35 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. 36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. (RV)

 

El último verso del texto en Joel apunta al remanente que el Señor llamará, y a la salvación de Jerusalén.

Joel 2:32 Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sión y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado. (RV)

Estos son aquellos que son llamados en el Pacto de Dios (Deuteronomio 29).

 

La dispersión de Israel se profetizó desde el principio, y Dios dijo que su comprensión regresaría por medio de esta ley. La ley se escribiría en los corazones y mentes de Su pueblo con el Espíritu Santo y entonces ellos serían restaurados.

 

Notamos de Deuteronomio 30:1-20 que desde la adopción de la ley, Israel es salvado y restaurado. Las maldiciones son luego colocadas sobre las naciones que los persiguieron, en su dispersión y castigo. La parábola de las ovejas y las cabras en Mateo 25 viene de este texto.

Mateo 25:31-46 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, 32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. 34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; 36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. 37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? 40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. 41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; 43 fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. 44 Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? 45 Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. 46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna. (RV)

Vemos en este texto, una transición de Israel, como la nación de Dios siendo perseguida y las naciones que la persigue, a Israel, como los elegidos de Dios siendo perseguidos y entonces las naciones siendo juzgadas acerca de su tratamiento de ellos. Aquí tenemos dos testimonios. Uno es el aspecto físico del testimonio del Israel como tribus y naciones. El segundo es el del Israel como la Iglesia. Estos dos aspectos continúan hasta los últimos días.

 

Vemos que Moisés entonces habló a Israel del futuro y del Cántico que él cantó, y del Cántico de la Gloria del Señor, que le fue dado a él. Estos dos cánticos marcan los elegidos de los últimos días y el tiempo de la restauración. Porque al Cordero y a los veinticuatro ancianos se da un nuevo cántico (Apocalipsis 5:9) y este cántico es también dado a los 144,000 (Apocalipsis 14:3). Hasta ese tiempo, estos dos cánticos forman la base de los elegidos en el bautismo del Mesías (vea Deuteronomio 31:1-30)

 

Dios previno todo lo que ocurriría a la nación. La ley fue ordenada para ser leída al final de cada séptimo año del ciclo en la Fiesta de Cabañas, para que las personas no se olvidaran y perdieran la visión de la ley, y el temor a su Dios.

 

El problema con la Ley de Dios, es que las personas parecen intentar llevar a cabo parte de ella, desechando las cosas que piensan que les gustaría desechar. Por ejemplo, el sistema Sabático fue eliminado desde los primeros días bajo la apariencia de que Cristo había cambiado el Sábado por el domingo, cuando no hay ni un punto de evidencia que apoye tal disputa. El sistema entero del calendario fue quitado para implementar y conciliar las costumbres paganas usando sus propios sistemas de días santos. Las leyes que regían las finanzas fueron alteradas por la riqueza a fin de hacer esclavos de las personas y explotarlos contrariamente a la ley. Los sacerdotes adúlteros y ascéticos diluyeron las leyes para permitir su propio adulterio. Israel fue completamente absorbido por los sistemas falsos y está ahora cautivo del pecado contrariamente a las leyes de Dios e incluso ni siquiera entienden el hecho. El planeta entero se destruye por la religión falsa y la Ley de Dios no es implementada o enseñada. Los últimos parientes del Mesías fueron todos matados sistemáticamente a la instigación de la Iglesia Romana, los últimos parientes (la desposyni) del Mesías fueron todos asesinados sistemáticamente, siguiendo a su llamado para la reintroducción de la ley al Cristianismo. Estos eventos profundos formaron una de las primeras profecías dadas a través de Moisés.

 

Cuando es posible, este Cántico de Moisés puede ser cantilado en el séptimo año en el hebreo original, a la Lectura de la Ley y luego ser explicado. El cantico de Moisés se encuentra en Deuteronomio 32:1-52 (vea también el papel La Ley y el Primer Mandamiento (No. 253)).

 

El Desierto de Zin (o Sin [Pecado]) es la desolación del sistema de adoración identificado por la adoración en domingo, el festival de Ishtar o Easter (las Pascuas Floridas) y la adoración de una deidad trina. Nosotros hemos estado continuamente dentro de este desierto durante los últimos dos mil años. Pronto el Mesías volverá para tratar con Israel y las naciones. Nosotros seremos colocados en nuestra heredad, dentro y fuera de Israel.

 

Habrá un nuevo Éxodo y el primero ya no será evocado.

Isaías 66:1-24  Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo? 2 Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra. 3 El que sacrifica buey es como si matase a un hombre; el que sacrifica oveja, como si degollase un perro; el que hace ofrenda, como si ofreciese sangre de cerdo; el que quema incienso, como si bendijese a un ídolo. Y porque escogieron sus propios caminos, y su alma amó sus abominaciones, 4 también yo escogeré para ellos escarnios, y traeré sobre ellos lo que temieron; porque llamé, y nadie respondió; hablé, y no oyeron, sino que hicieron lo malo delante de mis ojos, y escogieron lo que me desagrada. 5 Oíd palabra de Jehová, vosotros los que tembláis a su palabra: Vuestros hermanos que os aborrecen, y os echan fuera por causa de mi nombre, dijeron: Jehová sea glorificado. Pero él se mostrará para alegría vuestra, y ellos serán confundidos. 6 Voz de alboroto de la ciudad, voz del templo, voz de Jehová que da el pago a sus enemigos. 7 Antes que estuviese de parto, dio a luz; antes que le viniesen dolores, dio a luz hijo. 8 ¿Quién oyó cosa semejante? ¿quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto Sión estuvo de parto, dio a luz sus hijos. 9 Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? dijo Jehová. Yo que hago engendrar, ¿impediré el nacimiento? dice tu Dios. 10 Alegraos con Jerusalén, y gozaos con ella, todos los que la amáis; llenaos con ella de gozo, todos los que os enlutáis por ella; 11 para que maméis y os saciéis de los pechos de sus consolaciones; para que bebáis, y os deleitéis con el resplandor de su gloria. 12 Porque así dice Jehová: He aquí que yo extiendo sobre ella paz como un río, y la gloria de las naciones como torrente que se desborda; y mamaréis, y en los brazos seréis traídos, y sobre las rodillas seréis mimados. 13 Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo. 14 Y veréis, y se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos reverdecerán como la hierba; y la mano de Jehová para con sus siervos será conocida, y se enojará contra sus enemigos. 15 Porque he aquí que Jehová vendrá con fuego, y sus carros como torbellino, para descargar su ira con furor, y su reprensión con llama de fuego. 16 Porque Jehová juzgará con fuego y con su espada a todo hombre; y los muertos de Jehová serán multiplicados. 17 Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, los que comen carne de cerdo y abominación y ratón, juntamente serán talados, dice Jehová. 18 Porque yo conozco sus obras y sus pensamientos; tiempo vendrá para juntar a todas las naciones y lenguas; y vendrán, y verán mi gloria. 19 Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los escapados de ellos a las naciones, a Tarsis, a Fut y Lud que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las costas lejanas que no oyeron de mí, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las naciones. 20 Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a Jehová, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa de Jehová. 21 Y tomaré también de ellos para sacerdotes y levitas, dice Jehová. 22 Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre. 23 Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová. 24 Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre. (RV)

 

El Señor establecerá Su sistema, y Sus Sábados y Lunas Nuevas, y todos los pueblos guardarán Sus fiestas. Todas las naciones enviarán sus representantes a estas fiestas a Jerusalén, o ellas no recibirán lluvia en la estación debida, ellos recibirán también las plagas de Egipto.

Zacarías 14:16-21  Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos. 17 Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia. 18 Y si la familia de Egipto no subiere y no viniere, sobre ellos no habrá lluvia; vendrá la plaga con que Jehová herirá las naciones que no subieren a celebrar la fiesta de los tabernáculos. 19 Esta será la pena del pecado de Egipto, y del pecado de todas las naciones que no subieren para celebrar la fiesta de los tabernáculos. 20 En aquel día estará grabado sobre las campanillas de los caballos: SANTIDAD A JEHOVÁ; y las ollas de la casa de Jehová serán como los tazones del altar. 21 Y toda olla en Jerusalén y Judá será consagrada a Jehová de los ejércitos; y todos los que sacrificaren vendrán y tomarán de ellas, y cocerán en ellas; y no habrá en aquel día más mercader en la casa de Jehová de los ejércitos. (RV)

El sacrificio será restablecido en Jerusalén, pero será sólo el sacrificio de la mañana. Ya se nos ha dado la vida eterna y la primera resurrección habrá pasado. La obediencia será dada a las Leyes de Dios en el Mesías, o las naciones morirán por hambre. Nosotros explicaremos la ley y el testimonio, y todas las naciones conocerán la manera de vivir de Dios por mil años. Luego el resto de los muertos serán resucitados y corregidos en el juicio de corrección o crisis.

Apocalipsis 20:4-15 Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. 5 Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. 6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años. 7 Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, 8 y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. 9 Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. 10 Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. 11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. 13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. 14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. (RV)

Éste es el fin o propósito de la ley y los profetas. Que todos los hombres alcancen salvación y vean a Dios. Moisés y los profetas fueron hasta el Mesías (Deuteronomio 34), y luego la ley fue escrita en los corazones de los elegidos. Cada uno fue probado bajo persecución, y sacado fuera sobre cuarenta jubileos, que fueron representados por los cuarenta años en el desierto, que fueron los últimos cuarenta años de la vida de Moisés.

 

El Mesías estaba con Israel en el desierto, entonces y ahora.

1Corintios 10:1-24 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; 2 y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, 3 y todos comieron el mismo alimento espiritual, 4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. 5 Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto. 6 Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. 7 Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar. 8 Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil. 9 Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. 10 Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor. 11 Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. 12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. 14 Por tanto, amados míos, huid de la idolatría. 15 Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo. 16 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? 17 Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan. 18 Mirad a Israel según la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar? 19 ¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos? 20 Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. 21 No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios. 22 ¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que él? 23 Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica. 24 Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. (RV)

 

Hemos de buscar la ayuda de Dios siempre, y vamos a tratar a los demás como queremos ser tratados.

Mateo 7:7-12 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? 11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? 12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas. (RSV)

 

Y éste es el fin de toda la ley. 

Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu y amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos mandatos depende toda la ley y los profetas. AMEN